"Los problemas europeos dominar¨¢n la pol¨ªtica interna de los Doce"
La presidencia italiana ha puesto en marcha las conferencias intergubernamentales para la uni¨®n pol¨ªtica y la uni¨®n econ¨®mica y monetaria de la Comunidad Europea, as¨ª como ha concluido el proceso de adaptaci¨®n de la antigua Alemania del Este a la Comunidad. Ha dirigido adem¨¢s la acci¨®n com¨²n de los Doce en la crisis del Golfo, un tema imprevisto que se a?adi¨® a la agenda. El ¨¦xito de las cumbres de octubre y diciembre en Roma, de las que han surgido las l¨ªneas generales de lo que habr¨¢ de ser la uni¨®n europea, han proporcionado a Italia un reconocimiento de ¨¦xito, despu¨¦s de cr¨ªticas feroces. Uno de los art¨ªfices del triunfo y principal protagonista de la actividad desplegada en todos los frentes es el ministro de Asuntos Exteriors, Gianni de Michelis, quien tras su melena descuidada y gestos desbordados esconde una privilegiada capacidad de an¨¢lisis y un aluvi¨®n de proyectos.Pregunta. ?Cu¨¢l es el balance de los seis meses de presidencia?
Respuesta. En junio hab¨ªamos anticipado que nuestro papel ser¨ªa el de un director de orquesta. Sin llegar a afirmar que hemos conseguido una interpretaci¨®n memorable, se puede decir que hemos evitado el riesgo de la cacofon¨ªa de los Doce a la hora de interpretar la partitura o la agenda de la presidencia. Hemos dado adem¨¢s un aroma italiano a ciertos temas. El m¨¦rito es de todos los socios, as¨ª como de la Comisi¨®n y del Parlamento Europeo. Como muestra de la vitalidad extraordinaria de la Comunidad est¨¢ que en un plazo de s¨®lo seis meses hemos completado la preparaci¨®n de la uni¨®n pol¨ªtica, la unificaci¨®n alemana en lo que representaba de inclusi¨®n de un nuevo Estado en la CE y la ayuda extraordinaria a los pa¨ªses m¨¢s afectados por la crisis del Golfo.
P. ?Qu¨¦ es lo que ha hecho cambiar la imagen inicial de desorganizaci¨®n?
R. Buena parte de las acusaciones a la presidencia italiana era falsas, basadas en temas marginales, como el excesivo n¨²mero de consejos informales. El ¨¦xito de la cumbre extraordinaria de octubre en Roma facilit¨® ese cambio. Tambi¨¦n ha ayudado la se?ora Thatcher. Pienso que el paso importante dado en Roma demostr¨® que ten¨ªamos raz¨®n frente a las cr¨ªticas de que era una cumbre in¨²til. La intenci¨®n italiana no era que la decisi¨®n de asumir la uni¨®n econ¨®mica y monetaria, rechazada por el Reino Unido, tuviera ese car¨¢cter dram¨¢tico. La intenci¨®n no era aislar a nadie, sino buscar el consenso y conseguir el compromiso de Kohl antes de las elecciones en Alemania. El texto que preparamos y que algunos definieron como la emboscada para Tatcher conten¨ªa una expresi¨®n en el punto clave que hablaba de moneda europea propia, y no de moneda ¨²nica, como luego se modific¨® a propuesta de Delors. Trat¨¢bamos de utilizar un adjetivo que fuera aceptable para los brit¨¢nicos.Un texto abiertoP. Parad¨®jicamente, Thatcher ha ayudado al ¨¦xito, porque en el tema de la uni¨®n pol¨ªtica el mandato para la conferencia intergubernamental es mucho m¨¢s vago.R. Era inevitatable que el texto de uni¨®n pol¨ªtica fuera m¨¢s amplio y abierto, dada la preparaci¨®n m¨¢s breve y la mayor complejidad objetiva de los contenidos. Pero ?qui¨¦n habr¨ªa imaginado que pudiera comenzar un debate en Europa sobre cuestiones de seguridad y defensa comunes del estilo del iniciado, que no s¨®lo lo hemos mantenido en Roma, sino en Par¨ªs en el seno de la UEO y estos ¨²ltimos d¨ªas en la OTAN?. A¨²n recuerdo cu¨¢l fue la reacci¨®n, a primeros de octubre, cuando Italia propuso la tesis de la fusi¨®n de la UEO y de la cooperaci¨®n pol¨ªtica en la Comunidad. Algunos la calificaron de idea extravagante que nadie seguir¨ªa, y hoy constato que pr¨¢cticamente todos coinciden. En un plazo de 8 o 10 a?os veo la fusi¨®n de la UEO en la CE y la nueva relaci¨®n transatl¨¢ntica construida de un modo directo entre la Comunidad y la OTAN.
P. ?La dimisi¨®n de la primera ministra brit¨¢nica significa un precedente hist¨®rico que han de tener en cuenta todos los Gobiernos europeos?
R. No s¨¦ si es la primera vez, pero es seguro que esta dimisi¨®n de Thatcher abre una fase en la que la pol¨ªtica interna de la Comunidad estar¨¢ dominada por los problemas europeos. Y eso va a regir en los 12 pa¨ªses de la Comunidad, no s¨®lo en el Reino Unido. Muchos no est¨¢n de acuerdo, y en Italia, por ejemplo, algunos contin¨²an anteponiendo el tema de Gladio, pero yo hago la previsi¨®n de que en los pr¨®ximos 24 meses incluso en Italia el tema dominante ser¨¢ Europa. En 1991 los Gobiernos tendr¨¢n que decir s¨ª o no a art¨ªculos del tratado de la CE extremadamente importantes, y durante 1992 todos los parlamentos nacionales deber¨¢n ratificar lo que ser¨¢ la verdadera y grande reforma de todos los pa¨ªses europeos.P. ?La marcha hacia la uni¨®n pol¨ªtica y monetaria es irreversible?R. S¨ª, puede decirse que son objetivos irreversibles. El, resultado de la negociaci¨®n diplom¨¢tica iniciada con las conferencias intergubernamentales est¨¢. sometido a un nivel a¨²n desconocido de compromiso, pero conocemos las l¨ªneas esenciales. En lo que respecta a la uni¨®n monetaria, la conclusi¨®n de la conferencia ser¨¢ confirmar en l¨ªneas generales lo previsto en Roma. Se puede contemplar la inclusi¨®n del ecu fuerte del modelo brit¨¢nico, y se encontrar¨¢n los mecanismos para el inicio de la tercera fase y para fijar que en cierto momento se har¨¢ el paso a la moneda ¨²nica. Para la uni¨®n pol¨ªtica el resultado ser¨¢ muy pr¨®ximo al documento italiano aprobado.P. ?Pero cu¨¢l es el punto esencial?
R. Ser¨¢ introducir la dimensi¨®n pol¨ªtica en la Comunidad a trav¨¦s, de mecanismos que refuercen a la vez los diferentes centros de poder institucional. Es decir, la atribuci¨®n al Consejo Europeo (cumbre de jefes de Estado y de Gobierno) de la determinaci¨®n de la pol¨ªtica exterior y de seguridad, el refuerzo de la Comisi¨®n a trav¨¦s de mayores competencias y m¨¢s presupuesto y un mayor poder de control y car¨¢cter legislativo al Parlamento Europeo.
P. Sin embargo la propuesta francoelemana no despierta optimismo en algunos.
R. Entre los Estados miembros existe una sensibilidad diversa sobre los tres posibles modelos de integraci¨®n. Esto se ha visto en la cumbre de Roma y se ver¨¢ con m¨¢s nitidez a lo largo de la conferencia. Hay quienes se inclinan m¨¢s por el modelo federal, los que defienden el modelo intergubernamental, y dir¨¦ que la novedad es que se ha producido una evoluci¨®n del modelo franc¨¦s, que interpreto como la evoluci¨®n de la Francia de Mitterrand respecto a la Francia de De Gaulle. La posici¨®n ahora es de car¨¢cter confederal y es m¨¢s europea e integradora.Pragmatismo
P. ?La actitud del nuevo primer ministro brit¨¢nico, John Major, es positiva?
R. Muy positiva. Era f¨¢cil que fuera as¨ª en la ¨²ltima cumbre de Roma, porque hab¨ªa un ambiente favorable por parte de todos. Su enfoque, m¨¢s pragm¨¢tico y flexible, menos filos¨®fico e ideol¨®gico que el de Thatcher, obviamente est¨¢ mucho m¨¢s adaptado a esta fase del proceso de integraci¨®n europeo.
P. ?El problema que representa la URSS ir¨¢ en aumento?
R. El a?o 1991 ser¨¢ todav¨ªa un a?o importante y dif¨ªcil, para Europa en general y para la Comunidad en particular, porque se plantear¨¢n los problemas mayores con la URSS y con los pa¨ªses de Europa central y del Este. Ser¨¢ un reto excepcional ante el que no podemos rendirnos.
P. ?Y la apertura, hacia Am¨¦rica Latina?
R. Doy una gran Importancia al encuentro en Roma entre la Comunidad y los pa¨ªses latinoamericanos (Cuba no est¨¢ invitada). La voluntad pol¨ªtica es demostrar que existe una atenci¨®n de la Europa comunitaria paralela a la norteamericana.
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