?frica o el Quinto Centenario
Es mucho lo que se dice y escribe sobre las consecuencias de la conquista de Am¨¦rica por las naciones europeas. Argumentos en diverso sentido concluir¨¢n, finalmente, que el descubrimiento rec¨ªproco de estos mundos -m¨¢s all¨¢ de las calamidades que conllev¨®- trajo a los dos continentes ventajas ciertas y perdurables.Dif¨ªcilmente Europa hubiese alcanzado sus actuales condiciones econ¨®micas y culturales sin la ocupaci¨®n y explotaci¨®n por m¨¢s de tres siglos de los f¨¦rtiles territorios de ultramar. Tampoco es f¨¢cil suponer que sin su colonizaci¨®n los pueblos indios de Am¨¦rica hubiesen logrado una evoluci¨®n acelerada. Toda vez que las culturas maya, azteca e incaica, las m¨¢s progresistas en el momento de iniciarse la colonizaci¨®n estaban ya en franca decadencia o crisis internas. Fueron, sin duda, las poblaciones africanas negras las que ciertamente resultaron perjudicadas a partir de los viajes de Col¨®n.
Se calcula que desde 1510, en que se inici¨® el tr¨¢fico de esclavos, hasta 1791, en que fue abolida la trata de negros, m¨¢s de 20 millones de seres humanos fueron violentamente desarraigados de sus tierras y conducidos en condiciones horribles a los mercados esclavistas de toda Am¨¦rica.
Como se sabe, los negreros europeos, especialmente ingleses y portugueses, llevaron a cabo verdaderas cacer¨ªas de hombres, mujeres y ni?os, la mitad de los cuales morir¨ªan de fr¨ªo, hambre o enfermedad antes de pisar el continente americano. Estas cifras de v¨ªctimas se hacen todav¨ªa m¨¢s aciagas cuando se considera que durante ese largo tiempo apenas alcanz¨® el mill¨®n el total de europeos que se aventuraron voluntariamente al Nuevo Mundo.
Desde la colonia hasta hoy es la vida de los africanos y de sus descendientes en Am¨¦rica la que ha sufrido las peores desventuras.
Sometidos a la esclavitud o ya emancipados, los negros han debido hacer frente a la discriminaci¨®n racial y a la pobreza, a un trato m¨¢s cruel y degradante que el que les ha tocado a algunas minor¨ªas ¨¦tnicas aut¨®ctonas que a¨²n luchan por mantener vigentes sus ritos, espacios y tradiciones.
"Mirados en menos"
En las postrimer¨ªas del siglo XX, desde Canad¨¢ hasta el extremo austral de Chile, los negros son todav¨ªa segregados o "mirados en menos", a pesar de su notable contribuci¨®n al mestizaje americano y a su destacada presencia desde Brasil hasta el Caribe.
A pesar de todas las proclamas, constituciones y tratados, incluso en la Cuba socialista es f¨¢cil encontrarse con formas de desd¨¦n hacia la poblaci¨®n de color.
Al cumplirse cinco siglos desde el Descubrimiento, Europa y Am¨¦rica deben una menci¨®n m¨¢s expl¨ªcita a su deuda con ?frica y los africanos, tanto como un reconocimiento del aporte de la cultura negra al patrimonio espiritual y material de toda la humanidad.
Desde el rock hasta el tango, pasando por todas las manifestaciones del acervo cultural americano, se puede descubrir un legado africano casi tan afincado como el europeo.
Lo que confirma que desde 1492 lo que se produjo m¨¢s all¨¢ del horizonte conocido fue realmente un encuentro colosal de tres mundos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.