El voto de la indiferencia
La violencia y la miseria preocupan m¨¢s a los guatemaltecos que las elecciones de ma?ana

En San Juan Sacatepequez, un pueblo mayoritariamente ind¨ªgena situado a 30 kil¨®metros de la capital, mucha gente no sabe para qu¨¦ sirven las elecciones que ma?ana se celebran en Guatemala. Algunos votar¨¢n porque han escuchado en la radio que el que no lo haga se convertir¨¢ en sospechoso de seguir las consignas de la guerrilla, pero para un 70% de la poblaci¨®n de este pa¨ªs los comicios son un negocio de ladinos en el que los indios no son capaces ni de repetir los nombres de los candidatos.
De los cerca de nueve millones de guatemaltecos, s¨®lo 3,2 millones est¨¢n inscritos en el censo; de ellos, ¨²nicamente un mill¨®n son ind¨ªgenas, m¨¢s movilizados ahora por las organizaciones mayas que protestan contra el Quinto Centenario que por los partidos pol¨ªticos. Para el resto, para el mill¨®n y medio de guatemaltecos que, de acuerdo a los c¨¢lculos de abstenci¨®n, elegir¨¢n al pr¨®ximo presidente, las preocupaciones son la violencia y la pobreza.El procurador nacional de los Derechos Humanos, Ramiro de Le¨®n, ha advertido que ninguno de los candidatos tiene posibilidades de afrontar con garant¨ªas de ¨¦xito el problema de la violencia, que ¨¦l mismo describi¨® como "de ra¨ªces fundamentalmente sociales". "La miseria est¨¢ a los ojos de todos", ha denunciado el obispo de la ciudad de Guatemala, Pr¨®spero Penados. "Esta situaci¨®n es la causa principal de la violencia y de la delincuencia"
La Embajada de Estados Unidos en Guatemala confirma que "persisten en el pa¨ªs importantes problemas de derechos humanos, relacionados con el uso de la fuerza y abusos por parte de extremistas pol¨ªticos y miembros de las fuerzas de seguridad".
El panorama de Guatemala, una de las naciones m¨¢rtires de America Latina, es desalentador para cualquier pol¨ªtico. El proceso electoral sigue su curso pat¨¦tico ante una poblaci¨®n que busca su salvaci¨®n en ultraderechistas iluminados, como el general Efra¨ªn R¨ªos Montt -cuya candidatura ha sido anulada- o en predicadores evang¨¦licos como Jorge Serrano. Pero, con todo, este proceso permitir¨¢, por primera vez en la historia de Guatemala, que un civil entregue el mando a otro civil sin que su gesti¨®n haya sido interrumpida por los militares.
Candidatos de la empresa
Frente a R¨ªos Montt y Serrano, la emiresa privada ha hecho su propia selecci¨®n, y ha presentado como m¨¢ximos aspirantes a la segurida vuelta, el 6 de enero, a Jorge Carpio, de la Uni¨®n de Centro Nacional (UCN) y a Alvaro Arz¨², del Partido de Avanzada Nacional (PAN).Carpio, el seguro ganador seg¨²n todas las encuestas, se define ideol¨®gicamente como "ecl¨¦ctico, aristot¨¦lico, realista y pragm¨¢tico desde el punto de vista de la acci¨®n, lo que se puede resumir en dos conceptos: evolucionismo y relativismo hist¨®rico", definici¨®n que a buen seguro resultar¨¢ seductora para el 60% de la poblaci¨®n guatemalteca, que es analfabeta.
Copiando de Fujimori, Arz¨² afirma que su partido no es ideol¨®gico. "No reconocemos prioridad a la ideolog¨ªa, nuestro proyecto es m¨¢s pragm¨¢tico". El tercero en discordia, Jorge Serrano, del Movimiento de Acci¨®n Solidaria (MAS), asegura que Carpio y Arz¨² son fruto de una inversi¨®n de 27 millones de quetzales (unos 600 millones de pesetas) por parte del Consejo de Asociaciones Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) para obtener un presidente acorde a sus intereses.
El CACIF es, junto con las fuerzas armadas, uno de los poderes reales de Guatemala, aunque sus intereses prescindan de cinco millones de guatemaltecos que viven al margen de la econom¨ªa, en una sociedad arcaica regida por leyes ancestrales.
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