Budismo y calvinismo

Muchos se acordaron del cl¨¢sico monje budista, en un exquisito y austero jard¨ªn zen, lanzando apasionadas arengas contra el materialismo del Jap¨®n moderno. Son necesarias muchas dosis de budismo o de resignaci¨®n calvinista para digerir el ¨²ltimo cierre calamitoso de la Bolsa de Tokio. Su influencia se llev¨® ayer por delante las resistencias europeas y arrastr¨® hacia abajo las cotizaciones de nuestros mercados. El sector cementero se puso a la cabeza del pelot¨®n bajista en una prueba, una vez m¨¢s, de que es el mejor term¨®metro a la hora de medir los grados de pendiente. Una cementera que hab¨ªa subido espectacularmente en menos de dos semanas descrest¨® ayer con una ca¨ªda del 10%. S¨®lo los grupos qu¨ªmico y el¨¦ctrico aguantaron el empuj¨®n antes de alcanzar los soportes que ofrece la media m¨®vil de la ¨²ltima quincena. El resto se comport¨® con flojedad mim¨¦tica al ambiente internacional y, con vistas a las pr¨®ximas jornadas, hay que pensar en grandes dosis de laboriosidad japonesa para encauzar las cotizaciones en una senda alcista. Siempre ser¨¢ ¨²til aquella parte de la concepci¨®n budista del mundo que considera el comercio como una prueba asc¨¦tica, una peregrinaci¨®n, y el dinero como la medida m¨¢s palpable del trabajo.