Gladio, un misterio de la guerra fr¨ªa
La trama secreta coordinada por mandos de la Alianza Atl¨¢ntica comienza a salir a la luz tras cuatro d¨¦cadas de actividad
Investigando con la terquedad que le ha granjeado su fama de duro, el juez instructor de Venecia Felice Casson, un profesional de 37 a?os que ya se ha topado, pese a su juventud, con los casos m¨¢s espinosos, descubri¨® el pasado verano la existencia de una misteriosa operaci¨®n Gladio (del lat¨ªn gladium, espada corta), con todos los ribetes de una suerte de guerrilla anticomunista. En los archivos de los servicios secretos italianos obtuvo Casson los primeros indicios, que no tardaron en generar un esc¨¢ndalo en ese pa¨ªs, donde esta red secreta fue vinculada con acciones de desestabilizaci¨®n pol¨ªtica, ante el silencio inicial y los confusos testimonios de ex jefes de Gobierno y responsables e integrantes de la red de gladiadores.
Hasta que el primer ministro Giulio Andreotti levant¨® el secreto de Estado y admiti¨® a finales de octubre pasado, ante el Parlamento, la existencia de una red clandestina vinculada a la OTAN, creada hace cuatro d¨¦cadas ante una posible invasi¨®n del Ej¨¦rcito Rojo. Andreotti no precis¨® la actividad desarrollada por esta organizaci¨®n -fuera del control de las autoridades- en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, en las que Italia fue sacudida por graves atentados, muchos de ellos sin aclarar.
De Italia a B¨¦lgica, y de este pa¨ªs al resto de los miembros de la Alianza Atl¨¢ntica, la existencia de esta red de informaci¨®n y de transmisiones codificadas por radio -dotada de una trama para facilitar evasiones y otra para entrenamiento en acciones de sabotaje- fue generando en los ¨²ltimos dos meses algunas precisiones oficiales y numerosas versiones, casi siempre confusas o improbables.
S¨ª parece cierto que Gladio dispuso en varios pa¨ªses de dep¨®sitos clandestinos de armas, que, seg¨²n fuentes coincidentes, no han sido repuestos desde hace tiempo. La organizaci¨®n tuvo entre sus objetivos, seg¨²n Guy Coeme., ministro de Defensa belga, "impedir el acceso de la ¨ªzquierda al poder".
En Espa?a, el Gobierno decidi¨® en 1986 no participar en el comit? secreto de la OTAN que coordinaba la acci¨®n de Gladio, por lo que no lleg¨® a conocer la envergadura de esta organizaci¨®rt paramilitar, seg¨²n un portavoz del Ministerio de Defensa. Sin embargo, antiguos agentes secretos se han refrido a una conexi¨®n espa?ola de la red europea que habr¨ªa operado durante el franquismo [ver EL PA?S del domingo 25 de noviembre].
El s¨ª de la OTAN
El Supreme Headquarters Allied Powers Europe (SHAPE), mando militar supremo de la OTAN, coordinaba las acciones de Gladio, seg¨²n revel¨® el secretario general de la Alianza Atl¨¢ntica, Manfred W¨®rner, en una reunion con los embajadores de los 16 pa¨ªses aliados. W?rner hab¨ªa pedido tiempo para averiguar acerca de una cuesti¨®n que dijo "desconocer por completo". Las precisiones fueron aportadas en un Consejo Atl¨¢ntico a nivel de embajadores que, seg¨²n algunas fuentes, se celebr¨® el pasado 7.
El secretario general de la OTAN dijo en esa reuni¨®n a puerta cerrada que los mandos militares consultados (concretamente el general John Galvin, comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa) hab¨ªan se?alado que el SHAPE coordinaba las acciones de Gladio. La posici¨®n oficial desde entonces fue que la OTAN no comenta secretos oficiales:
Italia, por partida doble
En toda la compleja historia de Gladio, la madeja se ha complicado doblemente en Italia ante la sospecha de que en realidad pudieran haber existido dos Gladios: uno oficial, "legal pero clandestino", vinculado con la OTAN y con otros pa¨ªses europeos; y otro, doblemente "secreto", m¨¢s bien relacionado con los servicios norteamericanos. El primero, destinado oficialmente a defender el pa¨ªs contra una hipot¨¦tica invasi¨®n, estaba formado por 622 personas, militares y civiles patriotas, que no se conoc¨ªan entre s¨ª y eran entrenados en una base de Cerde?a.
El segundo estar¨ªa formado por "cinco escuadrillas" de "guerrilla" con un total de 3.000 hombres, de extracci¨®n ultraderechista, que estaba en conexi¨®n con Gladio uno.
Alemania, sin esc¨¢ndalo
"En los a?os cincuenta, en Alemania Occidental, al igual que en otros pa¨ªses de la Alianza Atl¨¢ntica, se tomaron precauciones para asegurarse de que podr¨ªa seguirse obteniendo informaci¨®n de espionaje incluso despu¨¦s de que el pa¨ªs hubiera sido ocupado por una potencia enemiga". En estos t¨¦rminos el ministro portavoz del Gobierno de Bonn, Hans Klein, confirm¨® la existencia de una organizaci¨®n de resistencia secreta relacionada con Gladio.
Partiendo de que el teatro de operaciones de una eventual confrontaci¨®n entre la OTAN y el Pacto de Varsovia iba a ser primordialmente el territorio de la antigua Rep¨²blica Federal de Alemania, el descubrimiento de la mencionada red secreta no ha causado en el pa¨ªs la misma pol¨¦mica que en otros lugares de Europa. El esc¨¢ndalo, en todo caso, surgi¨® en relaci¨®n a las informaciones ofrecidas en un programa de la cadena privada de televisi¨®n RTL en el que s¨¦ apuntaba hacia la presencia de antiguos nazis, y m¨¢s concretamente a oficiales de las Waffen-SS hitlerianas, en esta red. Una cuesti¨®n que no fue ni negada ni con firmada por Klein.
Las sospechas levantadas por la oposici¨®n socialdem¨®crata apuntan m¨¢s hacia la misi¨®n de esta red, que seg¨²n el SPD estaba destinada m¨¢s a combatir a un supuesto enemigo interior que a un ej¨¦rcito de ocupaci¨®n.
B¨¦lgica, la presidencia
El pasado 9 de noviembre, el primer ministro belga, Wilfried Martens, y el titular de Defensa Guy Coeme, admitieron p¨²blica mente que la red estaba dirigida por los responsables de los servicios secretos militares y actuaba coordinadamente en diferentes pa¨ªses europeos.
Esa actuaci¨®n conjunta se inici¨®, al parecer, en 1952. El general Raymond van Calster, jefe del servicio belga de informaci¨®n militar, es quien preside actualmente el comit¨¦ europeo (el puesto es rotatorio cada dos a?os). La ¨²lt¨ªma reuni¨®n del mismo se celebr¨® a finales de octubre en Bruselas.
Francia, en hibernaci¨®n
El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, no dio tiempo a que se desencadenara un esc¨¢ndalo en su pa¨ªs. ?l mismo confirm¨® que, en efecto, exist¨ªa una versi¨®n francesa de la red Gladio -"una versi¨®n m¨¢s bien muerta", dijo-, y que hab¨ªa ordenado su inmediato desmantelamiento.
El pasado 12 de noviembre, el ministro de Defensa Jean-Pierre Chev?nement anunci¨® oficialmente la disoluci¨®n, 10 d¨ªas atr¨¢s, del equivalente franc¨¦s de Gladio. "Es cierto", dijo, "que en los a?os cincuenta se cre¨® una estructura clandestina para permitir el enlace con el Gobierno en caso de que ¨¦ste tuviera que refugiarse en el extranjero a causa de la invasi¨®n de Francia". "Esta estructura", a?adi¨®, "llevaba en los ¨²ltimos tiempos una existencia de hibernaci¨®n, y Jam¨¢s fue verdaderamente grande y activa".
En sus primeros a?os de existencia, una peque?a organizaci¨®n creada en 1948 con el nombre de Arc-en-Ciel (Arco Iris) o Mission 48, cooper¨® estrechamente con los servicios de espionaje brit¨¢nico y norteamericano. En 1958, tras el regreso del general De Gaulle al poder y el comienzo de una pol¨ªtica militar relativamente aut¨®noma, la organizaci¨®n se convirti¨® en puramente francesa, aunque sigui¨® manteniendo una coordinaci¨®n con los aliados a trav¨¦s de la red Gladio.
Portugal, un interrogante
Miembro fundador de la OTAN, Portugal fue el ¨²nico pa¨ªs de la Alianza en el que la instauraci¨®n de un r¨¦gimen comunista lleg¨® a ser dada como hecho consumado durante los gobiernos presididos por el coronel Vasco Gon?alves, entre septiembre de 1974 y agosto de 1975, despu¨¦s de la revoluci¨®n de los claveles. Este fue conjurado despu¨¦s de los a¨²n mal aclarados acontecimientos de noviembre de 1975: tentativa de golpe de Estado de la extrema izquierda militar, seguida de un contragolpe de militares moderados. Entre el 11 de marzo de 1975 y el 25 de noviembre del mismo a?o, Portugal vive su verano caliente, que parece una versi¨®n concentrada de la estrategia de la tensi¨®n. El actual Gobierno dice que "no conoce la existencia de ninguna organizaci¨®n secreta" como Gladio.
Tambi¨¦n en el Reino Unido y en Dinamarca, la respuesta oficial ha sido que no se comentaban secretos oficiales.
Grecia, acuerdo con la CIA
El ministro de Defensa de Grecia, Yanis Barbitsiotis, reconoci¨® ante el Parlamento la existencia de un acuerdo secreto entre el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas griegas y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de 1955, que inclu¨ªa la organizaci¨®n de grupos paramilitares, especialmente de paracaidistas y saboteadores, que operar¨ªan en caso de guerra, sin especificar el enemigo. Tras la insistencia de la oposici¨®n comunista en que se investigue el acuerdo secreto -paralelo a la red Gladio-, el Gobierno conservador orden¨® la semana pasada una encuestra.
El citado acuerdo fue congelado en 1974 por los conservadores y suspendido en 1984 por los socialistas, seg¨²n el ministro.
Holanda, sin influjo
Operaciones e Informaci¨®n (OEI), el grupo militar secreto organizado por Holanda para actuar en caso de guerra, no cay¨® nunca bajo el influjo de la OTAN. Sus dep¨®sitos de armas y municiones, de los que queda todav¨ªa uno, ya no aparecen en bosques o fincas, sino en un terreno escogido por el Ministerio de Defensa. Tampoco ha realizado operaciones ilegales o recopilado informes especiales en tiempo de paz. Durante las cuatro ¨²ltimas d¨¦cadas, OEI ha centrado sus actividades en la preparaci¨®n de sus miembros para una posible ocupaci¨®n del pa¨ªs.
Estas afirmaciones fueron realizadas por el primer ministro democristiano, Ruud Lubbers, ante el Parlamento el pasado 21 de noviembre, en un tenso debate en el que subray¨® que el origen de la red estaba en la Holanda ocupada por los alemanes.
Aunque confirmada la presencia de Gladio en pa¨ªses europeos, son m¨¢s las preguntas sin respuesta que las certezas sobre esta misteriosa organizaci¨®n, "clandestina pero legal", seg¨²n algunas fuentes oficiales. En los ¨²ltimos d¨ªas, esta red de la OTAN ha sido sugestivamente declarada disuelta por varios Gobiernos, cuando hasta ayer era s¨®lo inexistente.
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