"No hay escritor sin pasi¨®n"
Con las primeras luces, Naguib Mahfuz entra en la cafeter¨ªa Al¨ª Baba y sube a la primera planta, y all¨ª, afincado junto al ventanal saborea el muy cairota placer de abrir los peri¨®dicos del d¨ªa. De cuando en cuando, como quien salta de un titular a otro, echa un vistazo al estruendoso caos de la plaza de Mid¨¢n al T¨¢jerir, el esquizofr¨¦nico equivalente nil¨®tico de la Puerta del Sol.
Mahfuz es un virtuoso de sus propias liturgias: todos las ma?anitas pasa un rato en Ali Baba, y los jueves admite charlar, por sobre el mantel a cuadros del velador, con quien se le acerque; luego se va al diario Al Ahram, a entregar su columna y quiz¨¢ pasar por otra entrevista; de regreso a casa, escribe un poco, da una cabezada, lee o le leen. Quienes conocen lo cronom¨¦trico de sus rutinas le llaman Omega. Aunque los problemas oculares y la voraz sordera amenazan con descomponerle los esquemas, Mahfuz -un escriba enjuto, de lentes color limo y pulcra sahariana- sigue siendo el caballero de siempre, curtido en escudar lo ¨ªntimo tras una suave deferencia, hecho a vestir de amabilidad esa compasi¨®n c¨®smica, tan secreta.Pregunta. El hecho de recibir el Nobel, ?le apart¨® una temporada de escribir?
Respuesta. En absoluto. Lo que me da quebraderos de cabeza es la salud. Ahora mismo no soy capaz de escribir m¨¢s de una hora al d¨ªa. Por eso me ci?o a hacer un art¨ªculo semana? en Al Ahram, peque?os relatos y series de pensamientos. Estoy con una novela corta, Falso amanecer. No puedo permanecer sin escribir. Es lo que me mantiene vivo. En cuanto a publicar, saqu¨¦ algunos cuentos recientes, pero anteriores al premio, y ahora tengo preparada otra colecci¨®n escrita este a?o.
Punto de vista
P. Aunque todas sus obras llevan un sello personal, cada una est¨¢ contada a partir de un trabajo diferente sobre el punto de vista. ?Le cuesta mucho elegirlo?
R. Siempre me ha gustado que el narrador var¨ªe. No en todas las ocasiones conviene que el foco se sit¨²e en el personaje m¨¢s importante. Muchas veces es rentable que el foco emane del lugar que menos importa. Cuando me surge la idea para una novela no tengo una soluci¨®n previa Depende. De igual forma, me interesan la acci¨®n, las implicaciones de numerosos personajes tanto como resaltar la psicolog¨ªa, el aspecto moral. La novela es un todo, a m¨ª entender, y sus diversas facetas funcionan de manera inseparable.
P. ?Fue consciente desde el principio de estar fundando en Egipto todo un g¨¦nero narrativo?
R. No me sorprendi¨® tener que luchar, porque todo lo que es nueve sufre un cierto rechazo al principio; pero supon¨ªa que, una vez que las circunstancias se volvieran m¨¢s adecuadas, mi literatura encontrar¨ªa una aceptaci¨®n mayoritaria.
P. ?Sigue considerando como maestros a autores como Taja Jusein, Taufiq Al J¨¢quim o Abas Al Aqad?
R. Taja Jusein y Abas Al Aqad forman parte de nuestros m¨¢s grandes escritores, cr¨ªticos y pensadores. Podemos tener la opini¨®n que queramos sobre sus vidas, pero su obra influy¨® muy positivamente en mi generaci¨®n. Especialmente Taufiq Al J¨¢quim fue un enorme artista, y todos le seguirnos.
P. Usted ha evolucionado hacia relatos cada vez m¨¢s dialogados. ?Por razones de econom¨ªa narrativa, por problemas de salud?
R. Todo puede influir, pero lo cierto es que he trabajado mucho como guionista cinematogr¨¢fico, y eso inevitablemente genera unas formas. Y el teatro siempre me ha rodeado: no s¨®lo mis piezas de un acto, sino las numerosas adaptaciones que se han hecho de mis novelas y cuentos a la escena. Todo ello me llevaba al di¨¢logo.
P. Ahora mismo, en El Cairo, est¨¢ en cartel un montaje musical sobre historias de nuestro barrio.'?Lo ha visto?
R. Creo que no voy al teatro desde hace tres a?os. La culpa la tiene la debilidad de mis ojos. Tampoco puedo ir al cine, ver la tele, leer con detenimiento. Procuro reservar fuerzas para poder leer una, hora al d¨ªa.
Motivos
P. ?Ha logrado dilucidar qu¨¦ es lo que ha hecho de usted un escritor?
R. Se que para escribir hay elementos muy importantes, como la paciencia, tener los sentidos alerta, la memoria o la disciplina. Pero lo aut¨¦nticamente indispensable creo que es amar el trabajo, sentir pasi¨®n. No hay escritor sin pasi¨®n.
P. A lo largo de su carrera han existido periodos en los que no ha publicado. ?Fueron causados por motivos extraliterarios o por sequ¨ªa creativa?
R. Es, verdad que tras la revoluci¨®n de Nasser en 1952, me sent¨ª desesperado como artista. No ve¨ªa caminos, y dej¨¦ de escribir. Pero no hay una definici¨®n clara de mis periodos de silencio. Desde luego he ido disminuyendo la actividad literaria por salud. Pero mi ¨¢nimo para escribir s¨¦ que no va a cesar. La prueba es que, aun sabiendo que mi l¨ªmite actual est¨¢ en una hora, todos los d¨ªas llego hasta ¨¦l.
P. ?Se asoma usted a los nuevos autores? ?Ve herederos suyos?
R. Nunca he dejado de hacerlo, aunque tambi¨¦n en eso he tenido que bajar el ritmo. Por fortuna charlar con los amigos me mantiene bastante al corriente de lo que aparece aqu¨ª y en el extranjero; pero tanto como para presumir de conocer al dedillo todos los nombres y tendencias.
P. Hace a?os elogi¨® a Moravia, e incluso en El espejismo existen atm¨®sferas cercanas al novelista italiano. ?Le sigue mereciendo la misma opini¨®n?
R. Un retrato de mujer como el de La Romana siempre me pareci¨® muy af¨ªn a mis personajes femeninos. Leer a Moravia influy¨® notablemente en mi formaci¨®n literaria. Es muy popular en Egipto.
P. ?Conoce a Cela?
R. Claro que s¨ª. Me gust¨® mucho La familia de Pascual Duarte.
"Seguimos esopmerando una soluci¨®n justa para Palestina"
Naguib Mahfuz, pese a su pasi¨®n y pudor hacia la literatura, no desde?a nunca hablar de pol¨ªtica.Pregunta. ?Sigue Hijos de nuestro barrio prohibido en algunos pa¨ªses ¨¢rabes?
Respuesta. Ya no. Pero me consta que ciertos pasajes fueron modificados por manos an¨®nimas y no s¨¦ si los han mantenido as¨ª.
P. ?C¨®mo enfoca el actual conflicto en el Golfo?
R. Nada m¨¢s producirse la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait escrib¨ª en mi secci¨®n Punto de vista, en Al Ahram, un art¨ªculo en apoyo de la decisi¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU y tambi¨¦n de la de la Liga Arabe. Las apoy¨¦ al cien por ciento, porque no puedo estar, en beneficio del mundo ¨¢rabe, sino por la soluci¨®n pac¨ªfica.
P. Usted analiz¨® en su momento las consecuencias morales y sociales de la derrota ¨¢rabe ante Israel en 1967. La situaci¨®n actual, ?le parece igualmente cr¨ªtica?
R. Estas circunstancias han puesto a los ¨¢rabes en una posici¨®n muy delicada. Creo que resolver el conflicto pac¨ªficamente tendr¨ªa como resultado un desarrollo general de la zona y un encaminamiento hacia la resoluci¨®n de nuestros problemas.
P. ?Es cierto que parte del dinero. del premio Nobel lo entreg¨® usted a la Intifada?
R. S¨ª, lo es. Estamos esperando, desde 1948, una soluci¨®n justa para la causa palestina.
P. ?Apoya la postura de la OLP en el conflicto actual?
R. No acepto, por principio, la invasi¨®n iraqu¨ª. Pero disculpo a los palestinos, porque ¨²ltimamente han visto fracasar todas sus iniciativas correctas moderadas y pac¨ªficas. De ah¨ª que al ver el desplante de Sadam Husein pensaron que tal vez podr¨ªa existir esperanza para ellos. Mucha gente opina que esa postura ha sido contraproducente para la causa palestina; pero yo pienso, en cambio, que puede haber sido positiva, porque los l¨ªderes mundiales ya no tienen m¨¢s remedio que enfrentarse a un problema que exige una clara soluci¨®n.
P. En sus obras puede rastrearse el esp¨ªritu de los diversos periodos hist¨®ricos. Incluso novelas aparentemente apol¨ªticas, como Ch¨¢chara junto al Nilo, reflejan la atm¨®sfera del momento. ?Cu¨¢l ser¨ªa la caracter¨ªstica del Egipto de nuestros d¨ªas?
R. Hay un renacimiento religioso, con aspectos positivos y tambi¨¦n negativos. Y desde luego hay mucho sufrimiento por motivos econ¨®micos, pero no soy pesimista. Nuestro sistema es democr¨¢tico.
P. ?Cu¨¢l es su posici¨®n ante la religi¨®n?
R. Personalmente, creo que la esencia de los principios religiosos se resume en tratar a los dem¨¢s tal como uno quiere ser tratado.
P. ?Qu¨¦ relaciones debe haber entre religi¨®n y pol¨ªtica?
R. Estimo que, a la hora de formular la constituci¨®n de cualquier naci¨®n musulmana, hay mucho aprovechable en la religi¨®n. La concepci¨®n isl¨¢mica tolerante es encomiable. En cambio la fan¨¢tica es la que ha provocado los malentendidos y animadversiones de Occidente, que tampoco es inocente hist¨®ricamente hacia nuestros pueblos. Pienso que un estado tiene que ser democr¨¢tico y no regido por la religi¨®n. Tambi¨¦n Israel es tina teocracia.
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