Frustraci¨®n en Panam¨¢ al a?o de la invasi¨®n

Unas velas encendidas en el bombardeado barrio de El Chorrillo, tres cruces sobre los escombros de lo que fue el escenario de los combates y unas cuantas oraciones en memoria de los muertos fueron los ¨²nicos testimonios del primer aniversario de la invasi¨®n norteamericana de Panam¨¢, que se cumpli¨® ayer en un ambiente de general frustraci¨®n.

Frustrado est¨¢ el Gobierno, paname?o, que sigue forcejeando con la Administraci¨®n de Estados Unidos para recibir la ayuda econ¨®mica prometida, y m¨¢s frustrado a¨²n se manifiesta un pueblo que, un a?o despu¨¦s de lo que se recibi¨® como una liberaci¨®n, no ha visto satisfechas sus principales esperanzas.El presidente Guillermo Endara se cruz¨® sobre el pecho toda la parafernalia de la simbolog¨ªa institucional para aparecer el s¨¢bado por la noche en las pantallas de televisi¨®n como portador de un mensaje de esperanza, pero sus palabras casi resultaron huecas en un pa¨ªs que se queja de la falta de liderazgo y de la inoperancia del Gobierno democr¨¢tico.

Unas cinco horas antes del momento en que hace un a?o tomaba posesi¨®n de su cargo en una base militar de EE UU, Endar¨¢ se dirigi¨® al pa¨ªs para acusar de la invasi¨®n al r¨¦gimen del general Manuel Antonio Noriega, acualmente encarcelado en Florida. "Ni el pueblo paname?o ni yo invitamos la acci¨®n militar; fue el resultado predecible y l¨®gico del desgobierno", declar¨®.

El primer vicepresidente, Ricardo Arias, defini¨® la intervenci¨®n norteamericana como "un trauma que acarre¨® la liberaci¨®n, un trauma que despert¨® horizontes y esperanzas nuevas". Arias, de acuerdo a la decisi¨®n oficial de declarar el d¨ªa de ayer como "jornada de reflexi¨®n nacional", invit¨® a todos los paname?os "a reflexionar de forma humana, espiritual y religiosa, a rezar para pedir a Dios que nunca m¨¢s haya una dictadura ni una acci¨®n militar".

Algunos de los 400 trabajadores de las empresas p¨²blicas despedidos en los ¨²ltimos d¨ªas han decidido expresar su particular reflexi¨®n con una huelga de hambre en la iglesia de Don Bosco, ante la que a medianoche del s¨¢bado llegaron a mostrar su solidaridad un centenar de personas que poco antes se hab¨ªan manifestado frente a la Embajada de EE UU. Todos se sumaron despu¨¦s a la misa celebrada por el arzobispo de Panam¨¢, Marcos McGrath, en El Chorrillo, a la misma hora a la que, 12 meses atr¨¢s, el barrio era destruido por el ataque norteamericano en busca de Noriega.

El despido de 400 trabajadores son consecuencia de las medidas tomadas por el Gobierno tras la insubordinaci¨®n protagonizada hace dos semanas por un grupo de polic¨ªas al mando del ex coronel Eduardo Herrera, en la que, seg¨²n las autoridades, estaban involucrados los principales dirigentes sindicales. Uno de los que participan en la huelga de hambre, el l¨ªder del sindicato de la Energ¨ªa, Isaac Rodr¨ªguez, perseguido y exIllado durante el r¨¦gimen de Noriega, asegura que el levantamiento de los d¨ªas 4 y 5 pasados fue "un montaje del Gobierno para poder descabezar a la dirigencia sindical".