La Constituci¨®n perdida
El presidente George Bush y la embajadora Shirley Temple no fueron los dos ¨²nicos norteamericanos invitados de honor ayer. Herman Schwartz, un profesor de la escuela de leyes de la American University (AU) de Washington, tambi¨¦n sigui¨® de cerca el aniversario del triunfo democr¨¢tico de Vaclav Havel. Schwartz es uno de los responsables de un grupo internacional de expertos en pol¨ªtica y derecho internacional que trata de poner hilo a una aguja muy punzante: crear un documento legal que consolide la democracia en este pa¨ªs.
La b¨²squeda de la Constituci¨®n perdida es "un trabajo dif¨ªcil y complejo debido a las diferencias culturales, hist¨®ricas y econ¨®micas entre los eslovacos y los checos", asegura Schwartz, un jud¨ªo neoyorquino de 58 a?os de edad, y un conocido activista en la lucha por las libertades civiles en Estados Unidos.
Invitado personalmente a Praga por el propio Havel, Schwartz se declara "todav¨ªa sorprendido por el rumbo que ha tomado la historia en esta parte del mundo", aunque no oculta sus temores por esta r¨¢pida metamorf¨®sis".
"Durante los ¨²ltimos 45, a?os, Checoslovaquia y los dem¨¢s pa¨ªses del Este europeo han sufrido una destrucci¨®n total, econ¨®mica, ambiental y moral, y han vivido en una continua mentira, de ah¨ª la tremenda importancia de un texto que garantice el triunfo democr¨¢tico", comenta el profesor de la AU. Adem¨¢s de sonre¨ªr cuando le preguntan qu¨¦ hace un norteamericano trabajando en ese texto constitucional, Schwartz explica que ¨¦l no es el primer caso. "La Constituci¨®n checoslovaca de 1920 fue un texto conjunto creado por Thomas Masarik [fundador de la primera Rep¨²blica checoslovaca al t¨¦rmino de la Primera Guerra Mundial] y el presidente Woodrow Wilson", declara.
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