El pintor Roberto Matta expone en Vitoria 82 obras realizadas en la ¨²ltima d¨¦cada

El arquitecto y pintor Roberto Matta, considerado como el ¨²ltimo de los surrealistas, inaugur¨® el jueves en Vitoria la primera exposici¨®n antol¨®gica, con 66 cuadros y 16 litograf¨ªas, desde que en 1983 Barcelona, Valencia y Madrid vieran pasar por sus salas la retrospectiva Mediterr¨¢neo verbo Am¨¦rica. Matta, de origen chileno, rechaza, a los 79 a?os de edad, autodenominarse surrealista. "Dal¨ª convirti¨® ese movimiento en un chiste y luego se lo comi¨®. A m¨ª lo que me interesa del surrealismo es el intrarrealismo". La muestra se montar¨¢ pr¨®ximamente en Madrid y en Sevilla.

La exposici¨®n, colgada en la sala de la Caja Vital con el nombre de Amusatevi -"de divertirse, aunque aqu¨ª podr¨ªa ser de musa, de las diferentes musas que andan por ah¨ª", dice Matta-, agrupa un total de 82 obras, entre dibujos a la cera y las 16 litograf¨ªas inspiradas en el Quijote. Las litograf¨ªas muestran episodios de Don Quijote y Sancho Panza desde la perspectiva del autor, con colores vivos e inscripciones. "Este libro es fant¨¢stico, lo he le¨ªdo tres veces". Cada una de las obras tiene un valor en el mercado que oscila entre los 10 millones y los 30 millones de pesetas.Roberto Matta se declar¨® en Vitoria como un "intrarrealista", persona que expresa a traves del arte todas aquellas cosas que modifican y afectan al ser humano pero que no se ven. "Todo lo que explica la f¨ªsica, las matem¨¢ticas, que nos modifican d¨ªa a d¨ªa, como el espacio, o lo microsc¨®pico, pero que no se ven". El autor se desmarc¨® de esa manera del surrealismo. "Dal¨ª se divirti¨® mucho, fue un genio y al final se convirti¨® en un payaso. Yo conoc¨ª a todos los surrealistas de Europa, pero ya no lo soy". Matta conoci¨® a Picasso y a Mir¨® en Par¨ªs en el a?o 1937, y a trav¨¦s de Garc¨ªa Lorca y Dal¨ª conoci¨® ese mismo a?o a Andr¨¦ Breton. Su fama es ya internacional en los sesenta y trabaja en proyectos en todo el mundo. En 1968 presidi¨® el congreso cultural de La Habana con un discurso titulado La guerrilla interior, hecho que imprime un nuevo car¨¢cter a su vida y que le lleva a viajar por Suram¨¦rica invitado por el presidente Allende.