Firme compromiso de Bush para dar apoyo econ¨®mico a Gorbachov
El presidente norteamericano, George Bush, no dejar¨¢ caer a Mija¨ªl Gorbachov y har¨¢ todo lo que est¨¦ en su mano para que triunfe su programa de reforma econ¨®mica o perestroika, seg¨²n declar¨® ayer despu¨¦s de una cordial entrevista en la Casa Blanca con el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Edvard Shevardnadze. Bush anunci¨® que viajar¨¢ a Mosc¨² a mediados de febrero para firmar con el l¨ªder sovi¨¦tico un hist¨®rico acuerdo de reducci¨®n de armas nucleares estrat¨¦gicas.Bush, que se present¨® ante la prensa flanqueado por su secretario de Estado, James Baker, y por el jefe de la diplomacia sovi¨¦tica, que cada vez parece m¨¢s un miembro del Gabinete estadounidense, ley¨® una declaraci¨®n en el jard¨ªn de la mansi¨®n presidencial antes de ceder la palabra a los responsables de pol¨ªtica exterior de las dos superpotencias para que contestasen a las preguntas de los informadores.
"He pedido al ministro Shevardnadze que traslade al presidente Gorbachov mi deseo de responder no s¨®lo a las necesidades a corto plazo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, sino tambi¨¦n contribuir a la reforma econ¨®mica. fundamental necesaria y de seguir apoyando la perestroika", dijo Bush.
En este contexto, "y en respuesta a una petici¨®n sovi¨¦tica", el presidente norteamericano anunci¨® su disposici¨®n a abolir la llamada enmienda JacksonVanik, que impone restricciones al comercio entre los dos pa¨ªses hasta que la Uni¨®n Sovi¨¦tica no liberalice totalmente sus leyes de emigraci¨®n, y a conceder cr¨¦ditos a la URSS hasta un total de 1.000 millones de d¨®lares para la compra de productos agr¨ªcolas norteamericanos. [El Gobierno espa?ol acord¨® en octubre conceder a la URSS un cr¨¦dito de 1.500 millones de d¨®lares (unos 142.000 millones de pesetas).]
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Bush firmar¨¢ en Mosc¨² un hist¨®rico desarme nuclear
Viene de la primera p¨¢ginaLa medida crediticia anunciada por Bush, quien dio un importante paso al anular la enmienda que establec¨ªa restricciones crediticias a la URSS, es arriesgada pol¨ªticamente debido a la divisi¨®n de opiniones sobre la concesin de cr¨¦ditos a la Uni¨®n Sovi¨¦tica existente en el Congreso.
Aunque la decisi¨®n presidencial recibir¨¢ el apoyo caluroso de los parlamentarios que representan a los Estados agr¨ªcolas del medio oeste, una parte importante de los legisladores se opone a ayudar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica aduciendo que los problemas e este pa¨ªs no se deben a la falta de alimentos, sino al caos que reina en su sistema de distribuci¨®n.
Bush a?adi¨® que hab¨ªa discutido con Shevardnadze "la interrelaci¨®n existente entre el cambio econ¨®mico en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y el proceso de democratizaci¨®n del pa¨ªs". "He reiterado nuestro deseo de que contin¨²en las reformas pol¨ªticas y econ¨®micas, que son inseparabales", dijo.
Adem¨¢s de la concesi¨®n de cr¨¦ditos, Bush anuncl ¨® la puesta en marcha de un programa de ayuda t¨¦cnica para mejorar los canales de distribuci¨®n de alirnentos en la URSS, as¨ª como el env¨ªo de ayuda sanitaria.
En su declaraci¨®n, el presidente norteamericano manifest¨® su satisfacci¨®n por el progreso alcanzado en las conversaciones sobre limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas de largo alcance (START) y anunci¨® que celebrar¨ªa una cumbre en Mosc¨² con Gorbachov entre el 11 y el 13 de febrero pr¨®ximos, con la esperanza de firmar en esas fechas el acuerdo definitivo sobre reducci¨®n de misiles intercontinen tales.
La cumbre entre los dos presidentes estaba prevista para princ¨ªpios de enero, pero ha tenido que ser aplazada como consecuencia de la crisis del Golfo y del ultim¨¢tum dado por las Naciones Unidas a Irak para que se retire de Kawait.
En sus contestaciones a los periodistas, los ministros de Asuntos Exteriores de EE UU y la URSS, Baker y Shevardnadze negaron que las medidas anunciadas por el presidente fueran una especle de recompensa o pago de Washington por el apoyo sovi¨¦tico en el conflicto del Golfo.
Shevardnadze rechaz¨® la posibilidad de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica participara en el despliegue militar internacional en el Golfo. "Esta opci¨®n no se contempla y es inexistente", dijo el ministro sovi¨¦tico.
El titular de exteriortes sovi¨¦tico aludi¨® tambi¨¦n a la importancia de que la Uni¨®n Sovi¨¦tica puede desempe?ar el papel que le corresponde como miembro pleno y pr¨®spero dentro de la coimunidad internacional de naciones. Asimismo agradeci¨® emocionadamente las palabras de Bush, manifest¨® que la cooperaci¨®n. sovi¨¦tico-norteamericana es muy anterior a la crisis del Golfo y se empez¨® a establecer en la cumbre de Malta de diciembre del pasado a?o, cuando nadie pod¨ªa pensar en una invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait.
La reuni¨®n entre Bush y culmin¨® dos d¨ªas de conversaciones ininterrumpidas, mantenidas el lunes y el martes por el jefe de la diplomacia sovi¨¦tica y el secretario de Estado norteamericano, James Baker, en Houston, ciudad natal de este ¨²ltimo.
En una rueda de prensa conjunta ofrecida en esta localidad Houston por los dos ministros de el d¨ªa anterior, Shevardnadze hab¨ªa insistido que la situaci¨®n interna de la URSS hac¨ªa imposible para Gorbachov el env¨ªo de un contingente sovi¨¦tico al Golfo, aunque fuera de forma simb¨®lica.
Shevardnadze record¨® las cr¨ªticas recibidas por el presidente sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, del S¨®viet Supremo con motivo del voto favorable de la Uni¨®n Sovi¨¦tica al ultim¨¢tum dado por las Naciones Unidas a Irak. Durante su estancia en Washington, el ministro sovi¨¦tico, adem¨¢s de reunirse con Bush, mantuvo dos importantes encuentros; uno con el primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, y un segundo con el jefe del movimiento rebelde de Angola UNITA, Jonas Savimbi, en lucha contra el Gobierno de Luanda.
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