Frankenheimer recrea el asesinato de Aldo Moro en un filme de acci¨®n
La pel¨ªcula se sit¨²a en la Italia de los setenta
Year of the gun (El a?o del fusil), la pel¨ªcula que John Frankenheimer acaba de concluir en Roma, cuenta con un reparto mitad norteamericano y mitad italiano, y un presupuesto de unos 1.200 millones de pesetas, bajo para los est¨¢ndares de Hollywood. Es una historia de acci¨®n que s¨®lo casualmente, como el libro de Michael Mewshaw en el que se inspira, tiene como fondo los a?os setenta, los delitos y la tensi¨®n de aquel periodo. De este modo, incluso hechos de cr¨®nica, como el secuestro y asesinato del presidente de la Democracia Cristiana Aldo Moro, son reconstruidos libremente, y aquello que cuenta en realidad es el drama y las violentas transformaciones de los personajes.
En la esquina m¨¢s oscura y siniestra del viejo matadero de Roma, Andrew McCarthy, una de las promesas del cine de Hollywood, y la actriz Sharon Stone, huyen desesperadamente de un grupo de asesinos, armados hasta los dientes, en motocicleta. El director John Frankenhelmer grita action con gran determinaci¨®n y, mientras se escuchan disparos, las luces intermitentes iluminan en la noche los muros sobre los cuales se leen grafitos de esl¨®ganes pol¨ªticos de 1978. Esta escena, cargada de paranoia, Es la secuencia final de Year of the gun.Frankenheimer, rodando un gui¨®n que se acerca a los hechos sin demasiado rigor, se salva a s¨ª mismo evitando un equ¨ªvoco peligroso. Hubiese sido extra?o que un cineasta norteamericano reconstruyera aquel periodo dram¨¢tico y trascendental de la historia de Italia para el p¨²blico norteamericano, con las inevitables simplificaciones estilo Hollywood.
Catalizador
Pero Frankenheimer, de 60 a?os, autor de pel¨ªculas como Black Sunday o Siete d¨ªas de mayo, es consciente: "No se trata de un filme sobre el caso Moro o el terrorismo italiano como todos han dicho. Moro, respecto a Year of the gun, es simplemente un catalizador y basta. No quiero que la gente imagine cosas erradas, ya que hubiese sido una operaci¨®n suicida el querer narrar una historia como ¨¦sta, profundamente italiana, a un p¨²blico como es el norteamericano, que no reconocer¨ªa ni siquiera la fotograf¨ªa de Moro".Frankenheimer cuenta la trama de la pel¨ªcula, cuyo protagonista, es un periodista norteamericano, corresponsal en Roma, que decide escribir un libro de fantas¨ªa pol¨ªtica, y en la ficci¨®n de la novela anticipa el secuestro de Moro. "Gracias a esto", dice, "y a una serie de circunstancias, se ve involucrado, en primera persona, con el terrorismo, y es implicado en el secuestro y asesinato del estadista".
Ninguno de los personajes, en la historia es lo que parece, e incluso el protagonista, que al principio se muestra como una persona sin convicciones profundas, al final ha cambiado. "Todos esconden algo", dice Frankenheimer. "El protagonista es en este caso un hombre inocente que modifica su personalidad tomando conciencia de realidades controvertidas y de un cierto clima pol¨ªtico. No he querido representar una sociedad que no he vivido en carne propia, ni compartir o rechazar aquello que considero el drama de una generaci¨®n de j¨®venes transformados en terroristas".
El director de El hombre de Alcatraz y El tren responde a su interes en la realizaci¨®n de pel¨ªculas con conflictos, realidades o suposiciones pol¨ªticas; como fondo: "Me encantan los temas de conspiraci¨®n y ambig¨¹edad relacionados casi siempre con la salvaguardia del poder, el descarriamiento de los hombres en el interior de los mecanismos de la sociedad. Es atractiva la combinaci¨®n que puede producir el aspecto casi teatral de la pol¨ªtica y el juego de las relaciones humanas".
Babelia
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