Un ateo exige respeto
Le remito las siguientes l¨ªneas con el ruego de su publicaci¨®n. Martes 23 de octubre de 1990. Llego a casa, del trabajo, bastante tarde. Mis hijos descansan. Mi mujer, adormilada frente al televisor, me invita a una cena fr¨ªa en la cocina. "Duerme", le digo. "No tengo hambre".
Me dejo caer a su lado. En ciendo un cigarrillo y pulso el mando a distancia.
TVE-1. El cura jovencito, de alzacuellos blanco, entrevista a una misionera que ha ejercido su sagrado ministerio durante d¨¦cadas en Am¨¦rica Latina.
Pulso el mando.
Canal Sur. El obispo de Sevilla proclama que la conquista del Nuevo Mundo no fue una aventura, sino m¨¢s bien un ejercicio de una misi¨®n evangelizadora.
Pulso el mando.
TVE-2. M¨²sica religiosa. Unos minutos de espera. Programa llamado La tabla redonda. Cristianos, jud¨ªos y musulmanes se hablan y se entienden. El re
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