Los 100 refugiados africanos que ocupan un piso en la calle de G¨¦nova ser¨¢n desalojados ma?ana
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El propietario de los dos estudios del sexto piso de la finca n¨²mero 3 de la c¨¦ntrica calle de G¨¦nova, donde se han ido acumulando para pernoctar desde hace dos meses m¨¢s de 100 refugiados africanos les anunciar¨¢ hoy que est¨¢ a punto de terminar el plazo marcado en el contrato para su permanencia all¨ª y que, por tanto, tienen que desalojar ma?ana la vivienda. Alfonso Garc¨ªa Montalvo se ha visto presionado por los vecinos del inmueble, que se consideran los ¨²nicos perjudicados. Los dos inquilinos de los despachos situados junto a los apartamentos cedidos lo han Nevado a los tribunales.
Por otro lado, Eduardo Mencos Vald¨¦s, que ha facilitado gratuitamente un s¨®tano de su propiedad a unos ciento treinta africanos residentes habituales de la plaza de Espa?a, se enfrent¨® ayer con el concejal del distrito Centro, ?ngel Matanzo, a quien no dej¨® entrar en el local. El Ayuntamiento ha ordenado la paralizaci¨®n de las obras de adaptaci¨®n que se estaban realizando en su interior.Un portavoz de la Asociaci¨®n Mediadora de Problemas Africanos en Espa?a (AMPAE) confirm¨® que "ni se van a paralizar las obras, porque s¨®lo se est¨¢n haciendo dos cuartos de aseo, ni los africanos abandonar¨¢n este local mientras no encuentren un sitio mejor". La asociaci¨®n convoc¨® a la prensa para aclarar que las "buenas intenciones" del propietario nada tienen que ver con sus relaciones con los seis inquilinos de renta antigua que denunciaron la situaci¨®n al Ayuntamiento.
Mencos mantiene que le parec¨ªa injusto tener desocupado el s¨®tano cuando se acercaba el invierno y 10 africanos hab¨ªan sido hospitalizados por el fr¨ªo. Mencos asegura haber firmado el contrato de cesi¨®n gratuita "basado en la confianza de darles una oportunidad" y en "haberles visto comportarse con un civismo extraordinario".
Uno de los vecinos con renta antigua de este edificio, inferior a mil pesetas por un piso de casi doscientos metros junto a la calle de la Princesa, reconoci¨® la posible injusticia de este alquiler tan bajo, pero no admiti¨® como v¨¢lida la versi¨®n humanitaria ofrecida por el propietario. "El objetivo es que los negros provoquen altercados y nosotros nos veamos obligados a marchamos", se?al¨®.
Acumulaci¨®n de gente
El jueves pasado, en la ¨²ltima reuni¨®n de la comunidad de vecinos del n¨²mero 3 de la calle de G¨¦nova, Carlos Montero explic¨®, en su calidad de presidente, los pormenores de las negociaciones emprendidas con Alfonso Garc¨ªa Montalvo para poner fin a lo que consideran una pesadilla. Los seis propietarios dedicaron buena parte de la sesi¨®n a glosar algunos de los problemas ocasionados desde la llegada de los africanos, la mayor¨ªa de ellos derivados de la acumulaci¨®n de gente en un espacio que no supera los cincuenta metros cuadrados y sin posibilidades para mantener la m¨¢s m¨ªnima higiene.La psic¨®loga infantil Mar¨ªa Teresa Mart¨ªn y Santos Gil P¨¦rez, en nombre de la empresa de aire acondicionado Inmacesa, que ocupa el otro despacho alquilado, han interpuesto acciones judiciales imputando coacci¨®n por parte del propietario para obligarles a abandonar unos apartamentos por los que pagan rentas antiguas.
Un hijo de Alfonso Garc¨ªa Montalvo adelant¨® que su padre, que no pudo ser localizado por este peri¨®dico, comunicar¨¢ hoy a los africanos que el d¨ªa 15 termina el plazo marcado para el disfrute de los pisos y les dar¨¢ 24 horas antes de desalojarlos. Al¨ª Suleim¨¢n Naser, el liban¨¦s portavoz de los residentes, no ten¨ªa ayer noticia de este hecho.
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