Bioy Casares se propone, a los 76 a?os, escribir dos novelas y 14 cuentos
Semana de Autor sobre el escritor de "La invenci¨®n de Morel", tambi¨¦n candidato al Cervantes
A sus 76 a?os, el argentino Adolfo Bioy Casares tiene la impresi¨®n de "haber nacido ayer", y de que va a morir "antes de ayer", por lo que le acosa la urgencia de escribir las dos novelas y 14 cuentos que tiene en la cabeza. Ya casi no lee, lo cual en ¨¦l es asombroso. Escribe. Autor de una extensa obra en la que prima lo fant¨¢stico y el amor, protagonista de una privilegiada amistad con Borges, candidato al Premio Cervantes que se falla el jueves, Bioy Casares asiste desde ayer a la Semana de Autor en el Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana. Como siempre, se declara al¨¦rgico al poder y horrorizado ante la muerte.
Bioy sit¨²a el origen de su aver si¨®n por el poder en un primer d¨ªa de clase en el colegio, cuando ¨¦l se reincorpor¨® despu¨¦s de una enfermedad y el profesor le llam¨® a la pizarra a resolver una f¨®rmula de ¨¢lgebra. Seg¨²n cont¨® ayer, ¨¦l ni tan siquiera imaginaba que se pudiera hacer matern¨¢ticas con letras, pero durante una hora tuvo que sufrir las vejaciones" del profesor y las burlas de sus compa?eros.El poder es lo ¨²nico que pare ce tener la capacidad de impa cientar a Bioy, un hombre de famosa apostura y modales exquisitos, que responde con generosidad y timidez a la m¨¢s ret¨®rica de las preguntas. "Todos los poderes son antip¨¢ticos", dice. Y en otro momento: "Cada vez que he apoyado a un pol¨ªtico he tenido la ocasi¨®n de arrepentirme". Antes ha dicho: "Nos han ense?ado a desconfiar de todo. En qui¨¦nes podemos creer: ?En los pol¨ªticos? Ciertamente no. ?En los m¨¦dicos? Tampoco". Se llega a mo estar si se le insiste sobre la posibilidad de que un escritor tenga poder. "SI yo lo tuviera no sabr¨ªa ej e rcerlo". Y cuenta que ni siquiera cuando fue capit¨¢n de un equipo de f¨²tbol logr¨® una victoria.
Literatura deliberada
La respuesta sobre la "desconfianza en todo" vino a una pregunta sobre el prestigio de la ciencia -componente importan te en la literatura fant¨¢stica de Bioy-, alto cuando comenz¨® a escribir, en la primera mitad del siglo, y sobrepasado por la desconfianza en nuestro tiempo. "Uso la ciencia desaprensiva mente para mis relatos", dice "pero prefiero que no haya m¨¢quinas".La extensa literatura de Bioy es, desde una c¨¦lebre noche de conversaci¨®n con Borges, "deliberada". Esa noche el autor de La invenci¨®n de Morel se fue a la cama creyendo que hab¨ªa convencido a su amigo de las bondades de los ismos y dem¨¢s formas de escritura espont¨¢nea, que por lo dem¨¢s Borges ya hab¨ªa practicado de muy, muy joven. Pero se despert¨® convencido, como Borges, jue el escritor ha escribir con loda la claridad y bondad posil les, y de ah¨ª que laforma de su escritura sea cl¨¢sica.
"La literatura de vanguardia era encantadora", dice con esa suavec¨ªsima iron¨ªa que no le abandona un instante; "sobre todo para los cr¨ªticos y los historiado res de la literatura. En realidad la originalidad no se busca, sino que llega si uno es lo suficientemente honesto con su propia obra y escribe lo que tiene que escribir".
S¨®lo se siente c¨®modo en la ficci¨®n. Al hecho de que el ensayo le: produzca una inc¨®moda "conciencia de s¨ª mismo" se deber¨¢, en el futuro, la publicaci¨®n de tres libros de conversaciones con Borges, parte min¨²scula de los diarios que, desde los a?os cuarenta hasta 1968, Bioy escribi¨® para "ablandarse la mano" en g¨¦neros que no fuesen ficci¨®n.
Al igual que Rimbaud y Ver laine o Alvaro Mutis y Gabrie Garc¨ªa M¨¢rquez, no es posible hablar de Bioy Casares sin mencionar a Jorge Luis Borges -se conocieron en la casa de Victoria Ocampo en 1940-, pues su amistad fue tanta y tan larga que llega a entremezclar su obra: ambos firmaron con seud¨®nimos obras de literatura policiaca o fant¨¢stica, y se sorprendieron ante su ¨¦xito. "Nos reiamos rnu cho. Nos sorprendi¨® que a la gente les gustara, lo que fue tambi¨¦n una lecci¨®n de humildad pues Borges y yo creemos (sic) en la literatura deliberada [la mejor posible], y los cuentos eran muy convencionales".
La muerte
"La muerte de Borges me hizo sentir irreal", dice Bioy. "Uno no puede prepararse ante la muerte. Cuando se despidi¨® le dije: 'Ojal¨¢ te vaya bien'. El me respondi¨® que no le pod¨ªa ir bien, pues los m¨¦dicos le hab¨ªan quitado toda esperanza. ?Por qu¨¦ entonces marchar para morir lejos? Lo mismo da morir aqu¨ª que all¨¢, me respondi¨® Borges. Eso me pareci¨® irrefutable"."Mis ideas sobre la muerte siempre han sido espantosas", dice Bioy, y tras vacilar un segundo: "Creo que la literatura es una esperanza de camino para sortearla". ?Una m¨ªstica? "No. Para m¨ª no. No hay nada m¨ªstico en mi literatura. Es una vocaci¨®n. Puede haber tantas..."Candidato a los premios Pr¨ªncipe de Asturias y Cervantes, Bioy se siente afortunado por haber estado. siempre lejos de? lugar donde se fallaron los premios que le otorgaron, y que considera "un n¨²mero en una t¨®mbola". O, como la vez que le dieron en Italia el premio que hab¨ªa deseado con intensidad mientras sub¨ªa por el ascensor de su casa de Palermo, Buenos Aires, "un medio de romper la rutina".
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