T¨¤pies, acad¨¦mico honorario de Bellas Artes

El artista catal¨¢n Antoni T¨¤pies, de 66 a?os, ingres¨® ayer como acad¨¦mico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en un acto presidido por primera vez por el pr¨ªncipe Felipe. El pintor pronunci¨® el discurso sobre Arte y contemplaci¨®n interior, en el que dijo que hay que exigir para las obras maestras del arte moderno "un tratamiento elevado y que no se tema asociarlas a los conceptos y calificativos que siempre han acompa?ado a las grandes manifestaciones del esp¨ªritu"

.La recepci¨®n p¨²blica de T¨¤pies como acad¨¦mico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se suma a una serie de distinciones y exposiciones que est¨¢n formando un singular a?o T¨¤pies.El artista catal¨¢n ha recibido en los ¨²ltimos doce meses los premios Pr¨ªncipe de Asturias y el Imperiale de Jap¨®n -que recibi¨® de manos del hermano menor del emperador, Masahito Hitachi-; ha sido nombrado doctor honoris causa por las universidades de Palma de Mallorca y Glasgow; a echado a andar la Fundaci¨®n T¨¢pies en Barcelona, donde se exhibe la colecci¨®n completa de obras del artista, y que inicia un importante proyecto cultural; el Centro de Arte Reina Sof¨ªa le dedica una exposici¨®n antol¨®gica, acaba de finalizar otra muestra de sus trabajos en Oviedo y ayer se inaugur¨® en Madrid la exposici¨®n de aguafuertes y esculturas que se presenta en homenaje al ingreso de T¨¢pies en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

A sus 66 a?os, Antoni T¨¤pies, que mantuvo desde el principio de su carrera una posici¨®n cr¨ªtica y alejada del arte m¨¢s tradicional, pronunci¨® ayer su discurso de ingreso a la Real Academia de San Fernando sobre Arte y contemplaci¨®n interior. "Los signos de nuestro tiempo demuestran que la sociedad, a pesar de los obst¨¢culos que se le oponen, desea y busca con avidez ese refugio espiritual del arte", dijo. "La sociedad y los mismos artistas parece que, adem¨¢s, intuyen aquella regla de la metaf¨ªsica en virtud de la cual el orden superior se manifiesta casi siempre en lo peque?o y lo humilde".

En su contestaci¨®n, el director de la academia, Federico Solpe?a, dijo de T¨¢pies que "por hallarse profundamente inmerso en la vida catalana ha alcanzado una imponente universalidad".

Rebeli¨®n

"T¨¤pies se rebela contra el falso posmodernismo, y en esta rebeli¨®n denuncia los males de la laicizaci¨®n y la desacralizaci¨®n. No es la primera vez que, en contraste con el triste descreimiento que afecta a tantos hombres, sean los artistas los que invoquen al primado de la espiritualidad", a?adi¨®. Durante un homenaje que le dedic¨® el s¨¢bado la delegaci¨®n de la Generalitat de Catalu?a en Madrid, T¨¤pies comentaba que si le hubiesen ofrecido hace unos a?os el ingreso a la Academia, no lo hubiese aceptado. "Hace unos a?os no me hubiese gustado nada ser acad¨¦mico, ahora s¨ª", dijo. "La academia ha cambiado mucho y ahora considero ¨¦sta distinci¨®n muy de agradecer".

En su discurso trat¨® de establecer los paralelismos que existen entre la contemplaci¨®n est¨¦tica, los cambios de consciencia que se producen, y aquellos que se dan tambi¨¦n en la contemplaci¨®n m¨ªstica. "Hay que hacer ver que este valor existe y que los coritempladores de arte contempor¨¢neo deben buscar esta cualidad en la obra, y esto cumple una funci¨®n social importante. Vivimos en los peores momentos del arte, en ese sentido. Antes el arte estaba ligado a los grandes valores de la humanidad, y ahora se ha convertido en algo superficial".