240 familias de Vallecas viven en casas con graves problemas de cimentaci¨®n
Las casas de la colonia de San Pablo, en Vallecas, comenzaron a agrietarse hace a?os. Estas viviendas, en las que viven 240 familias, fueron construidas hace 34 a?os sobre terreno arcilloso y poseen tan s¨®lo 37 metros cuadrados de superficie. Sus cimientos apenas alcanzan los 10 cent¨ªmetros de profundidad, lo que provoca graves problemas de sustentaci¨®n en los inmuebles y que en invierno la humedad alcance una altura que llega a la mitad de las paredes del edificio.
Una comisi¨®n vecinal que representa a las 240 familias afectadas denunci¨® el problema ante la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) hace aproximadamente dos a?os. La EMV les comunic¨® que hab¨ªan quedado fuera del plan de remodelaci¨®n de Vallecas y que entrar¨ªan en una segunda fase, dentro de cinco a?os. Se les ofreci¨® tambi¨¦n comprar la casas propiedad del Ayuntamiento, pero los vecinos se negaron a esta segunda posibilidad mientras no se reparasen Sus viviendas.La EMV les formul¨® una nueva oferta que, seg¨²n los vecinos, consist¨ªa en "lavarles la cara a las casas", es decir, una remodelaci¨®n de la fachada que no solucionaba, a su juicio, los problemas de fondo.
Siempre seg¨²n los vecinos, el problema real es que existen fallos de construcci¨®n. "En vez de echar una de cal y otra de arena echaron una de cal y diez o doce de arena; se pasaron. Yo creo que cometieron un fraude", declara una de las afectadas.
Airear la ropa
Los problemas de estas viviendas afectan a diario a las amas de casa. "Tengo que sacar la ropa del armario todos los d¨ªas para que le d¨¦ el aire", dice Lorenza. Socorro, una de las vecinas de mayor edad, vive con ocho personas m¨¢s y tiene que mover todos los muebles a diario para limpiar la humedad . "Si no, el olor ser¨ªa insoportable", alega esta mujer, que padece artritis desde hace a?os. Sus dos nietas, Tamica, de ocho a?os, y Natalia, de cinco, tambi¨¦n est¨¢n enfermas. La mayor tiene reuma en el coraz¨®n, y a la peque?a se le ha diagnosticado bronquitis.Los vecinos declaran vivir con las ratas o como si fueran mascotas. Aun en estas condiciones lamentables existe una minor¨ªa de vecinos que no se quieren marchar de la colonia. Seg¨²n una encuesta realizada entre las 248 familias del barrio, el 80% est¨¢ a favor del derribo y posterior realojamiento en la misma zona. Pero el resto de los residentes, los que poseen patio y han edificado en ¨¦l, se muestran en contra, ya que disponen de mayor superficie en sus viviendas.
A todos estos problemas se suma el agravante de la falta de informaci¨®n que existe por parte de la EMV. "Hasta hace dos a?os nadie conoc¨ªa la colonia, ni siquiera figura en el Registro de la Propiedad como tal. S¨®lo aparecen seis calles en el plano, cuando la realidad es que son muchas m¨¢s", se?alan los portavoces de la comisi¨®n vecinal.
Los j¨®venes con mayor poder adquisitivo est¨¢n abandonando la colonia, y s¨®lo quedan los ancianos, porque s¨®lo pagan 150 pesetas mensuales. En los pisos que quedan vac¨ªos la EMV realoja a familias marginales.
Las paredes son de papel y "se oyen todas las conversaciones, las broncas y otras cosas", confiesan. Los vecinos han hablado ya con el Defensor del Pueblo, y ¨¦ste les ha prometido ayuda. En caso de no solucionar los problemas de manera satisfactoria, la comisi¨®n vecinal est¨¢ dispuesta a llegar al Tribunal Supremo. Mientras tanto, los vecinos comienzan a tener miedo de que se produzca alg¨²n derrumbamiento, y creen que s¨®lo se har¨¢ algo cuando haya alguna desgracia.
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