El fin de los a?os malos

Para Agnelli, la transformaci¨®n de la f¨¢brica Lingotto en una galer¨ªa de arte "no fue tanto una idea como una necesidad", dijo. "Creo que tenernos un deber frente a los problemas culturales de nuestro pa¨ªs. Pero al mismo tiempo -stamos forzados a sobrevivir como industria, como empresa""Y hemos dejado atr¨¢s unos a?os muy muy malos", a?ade; -dif¨ªciles empresarial y soc almente, dif¨ªciles por los sindicatos, por la crisis del petr¨®leo, por el terrorismo. Todos los a?os setenta fueron una pura lucha por sobrevivir. Y cuando uno lucha por sobrevivir tiene pocas opciones y poco tiempo para la dispersi¨®n. Pero cuando hubo pasado esta ¨¦poca ya pudimos permitirnos pensar en los problemas culturales del pa¨ªs en que vivimos y, por cierto, tambi¨¦n en los problemas culturales de los pa¨ªses donde vendemos. Yo creo que cuando se viene de un pa¨ªs como Italia es sencillamente un deber contribuir a que la riqueza cultural de la tierra de uno sea todo lo ¨²til posible al p¨²blico en general.

Agnelli rechaza la idea de que existan "otros intereses menos altru¨ªstas en semejante iniciativa". "Est¨¢ claro que yo tengo una predilecci¨®n por los asuntos culturales. porque son mucho m¨¢s agradables que los problemas que tenemos que afrontar a diario. Pero dentro de la empresa Fiat hay tambi¨¦n mucho inter¨¦s por la cultura"

Tampoco le gusta a Agnelli la palabra mecenazgo. "Esta palabra, meceznago, la usan siempre los extranjeros cada vez que tino se preocupa por apoyar el arte. No, no: hoy en d¨ªa ¨¦sa es una costumbre de muchas otras empresas internacionales modernas.