Cuestiones sobre Izquierda Unida y la alternativa
Bajo el ep¨ªgrafe Debate tras el hundimiento del 'socialismo real', EL PA?S del 16 de noviembre insertaba un art¨ªculo del profesor Ces¨¢reo R. Aguilera Prat, titulado Ad¨®nde va Izquierda Unida, que me anima a polemizar con alguno de sus puntos de vista.El art¨ªculo -cuya lectura recomiendo para entender mejor mis observaciones- considera que los principales problemas de IU "... son los derivados de su estructura, su proyecto y su pol¨ªtica. ( ... ) El principal l¨ªmite de IU es su actual car¨¢cter de coalici¨®n de partidos, con la presencia simb¨®lica de independientes. ( ... ) El trasfondo del debate es, claro est¨¢, la conversi¨®n de IU en partido unificado, pero la ¨¦lite comunista y el grueso de la militancia se oponen hoy a esta salida. ( ... ) No obstante, IU todav¨ªa puede estar a tiempo de tener su papel si sabe renovarse y avanzar en la audaz l¨ªnea propuesta por Occhetto".
Como vemos, el profesor Aguilera Prat est¨¢ por la conversi¨®n de IU en un partido pol¨ªtico. Y sobre la pol¨ªtica del nuevo partido, el art¨ªculo dice: "El endeble proyecto pol¨ªtico de los comunistas espa?oles es la superposici¨®n de elementos viejos y nuevos: no se puede mantener un pie en la Revoluci¨®n de Octubre y otro en los nuevos movimientos sociales. ( ... ) Las grandes l¨ªneas del nuevo partido de la izquierda deber¨ªan ser profundizar y renovar la democracia, combatir las tendencias olig¨¢rquicas, potenciar las libertades, favorecer una redistribuci¨®n econ¨®mica y social equitativa, preservar el medio ambiente y el equilibrio territorial".
Son puntos de vista respetables y, sin duda, representativos de un sector de opini¨®n de IU, pero que no comparto.
Alternativa de izquierda
Los comunistas de Europa occidental -desde los franceses hasta los portugueses, pasando por los italianos y los espa?oles-, a pesar de las diferencias existentes entre nosotros, proclamamos perseguir a medio plazo un objetivo com¨²n: articular una alternativa de izquierda a la hegemon¨ªa que tienen en nuestros pa¨ªses -y en la Europa comunitaria- las fuerzas sociales y pol¨ªticas liberal-conservadoras, incluso donde los socialistas gobiernan en solitario, como ocurre en Francia o Espa?a.
?ste es un objetivo alcanzable a medio plazo porque sociol¨®gicamente las izquierdas son mayoritarias en nuestros pa¨ªses. Y es obvio que pol¨ªtica de izquierda es la que favorece a dichas mayor¨ªas, y de derecha, la que lo hace a la minor¨ªa prIvilegiada. Sucede, sin embargo, que la mayor¨ªa sociol¨®gica no es equivalente de la pol¨ªtica, pues millares de hombres y mujeres, parte de la mayor¨ªa sociol¨®gica no participan en la vida pol¨ªtica o votan en las elecciones candidaturas de derecha o de partido socialistas que, cuando gobiernan, mantienen el r¨¦gimen o estado de cosas imperante, que no aspiran a transformar, sino a dulcificarlo o hacerlo menos malo.
Mayor¨ªa pol¨ªtica
La alternativa de izquierda es por ello la f¨®rmula, o conjunto de f¨®rmulas, para convertir la mayor¨ªa sociol¨®gica realmente existente en mayor¨ªa pol¨ªtica.
Teniendo en cuenta que los partidos socialistas, comunistas y otros que se consideran de izquierdas no tienen en sus filas sino un peque?o numero de las personas de izquierda, ya que la mayor¨ªa de ¨¦stas no milita en partidos, somos muchos los que creemos que la alternativa de izquierda no se construir¨¢ s¨®lo con partidos. Habr¨¢ de implicarse en ella, de uno u otro modo, a organizaciones o movimientos sociales y culturales, y conquistar el apoyo activo de hombres y mujeres que no est¨¢n en organizaci¨®n o movimiento alguno, pero que en su lugar de trabajo y en el medio en que se desenvuelven son ejemplo e influyen sobre la mayor¨ªa no organizada. Por eso coincido con el profesor Aguilera Prat en que IU no puede ser una suma de peque?os partidos ni el PCE con otra fachada y denominaci¨®n.
Pero, a mi juicio -y aqu¨ª est¨¢ mi principal divergencia con su art¨ªculo-, la alternativa de izquierda no puede asentarse en un partido, sino en una formaci¨®n pol¨ªtica plural en la que puedan participar, con el grado de corresponsabilizaci¨®n que prefieran, partidos pol¨ªticos, movimientos sociales, entidades profesionales, culturales y otras, as¨ª como personas a t¨ªtulo individual, en un marco organizativo democr¨¢tico y flexible, sin cuotas de poder ni centralismo burocr¨¢tico. Un marco organizativo compatible con la doble militancia, que no obligue a nadie a dejar de ser o de sentirse comunista, socialista, republicano, feminista, ecologista, etc¨¦tera. La experiencia muestra que son mayor¨ªa los que no quieren militar en un partido y que los militantes de ¨¦stos no aceptan f¨¢cilmente dejar su partido para entrar en otro.
Un partido no puede ser casa com¨²n de la izquierda. Si el nuevo partido propuesto por Occhetto se constituye en Italia como se prev¨¦, en el pr¨®ximo congreso del PCI se plantear¨¢ sin duda, como una de sus tareas prioritarias, discutir con los otros partidos y organizaciones de izquierda la v¨ªa a seguir para coordinar sus esfuerzos con el fin de arrebatar la hegemon¨ªa pol¨ªtica a la Democracia Cristiana.
Un precedente hist¨®rico de la formaci¨®n pol¨ªtica que, a mi juicio, deber¨ªa proponerse edificar IU podr¨ªa ser la Asamblea de Catalu?a, con la ventaja de que ahora no habr¨ªa que temer represi¨®n policiaca ni ser¨ªa necesario actuar en la clandestinidad. Su lema program¨¢tico, Libertad, amnist¨ªa y estatuto de autonom¨ªa, condensaba a comienzos de los setenta los anhelos prioritarios de partidos, entidades y personas, tanto de izquierda como de centro y derecha, contrarios a la dictadura. Elaborar hoy una s¨ªntesis program¨¢tica equivalente a aquella, v¨¢lida para todas las izquierdas, ser¨¢ una labor compleja, que habr¨¢ de hacerse en un proceso, aceptando que tanto los objetivos pol¨ªticos como las formas de acci¨®n y de organizaci¨®n deber¨¢n enriquecerse y modificarse de acuerdo con lo que aconseje la experiencia y los cambios que puedan producirse, respetando siempre la voluntad de la mayor¨ªa.
Base program¨¢tica
Los objetivos que se?ala en suart¨ªculo el profesor Aguilera Prat, m¨¢s el Estado federal, la unidad europea, el desarme y la seguridad compartida, podr¨ªan ser -son ya- base program¨¢tica de IU. Sus l¨ªmites explican, sin embargo, por qu¨¦ el PCE debe seguir existiendo para propagar y ganar adeptos para el socialismo, para la futura sociedad sin explotadores a que aspiramos los marxistas.
Aun adoptando un programa aceptable para todas las izquierdas, la nueva formaci¨®n deber¨ªa proclamar que se propone defender prioritarlamente los intereses de los trabajadores, de los pobres y los marginados, y que su meta final es un mundo solidario, sin guerras ni opresi¨®n; es decir, la utop¨ªa que movi¨® a los protagonistas de la Comuna de Par¨ªs y la Revoluci¨®n de Octubre, a los constructores del movimiento obrero y revolucionario, que desde la mitad del siglo XIX combate por una sociedad de libres e iguales que a¨²n est¨¢ lejos, pero que luchando por ella impulsa el mundo hacia adelante.
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