Al grito de "?Al¨¢' es grande!"
Un detalle significativo. Los ¨²ltimos atentados en Israel, en el Norte o el Sur, del Mediterr¨¢neo al Oeste, del r¨ªo Jord¨¢n al Este, se perpetran al grito de "iAl¨¢ es grande!", e incluso se encuentran panfletos isl¨¢micos y ejemplares del Cor¨¢n en el lugar de las acciones.
Yihad Isl¨¢mica ha reivindicado el atentado de Eilat, como hizo en febrero con el que cost¨® la vida a nueve israel¨ªes pasajeros de un autob¨²s en ruta de Ismail¨ªa a El Cairo.
Este aumento de los ataques en el nombre de Al¨¢ y de la lucha antisionista inquieta a las autoridades israel¨ªes m¨¢s de lo que quieren admitir. Refleja no solamente las consecuencias de la crisis del Golfo, sino tambi¨¦n c¨®mo la situaci¨®n se pudre paulatinamente en los territorios ocupados.
La Intifada est¨¢ ya en su cuarto a?o y nada anuncia el fin del callej¨®n sin salida, ni se perfila en el horizonte nada que permita abrigar la menor esperanza de una soluci¨®n.
En v¨ªsperas del encuentro en Washington entre George Bush e Isaac Shamir, el portavoz de la Casa Blanca ha hecho saber que EE UU espera del primer ministro israel¨ª "nuevas ideas creativas". Vana esperanza. La respuesta de Tel Aviv fue inmediata: se mantiene la fidelidad a la iniciativa de paz de mayo de 1989. Nada m¨¢s.
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