Par¨¢bola de peque?as claves
Columbi lapsus"Se equivoc¨® la paloma", ser¨ªa la traducci¨®n libre de este t¨ªtulo. La paloma del Esp¨ªritu Santo, traduciendo tambi¨¦n las ligeras claves con que la obra apenas disfraza el suceso que cuenta y comenta. Se pos¨® esa paloma sobre el cardenal Luciani y le hizo papa. Unos d¨ªas despu¨¦s, hubo que rectificar el error; muri¨® Luciani, y le sucedi¨® Wojtyla que era, indudablemente, el eficaz, el ¨²til, el capaz de cambiar el mundo, o ayudar a cambiarlo en el sentido que la ideolog¨ªa mundial conservadora se propon¨ªa, como se ha comprobado despu¨¦s.La idea de que a Luciani le asesinaron comenz¨® a emitirse inmediatamente despu¨¦s de su muerte; en reportajes, art¨ªculos, libros, y tambi¨¦n en el teatro (El candidato de Dios, de Basurto, representada en Espa?a hace tres a?os). De todo esto no ha habido ninguna prueba.
De Els Joglars (Teatre Nacional de Catalunya)
Int¨¦rpretes: Jes¨²s Agelet, Eduard Fern¨¢ndez, Ram¨®n Fontser¨¦, Montse P¨¦rez, Jordi Purti, Pilar Saenz, Joan Serrats, Xevi Vila. Espacio esc¨¦nico y direcci¨®n: Albert Boadella. Festival de Oto?o de Madrid. Teatro Alb¨¦niz, 21 de noviembre.
Boadella transcribe el posible suceso con peque?as claves. Vaticano, alto clero, asesinos tienen nombre paralelos como los personajes. No lo hace, seguramente, como reserva o defensa jur¨ªdica, sino porque es un recurso literario: el p¨²blico goza m¨¢s con ello. Como con el italiano macarr¨®nico en que est¨¢ escrita toda la obra, que corresponde a un estilo ling¨¹¨ªstico de Boadella, con el que resuelve su compromiso natal y pol¨ªtico con dos o tres idiomas.
La situaci¨®n teatral es, por lo tanto, simple: el buen papa -el "master", en la obra- sobra, le echan veneno en el caf¨¦ -la mafia, la CIA, el clero bancario y economista- y aparece, entre humos, el polaco. Lo dem¨¢s es una colecci¨®n de escenas sueltas, apuntes, chistes, burlas, como variaciones del gran tema. Todo mas o menos corrosivo, mas o menos divertido. Siempre con el acierto de Boadella y Els Joglars en la teatralidad que les es propia; y con una terminaci¨®n de espect¨¢culo que resulta excelente. Y con sus ideas libertarias y abiertas: sanas, desde puntos de vista que comparto y que comparte su p¨²blico, a juzgar por el regocijo com¨²n. Boadella encarn¨® circunstancialmente la campa?a por la libertad de expresi¨®n -perseguido en los ¨²ltimos momentos del franquismo por La torna- y qued¨® mitificado: nunca deja de responder a su imagen, y eso es una virtud rara en nuestro tiempo.
Columbi lapsus no es, probablemente, la mejor obra de Boadella; pero s¨ª es mejor que algunas de las ¨²ltimas, y supone una especie de recuperaci¨®n. Sigue siendo un gran hombre de teatro, un renovador, y se le agradece. Queda dicho que tuvo un gran ¨¦xito: por la obra y por la ideolog¨ªa c¨®micamente esparcida a lo largo de ella, y tambien como compensaci¨®n al juego de persecuciones de los bienpensantes que siguen sin querer abandonar su antigua presa.
Babelia
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