El movimientos de los estudiantes franceses se desinfla entre expectativas y desilusi¨®n
"Nada volver¨¢ a ser como antes", declar¨® ayer Gilles Naudet, uno de los estudiantes que participaron en la sentada convocada ayer en el parisiense Campo de Marte por el movimiento de los alumnos de la ense?anza media francesa. Gilles expres¨® as¨ª su amargura por la escasa participaci¨®n en la sentada, apenas unos millares de j¨®venes, much¨ªsimos menos que la marea humana que el pasado lunes se manifest¨® en la capital francesa. "Los gamberros que el lunes reventaron nuestra manifestaci¨®n han desmoralizado a la mayor¨ªa de los compa?eros", explic¨® Gilles. Tambi¨¦n en menor cuant¨ªa hubo ayer violencia en Par¨ªs. Al menos 48 j¨®venes detenidos, una veintena de heridos leves, escaparates rotos y 25 veh¨ªculos volcados.
Al cabo de una hora de sentada al pie de la torre Eiffel, los estudiantes intentaron forzar la celebraci¨®n de una manifestaci¨®n. Pero las fuerzas antidisturbios, esta vez presentes con ostentaci¨®n, se lo impidieron sin mayores problemas."Los estudiantes de los liceos tienen miedo a participar en nuevas protestas callejeras. Todos nosotros estamos en contra de: la violencia", afirmaba entristecido Gilles Naudet.
Es dif¨ªcil saber si el pinchazo de la convocatoria de ayer significa el principio de la desmovilizaci¨®n estudiantil. En todo caso, es evidente que el violento final de la manifestaci¨®n del lunes, por completo ajeno a la voluntad de los estudiantes; la comprensi¨®n mostrada por el presidente Fran?ois Mitterrand hacia la reivindicaci¨®n juvenil de una mejora de las condiciones materiales y de seguridad en los liceos p¨²blicos; la oferta del primer ministro Michel Rocard de 4.500 millones de francos suplementarios para la reforma de esos centros, y el comienzo de un di¨¢logo con el ministro de Educaci¨®n Lionel Jospin, han restado ardor a los estudiantes.
Negociaci¨®n
En la sede del Ministerio de Educaci¨®n, en la calle de Grenelle, el ministro Lionel Jospin negocia desde el pasado jueves con unos estudiantes apadrinados por Mitterrand la renovaci¨®n material de los establecimientos escolares y la concesi¨®n de libertadesd de expresi¨®n y asociaci¨®n a los alumnos.Jospin, un hombre crispado en las ¨²ltimas semanas ante el espect¨¢culo de las decenas de millares de estudiantes en las calles, comienza a respirar. El movimiento ha terminado en su terreno: el de las largas sesiones de negociaci¨®n en un despacho oficial. Parad¨®jicamente, al ministro de Educaci¨®n le han venido como agua de mayo los incendios y pillajes provocados por los zul¨²es, esos j¨®venes marginados que ha alterado el esp¨ªritu de las, en principio, pac¨ªficas acciones callejeras de los alumnos de los liceos.
Y sin embargo, como revela el diario Le Monde, Jospin no deber¨ªa haber sido sorprendido por la revuelta estudiantil. Un informe del pasado Julio de la Inspecci¨®n General de la Ense?anza afirmaba que la poblaci¨®n de los liceos hab¨ªa aumentado entre un 30% y un 50% en los ¨²ltimos cinco a?os, y que los centros presentaban en general una situaci¨®n de "vetustez, obsolescencia e inadaptaci¨®n".
Por otra parte, 800 alumnos de 16 a 18 a?os del Liceo Franc¨¦s de Barcelona realizaron huelga en la ma?ana de ayer en solidaridad con el movimiento estudiantil franc¨¦s y las reivindicaciones que plantean al Gobierno de Michel Rocard. Los estudiantes acudieron al centro, pero no asistieron a clase y se reunieron para discutir sus problemas.
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