La acusaci¨®n partiocular pide 200 a?os c¨¢rcel para, Amedo y otros tantos para Dominguez

El ahogado de Herri Batasuna Miguel Castells, que ejerce la acusaci¨®n particular en el sumario contra los GAL, en el que est¨¢n procesados los polic¨ªas Jos¨¦ Amedo y Michel Dominguez, pidi¨® ayer penas que suman 200 a?os de c¨¢rcel para cada uno de ellos como autores de una docena de delitos, entre los que destacan pertenencia a banda armada y siete asesinatos, dos de ellos consumados.

En el escrito de conclusiones elaborado por Castells, se se?ala que el GAL es una organizaci¨®n compleja y sofisticada, de gran eficacia operativa, constituida por un aparato estable y cuyos comandos de acci¨®n constituyen un elemento coyuntural, vinculados a la organizaci¨®n circunstancialmente por contrato de mercenarios.Seg¨²n se especifica en la calificaci¨®n de Miguel Castells, el n¨²cleo organizativo del GAL permanece oculto a pesar del tiempo transcurrido. Y precisa que aunque las instituciones del Estado nada han revelado sobre el particular, ni siquiera sobre las fuentes de financiaci¨®n, informaci¨®n y suministro de armas, existen indicios para mantener que los GAL constituyen "un grupo de poder paralelo, inserto en los aparatos del Estado".

Para Castells, Amedo y Dominguez son miembros de los GAL, ya que han actuado como enlace entre la direcci¨®n de la organizaci¨®n y los comandos de acci¨®n. Se integraron en el grupo antes de 1986 y contrataron a los mercenarios Paulo Figueiredo, Rogerio Carvalho da Silva y Antonio Ferreira para que realizasen los atentados contra los bares Batxoki y Consolation, en Bayona y San Juan de Luz, el 8 y el 13 de febrero de 1986, respectivamente. En el primer atentado resultaron gravemente heridas cinco personas y en el segundo muri¨® -siempre seg¨²n Castells- Juan Ram¨®n Basa?ez. (El fiscal, en sus conclusiones, afirm¨® que Basa?ez cur¨® de sus lesiones en 120 d¨ªas).

Seg¨²n el relato del abogado de la acusaci¨®n particular, el 24 de julio de 1987 falleci¨® Juan Carlos Garc¨ªa Goena, como consecuencia de la explosi¨®n de una bomba colocada debajo de su coche. El artefacto fue entregado por Amedo y Dominguez a las personas que lo colocaron, seg¨²n el escrito.

El abogado asegura que los dos agentes se prevalieron de su funci¨®n o cargo de polic¨ªas para sus actividades delictivas y que dispusieron de fondos p¨²blicos que aplicaron a gastos de viajes, comidas y estancias en hoteles relacionados con los delitos cometidos, as¨ª como para pagar comisiones a los ejecutores materiales o para jugar en casinos.