Una oferta de consenso
Ante la mala situaci¨®n de las finanzas municipales y la pr¨®xima elaboraci¨®n de los presupuestos para 1991, los autores exponen en este texto la oferta del PSOE al gobierno municipal de elaborar aqu¨¦llos consensuadamente y sus caracter¨ªsticas.
Cuando hace unos d¨ªas propusimos al gobierno municipal madrile?o del PP-CDS la elaboraci¨®n consensuada de los presupuestos para 1991, basados en mantener el impulso pol¨ªtico que la ciudad necesita, pero con la prudencia econ¨®mica que la situaci¨®n interna del Ayuntamiento necesita y nuestro entorno econ¨®mico aconseja, no pod¨ªamos evitar que viniese a la cabeza el recuerdo de la campa?a electoral de 1983.Aquella campa?a la centr¨® la entonces Alianza Popular en condenar el pretendido agujero econ¨®mico en que la izquierda hab¨ªa metido al Ayuntamiento de Madrid.
El gobierno municipal socialista, ven¨ªa a decir el discurso de la derecha, ha realizado una serie de actividades que la ciudadan¨ªa considera buenas, pero lo ha hecho a costa de hundir las finanzas municipales en una profunda crisis de dificil salida.
Era una acusaci¨®n falsa y de manual. Los manuales al uso de la derecha conservadora han acusado en las ¨²ltimas d¨¦cadas a la izquierda de que el gigantismo del sector p¨²blico producido por el estado de bienestar es la peor de las formas de asignar recursos, es caro e ineficaz, fuertemente impositivo en la fiscalidad y burocr¨¢tico en la gesti¨®n del gasto.
La acusaci¨®n, adem¨¢s de panfletaria, era, como se ha dicho, falsa. La realidad ha demostrado que en 1979 se inici¨® un proceso de equipamiento y de reequilibrio en la ciudad como nunca se hab¨ªa conocido hasta entonces, y que en 1987 se cerr¨® el segundo mandato de gobierno de izquierdas con una parte muy importante de esa tarea cumplida sin no s¨®lo no haber hundido las finanzas municipales, sino, al contrario, con una salud econ¨®mica envidiable.
Paradojas de la historia. El gobierno municipal del PP-CDS acaba de aprobar un aumento del 50% de las cuotas medias en el impuesto municipal b¨¢sico (el impuesto sobre bienes inmuebles) y propone unos presupuestos que contienen un crecimiento de los gastos corrientes, a los que sol¨ªan llamar burocr¨¢ticos y de fastos, del 20% y que producen un crecimiento neto de la deuda viva de 30.000 millones de pesetas.
No s¨®lo es lo contrario de su discurso pol¨ªtico tradicional, y actualmente de su grupo parlamentario, contra unos Presupuestos del Estado bastante moderados, sino que tienen la doble perversidad de, adem¨¢s de llevar al Ayuntamiento al borde del colapso econ¨®mico, no ser un crecimiento impositivo y del gasto motivado por un s¨²bita conversi¨®n ideol¨®gica hacia posiciones estatalistas, sino por un descontrol del gasto corriente, que se ha encarecido, especialmente en las contratas de mantenimiento y en personal, sin que ese encarecimiento haya redundado en m¨¢s o mejores servicios. El motivo no ha sido otro que el de no querer afrontar las dificultades que todo gobernante tiene en su oficio al tener que decir que no a muchas peticiones con diversos grados de legitimidad.
Caracter¨ªsticas
Esta dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica a la que nos ha llevado la actual coalici¨®n gobernante, el proyecto de presupuesto presentado, que la agrava, as¨ª como la consideraci¨®n de que las elecciones y el consiguiente cambio de corporaci¨®n est¨¢n a la vuelta de la esquina, nos han llevado a hacer una oferta sincera de consensuar los presupuestos para 1991 que tengan las siguientes caracter¨ªsticas:
1. Debe mantenerse una fuerza inversora similar a la de los ¨²ltimos a?os, concentrando la actividad en aquellas materias que consideramos prioritarias: vivienda, transporte p¨²blico y tr¨¢fico, medio ambiente, servicios sociales y Madrid 92.
2. Debe frenarse el crecimiento de los gastos corrientes, que son los que est¨¢n hipotecando la futura capacidad de gasto.
3. Esta contenci¨®n del gasto corriente debe permitir que una buena parte de la inversi¨®n se financie con los ingresos corrientes y disminuya la propuesta de endeudamiento.
La oferta de consenso no es un recurso ret¨®rico, sino un deseo real de que el equipo de gobierno surgido de las urnas el pr¨®ximo mes de mayo se encuentre con la libertad material de poder hacer un programa de acci¨®n municipal para el cuatrienio que no consista simplemente en c¨®mo sanear la situaci¨®n financiera.
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