Un miserable minuto
Soy el padre de una presa en la c¨¢rcel de Yeser¨ªas. Me traslad¨¦ hoy de Porto (norte de Portugal) hasta Madrid para asistir al juicio que deber¨ªa tener lugar en esta fecha en la Audiencia Nacional.Dado el estado de salud extremadamente grave de mi hija, el juicio fue suspendido. No tuve as¨ª la oportunidad de verla, a pesar de saber que est¨¢ enferma carente de todo apoyo moral.
Me dirig¨ª por la tarde a la c¨¢rcel de Yeser¨ªas para intentar verla all¨ª. Todav¨ªa esa posibilidad me fue negada por la directora, con el argumento de que no hab¨ªa funcionarios que me acompa?asen, pues estaban ocupados con una representaci¨®n teatral para los detenidos.
A m¨ª me gustar¨ªa saber qu¨¦ autoridades son ¨¦stas que se preocupan tanto en dar a los periodistas presentes una imagen de humanitarismo pero no permiten que un padre que viaja 1.300 kil¨®metros vea a su hija durante un miserable minuto.-
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