Enero en Cuba
Incertidumbre ante el futuro econ¨®mico del pa¨ªs
?Qu¨¦ suceder¨¢ en enero? Esta pregunta se reitera en las conversaciones habaneras, plenas de incertidumbre, que a veces llegan incluso al desaliento, ante el anuncio oficial de una reducci¨®n de la actividad econ¨®mica del pa¨ªs y la lenta degradaci¨®n de la oferta en las tiendas. Para Cuba, esta reducci¨®n deber¨ªa concretarse en enero con la implantaci¨®n de las nuevas reglas del comercio con la Uni¨®n Sovi¨¦tica -el 80% de sus intercambios con el exterior-, a pagar en divisas de acuerdo con los precios que rigen en el mercado internacional.
Hasta ahora los gobiernos de La Habana y Mosc¨² no han Firmado el nuevo acuerdo comercial, particularmente sobre harina y petr¨®leo, indispensables para la vida cotidiana de Cuba. El ¨ªefe del Departamento de Am¨¦rica Latina del Ministerio sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Valeri Nikolalenko, de visita en La Habana esta semana, a?adi¨® nuevos interrogantes al declarar que la URSS aplicar¨ªa a Cuba "lo m¨¢s suavemente posible sus nuevas normas para no perjudicar demasiado la econom¨ªa" de la isla.Sin embargo, la incertidumbre persiste en tanto las dificultades interiores, que no permitieron a la URSS cumplir con sus compromisos para 1990, hacen que subsistan dudas sobre su capacidad para cumplir con futuras entregas. S¨®lo una cosa parece segura cuando se escucha a los funcionarios sovi¨¦ticos: Mosc¨² mantiene su apoyo pol¨ªtico a Cuba y, en la medida de sus posibilidades, no escatima esfuerzos en el plano econ¨®mico.
En este marco se comprenden mejor las medidas sovi¨¦ticas en favor de una normalizaci¨®n de las relaciones cubano-estadounidenses, tema que los sovi¨¦ticos tienen intenci¨®n de incluir en el orden del d¨ªa de la pr¨®xima cumbre entre George Bush y Mijafl Gorbachov en Mosc¨². Con el planteamiento de que la hostilidad de Washington hacia Cuba ya no tiene lugar en un hemisferio occidental que ha superado la guerra fr¨ªa, la URSS ver¨ªa aliviada su carga con el levantamiento del bloqueo econ¨®mico norteamericano, impuesto contra Cuba hace ya 30 a?os.
Reducci¨®n de plantillas
Enero ser¨¢ tambi¨¦n, para muchos, el mes en que se decidir¨¢ la suerte de su empleo. Con la reducci¨®n de las importaciones de petr¨®leo est¨¢n tambi¨¦n previstas reducciones de plantilla en numerosas administraciones o empresas. La idea de la desocupaci¨®n est¨¢ despuntando. Granma, el peri¨®dico del partido comunista, ya public¨® a finales de noviembre la reglamentaci¨®n de lo que p¨²dicamente se denomina "el tratamiento laboral y salarial de trabajadores reubicados", en el que se estipula que "el trabajador sobrante, que no pueda ser reubicado por falta de oferta de empleo, recibir¨¢ el ciento por ciento de su salarlo fijo el primer mes y, mientras no sea reubicado, una garant¨ªa salarial equivalente al 60% del mismo. A los que no acepten las ofertas de reubicaci¨®n se les abonar¨¢ por una vez el ciento por ciento de su salarlo fijo correspondiente a un mes". Preocupa sobremanera ver que La Habana volver¨¢ a encontrarse ante una situaci¨®n de paro permanente. Sobretodo en un momento en que la agricultura -prioridad de prioridades con el fin de asegurar la alimentaci¨®n de La Habana y la cosecha de la ca?a de az¨²car- no puede absorber todos los brazos libres, sin contar a aquellos, muy numerosos, que no desean ir a trabajar al campo. Ahora mismo, antiguos funcionarios del partido comunista, afectados a finales de septiembre por la medida de reducci¨®n del 50% del aparato del partido, permanecen ociosos.
Signo de los tiempos, varios miles de bicicletas ya distribuidas con prioridad a los estudiantes, comienzan a invadir las calles de la capital. Economizar energ¨ªa condujo tambi¨¦n a la supresi¨®n de varios cientos de paradas de autob¨²s: menos paradas, menos aceleraciones, menos combustible malgastado y menos piezas del motor estropeadas.
Todo esto se percibe como una degradaci¨®n del nivel de vida. Postergar hasta oto?o la inclusi¨®n de los productos esenciales, alimenticios o de consumo en el sistema de racionamiento cubano -la libreta-, simult¨¢neamente con el cierre de las tiendas del mercado paralelo, donde cantidad y precio de los productos simplemente eran controlados, alivia apenas la gravedad del ambiente.
El Gobierno cubano cuenta con obtener r¨¢pidos resultados de su plan alimentario, cuyos factores de progreso y esperanza de rendimiento llenan los boletines de informaci¨®n. No cabe duda que una mejora del aprovisionamiento de alimentos tenaria como efecto inmediato una disrninuci¨®n de la tensi¨®n.
El descontento de la calle no es una novedad, pero dos procesos acaban de confirmar oficialmente la existencia de manifestaciones aisladas de oposici¨®n al r¨¦gimen. El primero enjuiciaba a dos estudiantes de la Facultad de Matem¨¢ticas detenidos en enero pasado por haber tomado partido abiertamente a favor de la perestroika sovi¨¦tica. Con indulgencia poco habitual, fueron condenados a penas de libertad vigilada. El segundo juicio en curso implica a nueve personas, arrestadas, tambi¨¦n en enero pa sado, que desde 1984 se dedica ban a pegar en las paredes de La Flabana esl¨®ganes anticastristas: "Esa era mi manera de criticar dijo uno de los acusados clurante el proceso.
El descontento ante la falta de productos a la venta, que se expresa ahora por todas partes, en las colas, los transportes colectivos, etc¨¦tera, ha hallado eco en las asambleas de base del partido comunista reunidas en el marco de. la preparaci¨®n del cuarto congreso, cuya fecha exacta se fijar¨¢ el. a?o pr¨®ximo. Las cr¨ªticas, alentadas por los dirigentes cubanos, parecen haber superado los l¨ªmites tolerables. Carlos Aldana, secretario del Comit¨¦ Central encargado de la ideologia y de las relaciones internacionales, y el general Leopoldo Cintra Fr¨ªas intervinieron por primera vez desde junio pasado para aplacar los ¨¢nimos encendidos. El primero, para aconsejar que se evite el "error de, al teorizar sobre lo que nos falta, negar o injuriar lo que hemos logrado", recordando que las "aspiraciones" de "mayor apertura y de m¨¢s y mejor informaci¨®n" son Ieg¨ªtimas", pero "suelen plantearse a partir de generalizaciones desmesuradas e injustas". El segundo se refiri¨® a "algunas manifestaciones de cierta tendencia que, a veces part¨ªendo de problemas o defectos reales, adoptan posiciones inconsecuentes".
En busca de la cubanidad
Parad¨®jicamente, enero confirmar¨¢, quiz¨¢, los temores ante los presentidos cambios. La b¨¢squeda de la unidad nacional y de la cubanidad, que Fidel Castro pone en primer plano, deber¨ªa abrir camino a un aggiornamento de los fundamentos del socialismo cubano, hu¨¦rfano de modelos marxista-leninistas europeos. En gran parte, la reciente declaraci¨®n de Carlos Aldana subrayando que Cuba deseaba ser un pa¨ªs laico y no ateo, va en el mismo sentido. En el plano econ¨®mico se advierte la importancia dada a las condiciones de los asalariados en la agricultura, la reducci¨®n del n¨²mero de orientaciones impuestas centralmente a las empresas, la publicidad que se hace a las sociedades mixtas con capitales extranjeros y la continuidad de las inversiones destinadas al turismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.