En busca de la revoluci¨®n pac¨ªfica
Los colombianos eligen hoy una Asamblea Constituyente para reformar su Carta Magna
Algo parec¨ªa modificar el dram¨¢tico destino de este pa¨ªs cuando la selecci¨®n de f¨²tbol de Colombia empataba en julio pasado con Alemania y pasaba a la fase final del Campeonato del Mundo. El entrenador del equipo colombiano en el Mundial de Italia, Francisco Maturana, forma parte de la lista del Movimiento Diecinueve de Abril (M-19) que hoy ser¨¢ votada en las elecciones para la formaci¨®n de una Asamblea Constituyente, comicios que equivalen a un singular intento de revoluci¨®n pac¨ªfica.
Cuando se jug¨® ese partido contra la poderosa selecci¨®n alemana, el pasado mes de junio, Colombia acababa de salir de unas elecciones sangrientas, en las que fueron asesinados dos de los m¨¢s importantes candidatos presidenciales; el M-19, reci¨¦n salido de la actividad guerrillera, hu¨ªa de una pl¨¦yade de criminales potenciales y el propio presidente electo, C¨¦sar Gaviria, se refugiaba en un bunker para preservar su vida hasta la toma de posesi¨®n. Una sensaci¨®n de descomposici¨®n y de caos generalizado se hab¨ªa apoderado de Colombia.La llegada de Gaviria a la presidencia de Colombia, en el mes de septiembre, despu¨¦s de los ¨¦xitos deportivos de Maturana, sirvi¨®, al menos, para que los colombianos volvieran a creer en su suerte, en la confianza de que si el pa¨ªs no se hab¨ªa acabado durante la gesti¨®n de Virgilio Barco, no habr¨ªa mal sobre la tierra capaz de destruirlo.
100 d¨ªas de Gaviria
Los 100 primeros d¨ªas de la presidencia de Gaviria ofrecen, por tanto, un panorama m¨¢s optimista de Colombia, no porque los problemas tradicionales hayan desaparecido, sino porque existe un nuevo estado de ¨¢nimo nacional y una mayor originalidad y audacia para buscar soluciones.La iniciativa de mayor trascendencia es, sin duda, la Asamblea Constituyente que quedar¨¢ integrada en las elecciones de hoy, aunque, en justicia, la propuesta hay que atribu¨ªrsela al Gobierno de Barco. Durante los seis meses que tendr¨¢ de vigencia esta asamblea, a contar desde el pr¨®ximo 5 de febrero, sus 70 miembros tendr¨¢n el poder de reformar la Constituci¨®n y adaptar las anticuadas estructuras pol¨ªticas de este pa¨ªs a las necesidades actuales.
Como si el instinto popular fuese indestructible, las encuestas indican que los colombianos van a dejar buena parte de la gran responsabilidad de esa Asamblea en manos de una fuerza joven, nueva y revolucionaria en sus conceptos, el M-19, que, de acuerdo a los sondeos, va a quedar cerca de ocupar la mitad de los esca?os del flamante ¨®rgano legislativo encargado de reformar la Carta Magna.
Conscientes de la trascendencia de su papel, el M-19 ha presentado una lista de candidatos que tratan de representar a distintos sectores de la sociedad colombiana. En ella, adem¨¢s de Maturana -que, seguramente, tendr¨¢ que abandonar su actividad como entrenador del Valladolid para dedicarse a la pol¨ªtica- participan pol¨ªticos liberales, conservadores, intelectuales, activistas sociales y ex guerrilleros con largo historial de violencia.
Muchos de ellos estar¨¢n a partir de ma?ana entre los 70 hombres con m¨¢s poder del pa¨ªs, con poder, te¨®ricamente, para convocar nuevas elecciones presidenciales o abolir el Parlamento. Nadie espera decisiones tan radicales como ¨¦sas, pero s¨ª transformaciones sustanciales que devuelvan su car¨¢cter al ¨®rgano legislativo, refuercen la autoridad de los jueces y limiten la acci¨®n del Ejecutivo; transformaciones como la depuraci¨®n de la C¨¢mara, la abolici¨®n de la extradici¨®n, la suspensi¨®n del estado de sitio, vigente casi permanentemente en el pa¨ªs.
En definitiva, transformaciones que acaben con la compra de votos, con los legisladores vendidos, transformaciones que blanqueen la fachada del Estado colombiano y le den m¨¢s credibilidad y contenido.
Aspirantes a esca?os
Para ello, los constituyentes del M-19 tendr¨¢n que entenderse con el resto de las fuerzas aspirantes a esca?os: los candidatos del gubernamental Partido Liberal, los conservadores derechistas de Alvaro G¨®mez, los conservadores centristas de Misael Pastrana, adem¨¢s de grupos sociales independientes que compiten por alg¨²n asiento, y los grupos guerrilleros que acepten abandonar las armas, para los que se han reservado dos esca?os por derecho propio, sin necesidad de someterse a votaci¨®n popular.Sin embargo, s¨®lo una organizaci¨®n guerrillera de escasa actividad ha aceptado hasta ahora sumarse al juego constitucional, el Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL), mientras que otros dos grupos peque?os, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y Quint¨ªn Lame han iniciado negociaciones con el Gobierno, y los dos m¨¢s importantes, las Fuerzas Armadas Revolucionarlas de Colombia (FARC) y el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) contin¨²an su actividad guerrillera.
El Gobierno parece dispuesto incluso a aumentar los asientos en la Constituyente si m¨¢s organizaciones guerrilleras siguiesen los pasos del M-19, pero por el momento eso no parece una posibilidad inminente, al menos en los casos de las FARC y el ELN.
El Gobierno del presidente Gaviria ha tenido hasta ahora m¨¢s ¨¦xito para desarmar a algunas de las m¨¢s feroces bandas paramilitares, como es el caso de la capitaneada por Fidel Casta?o, alias Rambo, que, durante a?os impuso la ley de la venganza en las regiones de C¨®rdoba y Urab¨¢. Rambo entreg¨® sus armas el 26 de noviembre, se escondi¨® y reparti¨® sus tierras entre las familias de muchos de los campesinos a los que hab¨ªa mandado asesinar durante a?os.
Asesinar es una palabra que en los ¨²ltimos a?os se ha convertido casi en un t¨®pico en Colombia por culpa del narcotr¨¢fico. El narcotr¨¢fico fue la herencia m¨¢s pesada que Virgilio Barco dej¨® a su sucesor, aunque Gaviria, pese a que en la campa?a presidencia! asegur¨® que no negociar¨ªa con los jefes de los carteles, ha desarrollado despu¨¦s una pol¨ªtica de pacificaci¨®n y de compromiso a todo precio.
Algunos cr¨ªticos del presidente dicen en Colombia que Gaviria ha rendido al Estado frente al narcotr¨¢fico, pero lo cierto es que las modificaciones legales incorporadas por su Gobierno para permitir que los narcotraficantes sean juzgados en Colombia con garant¨ªas y casi con benevolencia han permitido que en estos momentos existan serias expectativas de pr¨®ximas entregas voluntarias de muchos de los jefes.
Menor clima de tensi¨®n
Los llamados extraditables mantienen todav¨ªa secuestrados a nueve conocidos periodistas colombianos, las listas de muertos se siguen agrandando cada d¨ªa con los ajustes de cuentas y las venganzas, pero el clima de tensi¨®n de meses atr¨¢s se ha reducido apreciablemente, la violencia indiscriminada de las bombas ha cesado y un nuevo tono de fatal entendimiento se ha impuesto en las negociaciones nunca reconocidas entre representantes del cartel de Medell¨ªn y del Gobierno.Si no avanza antes, este problema tendr¨¢ que ser abordado tambi¨¦n por la Asamblea Constituyente. Por ah¨ª se abre un camino de esperanza, un camino de cambio, para resolver, al menos, aquella parte del tr¨¢fico de drogas que afecta e influye en la vida de los colombianos.
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