"El plagio no existe"
"Mi amistad con Borges se inici¨® en casa de mi cu?ada Victoria Ocampo, donde se daba una fiesta en honor de un ilustre franc¨¦s, de paso por Buenos Aires; a m¨ª me invitaron porque era hijo de un amigo de este se?or", evoca Bioy en su casa llena de libros, en Buenos Aires. "Yo s¨®lo era un escritor joven y desconocido. Me sent¨¦ al lado de Borges y ¨¦l descubri¨® que yo hab¨ªa le¨ªdo much¨ªs*mo. La conversaci¨®n se prolong¨® durante horas, y Victoria [cu?ada de Bioy, casado con Silvina Ocampol se enfad¨® porque nos hab¨ªamos olvidado del invitado. Borges, ya casi ciego, tropez¨® con una l¨¢mpara, se enfureci¨® y organiz¨® un esc¨¢ndalo. Pero continuamos hablando"."Nos un¨ªa la literatura, pero la lectura era fundamentalmente nuestro tema de conversaci¨®n, hasta que mi t¨ªo, que ten¨ªa una industria de productos l¨¢cteos, nos pidi¨® que escribi¨¦ramos un folleto sobre el yogur. As¨ª que nos fuimos al campo, a Pardo, a una vieja casa en el Rinc¨®n Viejo, muy hermosa y aislada, que s¨®lo ten¨ªa un comedor y una chimenea encendida. El texto es espantoso, pero ya no se puede hacer nada. As¨ª que, como est¨¢bamos muy irritados con este trabajo, compusimos un soneto. Fue mi primer trabajo con Borges".
Le hubiera gustado ser futbolista, boxeador, donju¨¢n. Sobre todo le son indispensables el agua y el pan. Pero ha comprendido que con respecto a las mujeres es un escritor. "Cuando una chica no me amaba, yo sufr¨ªa mucho y entonces me pon¨ªa a escribir".
"El plagio no existe", afirma. "Julio Cort¨¢zar y yo escribimos un cuento, ¨¦l en Francia y yo en Buenos Aires. La persona estaba en el hotel Cervantes y o¨ªa que en la habitaci¨®n contigua hab¨ªa dos personas haciendo el amor. Ambos hab¨ªamos escrito el mismo cuento. Cuando lo hemos sabido, hemos considerado que ¨¦sta era una prueba m¨¢s de que ¨¦ramos amigos. Ninguno de los dos pens¨® en el plagio. El mundo es muy complicado, pero esto da un significado a las loter¨ªas".
Babelia
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