El empresario absuelto en EE UU de tr¨¢fico de armas dice que no ha hecho nada ilegal, "aunque s¨ª inmoral"
"No son consciente de haber hecho nada ilegal, pero s¨ª quiz¨¢ de haber cometido algo inmoral, altamente inmoral". El espa?ol Juan Mart¨ªn Peche-Koesters lleg¨® a las 9.30 de ayer al aeropuerto de Barajas (Madrid) en el vuelo IB-964 procedente de Miami. Atr¨¢s quedaban cuatro meses y medio en la prisi¨®n del condado de Seminola (EE UU), compartiendo celda con el alem¨¢n Maus Fuller.
Peche-Koesters, economista, de 43 a?os, dedicado a los negocios de importaci¨®n-exportaci¨®n, residente en Madrid, y Vuller, oftalm¨®logo, de 34 a?os, con residencia en Barcelona, se han salvado "por el pelo de un calvo" , en expresi¨®n del primero, de una condena a 15 a?os de c¨¢rcel. La juez de Orlando (Florida), Partricia Fawset y el gran jurado estimaron que el fiscal Ricardo Pesquera no prob¨® suficientemente la existencia de una conspiraci¨®n para el tr¨¢fico il¨ªcito de armas.El 30 de mayo pasado, Peche-Koesters recibi¨® una oferta de Omega Export, empresa radicada en Orlando, para que transbordara en Barcelona un cargamento de 200 misiles TOW anti-carro (m¨¢s tarde la cantidad se elevar¨ªa a 400), que deb¨ªa llegar procedente de Miami (EE UU), a otro barco que lo llevara hasta Tr¨ªpoli (Libia). "Ellos dec¨ªan que [la operaci¨®n] era ilegal y yo pensaba: bueno, lo ilegal lo est¨¢n haciendo ellos. Encima, me ofrec¨ªan 250.000 d¨®lares [casi 25 millones de pesetas] por la gesti¨®n. Menudo chollo ?no?".
El empresario espa?ol viaj¨® a EE UU para cerrar el contrato y all¨ª, junto con su ex-socio Klaus Fuller, fue detenido el 13 de agosto. En el posterior Juicio se descubrir¨ªa que Omega Export era una empresa fantasma montada por el Servicio Federal de Aduanas estadounidense para capturar a traficantes ilegales de armas y que todas las conversaciones hab¨ªan sido grabadas en secreto.
Peche-Koesters asegura que nunca se dedic¨® al negocio del armamento hasta que, en septiembre de 1989, Fuller le puso en contacto con Roy M. Woodward, un ingeniero brit¨¢nico que trabajaba para la firma norteamericana Thorn Emi y, que asegur¨® estar en disposici¨®n de suministrar armamento de todo tipo, aunque ¨¦l no pudiera realizar directamente el negocio. Seg¨²n el empresario espa?ol, Woodward actuaba al servicio de la polic¨ªa de EE UU y cobr¨® 500 d¨®lares por meterles en la trampa.
Cliente ¨¢rabe
"Generalmente lo dif¨ªcil es encontrar un cliente, porque fabricantes hay a miles; pero en el mercado de armamento ocurre lo contrario: si consigues una casa suministradora. encuentras clientes a patadas, explica. A trav¨¦s de Woodward, el empresarial o espa?ol crey¨® encontrar ese suministrador en Omega Export y el 5 de enero pasado, viaj¨® por primera vez a Orlando para informarse del precio y caracter¨ªsticas de un impresionante pedido de armamento integrado por 10.000 misiles TOW, 40 Toyotas con ca?¨®n de 106 mil¨ªmetros, 20.000 obuses y agresivos qu¨ªmicos.La informaci¨®n asi obtenida la facilit¨® al cliente -cuya identidad no quiere revelar Peche-Koesters y que con toda probabilidad se trata de un pa¨ªs sometido a embargo por EE UU, como Irak, Ir¨¢n, Libia o Siria-, pero la operaci¨®n no fructific¨®, ya que los precios eran, en su opini¨®n, "de fantas¨ªa". "Los que estaban interesados en la cuesti¨®n me dijeron, por inera amabilidad, que muchas gracias. Y nada m¨¢s", afirma.
Con algunos kilos menos, a pesar de que reconoce que ha recibido un buen trato en prisi¨®n, Peche-Koesters asegura haber sido v¨ªctima de una "persecuci¨®n pol¨ªtica" por parte de la Administraci¨®n norteamericana, que di¨® amplia cobertura publicitaria a su detenci¨®n, inmediatamente despu¨¦s de la invasi¨®n de Kuwait.
El abierto enfrentamiento entre Peche-Koesters y Fuller, al que el primero no duda en calificar de imb¨¦cil, le ayud¨® en el juicio a rebatir la tesis del fiscal de que exist¨ªa una conspiraci¨®n y tambi¨¦n le permite ahora desentenderse de la presunta venta de cazas Alpha Jet que el oftalm¨®logo alem¨¢n negociaba con la embajada iraqu¨ª en Madrid, seg¨²n public¨® el semanario Intervi¨².
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