Atado y bien atado

Hijo de republicanos, al producirse la sublevaci¨®n me incorpor¨¦ a las milicias y tom¨¦ parte en la defensa de Madrid en la 6? Brigada Mixta, cuarto batall¨®n. Posteriormente pas¨¦ a la 57? Brigada Mixta en el frente de Teruel, donde, en contra de mi voluntad, me impusieron los galones de cabo de Transmisiones. En la toma de Teruel recib¨ª un balazo en la pierna izquierda. Estuve de responsable en un almac¨¦n de Albunol (Granada) y despu¨¦s en Berja (Almer¨ªa), donde termin¨¦ la guerra. Las ¨®rdenes que me dieron en la Comandancia de entregarme a las tropas de liberaci¨®n las desobedec¨ª y al d¨ªa siguiente me encontraba en Valencia, sin sospechar que con esta acci¨®n me libr¨¦ de mucho tiempo de campos de concentraci¨®n.Once meses dando tumbos de un lado para otro. Trabaj¨¦ seis meses en San Sebasti¨¢n con documentaci¨®n falsa. Despu¨¦s, en Ondarribia, donde prepar¨¦ la evasi¨®n de toda la familia, la mujer y tres hijos, que los ten¨ªa en Gestalgar (Valencia). No tuvimos suerte en la operaci¨®n y fuimos sorprendidos por la polic¨ªa.

Cuando ¨¦ramos conducidos a la comisar¨ªa me di a la fuga, y al otro d¨ªa, me encontraba en Hendaya (Francia). Mi mujer, con los tres hijos, fueron a la c¨¢rcel de Ondarreta. Un a?o despu¨¦s pudieron reunirse conmigo en Francia.

Desde 1970 me instal¨¦ en Cadaqu¨¦s (Gerona) donde me encuentro casi en permanencia. Cuando apareci¨® la democracia, fui a Valencia por si pod¨ªa conseguIr alg¨²n retiro o pensi¨®n, donde hab¨ªa trabajado desde la edad de 12 a?os hasta los 39. Como no se hab¨ªa cotizado, no consegu¨ª nada. Cuando en 1984 la democracia reconoci¨® alg¨²n derecho a los que hab¨ªamos luchado por ella, quise hacer valer el haber sido sargento en el ej¨¦rcito de la Rep¨²blica. Y si bien se ocuparon de ascenderme a sargento por los servicios prestados, olvidaron inscribirme en el BO. Olvido por el que, seg¨²n el decreto, pierdo todos los derechos a dicho reconocimiento.

El 9 de junio de 1989 aparece un nuevo decreto en el que si dos testigos de la misma unidad j ustifican ante notario la veracidad de dicho cargo o grado, se puede obtener derecho a pensi¨®n. En Sollana (Valencia) encuentro a dos companeros de mi mismo batall¨®n, nos presentamos ante notario y 40 d¨ªas despu¨¦s recib¨ª, contra reembolso (13.000 pesetas), el acta notarial, que envi¨¦ al Ministerio de Finanzas, donde se tramitan las pensiones de clases pasivas sobre los militares del ej¨¦rcito de la Rep¨²blica, el d¨ªa 28 de septiembre de 1989.

Al cumplir el a?o de mi gesti¨®n y no haber tenido ni respuesta, y adem¨¢s no estar lejos de cumplir mis 83 a?os, me da ocasi¨®n de pensar que si tendr¨ªan raz¨®n los que dec¨ªan que lo hab¨ªan "dejado todo atado y bien atado".