La novela 'El nombre de la rosa' cumple una d¨¦cada con 10 millones de ejemplares vendidos
Umberto Eco reconoce que la obra, traducida a 30 lenguas, ha cambiado su vida
Umberto Eco, el semi¨®logo m¨¢s famoso del mundo, artista de la iron¨ªa, poco propenso a conceder entrevistas, ha querido comentar en una larga conversaci¨®n con Giorgio Calcagno, del diario La Stampa, propiedad de Fiat, lo que en su vida ha cambiado el eco mundial que ha suscitado en el mundo su primera novela, El nombre de la rosa, aparecida hace ahora 10 a?os. Lleva vendidos, en la traducci¨®n a 30 lenguas -la ¨²ltima, en vietnamita-, 10 millones de ejemplares.
"Me siento como atravesado", ha afirmado Eco, "por la doble y paralela fantas¨ªa de haber escrito cosas bellas y porquer¨ªas inmundas". Y explica que se ha cortado la barba porque as¨ª cuando la gente se encuentra con ¨¦l, en vez de hablarle de sus novelas le pregunta por qu¨¦ se ha afeitado.Ha cambiado de cara y de casa, ya que acaba de comprarse una en Mil¨¢n (hasta ahora viv¨ªa en alquiler), enfrente del castillo de Sforzesco. Lo primero que ha colocado ha sido su inmensa biblioteca, con 715 metros de libros y con una parte dedicada exclusivamente a los "libros escritos sobre mis libros", dice, a?adiendo que le es imposible leerlos todos.
Eco, que hab¨ªa escrito su primera famos¨ªsima novela cuando, a los 48 a?os, era conocido s¨®lo como un int¨¦ligente catedr¨¢tico de semi¨®tica afirina que aquella novela, El nombre de la rosa, y m¨¢s tarde la segunda, El p¨¦ndulo de Foucault, le han cambiado la vida, ya que ahora necesita dedicar cuatro horas al d¨ªa s¨®lo para despachar la correspondencia; porque si se encuentra con una mujer fabulosa no puede llev¨¢rsela al bar, ya que al d¨ªa siguiente saldr¨ªa en los peri¨®dicos. Y adem¨¢s le ha ocurrido una cosa curiosa: "No puedo ya leer las novelas contempor¨¢neas de los otros". Y a?ade: "Ahora comprendo por qu¨¦ los pintores se odian tanto entre ellos, y lo mismo los escritores", aunque puntualiza como un enigma: "Yo no los leo por desinter¨¦s, sino por respeto".
A?os de gloria
Estos 10 a?os de gloria han hecho tambi¨¦n envejecer al gran Umberto Eco, que se aproxima a los sesenta: "Yo estoy haciendo la experiencia de la madurez avanzada, del envejecimiento, hacia el futuro, la muerte. S¨®lo los imb¨¦ciles no lo advierten".El semi¨®logo, que fuma tres paquetes de cigarrillos al d¨ªa, insiste en que la fama ha empobrecido su vida, que ya ni va al cine ni tiene paz con el tel¨¦fono, cosa que, asegura, "recae sobre toda la familia". Pero si el autor de Apocal¨ªpticos e integrados, y Tratado de semi¨®tica general ha empobrecido su vida por una parte, por otra la ha enriquecido de dinero, al haberse hecho un milionario.
"'Pero la medida de mi riqueza la advierto s¨®lo en que puedo usar el taxi sin preocupaciones por el ahorro; o subirme a un tren sin haber hecho la cola para el billete, porque puedo pag ar el suplemento de multa". Y a?ade que es "la comodidad de las cosas peque?as" lo que le ha dado sobre todo su nueva posici¨®n. Seg¨²n Umberto Eco, antes de ser rico dec¨ªa que lagente quer¨ªa serlo para tener caballos, champa?a y mujeres, y afirma: "A m¨ª no me gustan ni los caballos ni el champafi,a, y las mujeres, mientras puedes, las tienes gratis". Y se pregunta: "?Para qu¨¦ sirve tanto dinero? Antes ten¨ªamos dos coches", dice, "y ahora ya s¨®lo uno, porque en Mil¨¢n ni se puede usar".
Corbatas
Eco tiene una pasi¨®n: las corbatas bonitas, pero ahora que la fama lo ha obligado a estar encerrado en casa o a huir de la gente que lo persigue, las puede lucir menos que antes, y por lo que se refiere a los amigos, ahora se f¨ªa menos de todos: "No puedo ya estar seguro ni siquiera de las enemistades". ?Para qu¨¦ escribe Eco? "Se escribe", dice, "tambi¨¦n para dejar mensajes en las botellas. No se sabe ni a qui¨¦n llegar¨¢n, pero no por ello hay que dejarse atenazar por la angustia, porque si no acabas en un manicomio. Las respuestas a todas estas cosas se tienen s¨®lo despu¨¦s de la muerte".El nombre de la rosa se sit¨²a en una abad¨ªa Venedictina del trescientos en la que, en medio de una investigaci¨®n filos¨®fico policial, se suceden odios, amores carnales, misticismos y juegos de poder, con un protagonista, fray Guillermo de Baskerville. En 1986 el director de cine franc¨¦s Jean-Jacques Annaud llev¨® la obra al cine, interpretada por Sean Connery en el papel principal.
Babelia
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