Los militares que pasen a reserva a partir de 1995 deber¨¢n desalojar su vivienda castrense

MIGUEL GONZ?LEZ Los militares que pasen a la reserva a partir de 1995 deber¨¢n desalojar la vivienda castrense que ocupen, seg¨²n el decreto de creaci¨®n del Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas aprobado el pasado d¨ªa 21 por el Consejo de Ministros, al que ha tenido acceso EL PA?S. Los rumores que circulan por los cuarteles sobre esta reforma, cuyo contenido guarda celosamente en secreto el Ministerio de Defensa, han provocado un profundo malestar entre los afectados. Casi la cuarta parte de las m¨¢s de 40.000 viviendas castrenses la ocupan militares que no est¨¢n en activo.

De la obligaci¨®n general de desalojar en el futuro la vivienda tras el pase a la reserva quedar¨¢n excluidos, seg¨²n. una de las disposiciones transitorias del decreto, aquellos militares que actualmente "se encuentren en servicio activo y les falten cinco a?os o menos para pasar a la situaci¨®n de reserva". Tanto estos militares como los que actualmente se encuentran retirados del servicio activo y tienen m¨¢s de 52 a?os y las viudas, mientras no contraigan nuevo matrimonio, podr¨¢n conservar la vivienda hasta su fallecimiento. Los medios consultados estiman que ser¨¢n los militares que ahora tienen hasta 52 a?os, a quienes falta m¨¢s de cinco para dejar el servicio activo, los principales afectados por esta medida.El Ministerio de Defensa contaba a principios de a?o con 40.914 viviendas, repartidas entre los patronatos de los tres ej¨¦rcitos, que a partir de ahora se unifican en el Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas (IVFAS), dependiente de la Secretar¨ªa de Estado para la Administraci¨®n Militar. Seg¨²n la respuesta enviada al diputado popular Enrique Lacalle, el 23,4% de, estas viviendas est¨¢ ocupado, por personal que no se encuentra en activo.

La intenci¨®n del Ministerio de Defensa es pasar de una pol¨ªtica de viviendas de car¨¢cter eminentemente social a otra de car¨¢cter log¨ªstico, de forma que el disfrute de la casa militar, cuya cesi¨®n ser¨¢ "personal e intransferible", est¨¦ asociado al destino que se ocupa y acabe con el cambio d? mismo. Para ello, se faculta al nuevo organismo para calificar y, descalificar las viviendas militares, de forma que la inmensa mayor¨ªa de ¨¦stas acaben siendo log¨ªsticas. La exposici¨®n de motivos del decreto manifiesta, no obstante, el prop¨®sito de realizar la reforma "con el menor coste posible para aquellos que resulten afectados". Adem¨¢s de las viviendas log¨ªsticas, el Ministerio de Defensa facilitar¨¢ cr¨¦ditos subvencionados para que los militares puedan acceder a la propiedad de una casa en el mercado inmobillari y abonar¨¢ una "compensaci¨®n econ¨®mica sustitutoria" al personal que, teniendo derecho a vivienda, no pueda obtenerla por carencia de un n¨²mero suficiente en su localidad de destino.

Compensaci¨®n

El decreto no fija la cuant¨ªa de la compensaci¨®n, que se aprobar¨¢ anualmente, pero indica que estar¨¢ en relaci¨®n con el importe del canon o alquiler que paguen los usuarios de casas militares. Este canon, ahora muy reducido, se incrementar¨¢ probablemente, pues se prev¨¦ un plazo de ocho a?os para aplicarlo a los actuales inquilinos.

El texto al que ha tenido acceso EL PA?S no especifica si la compensaci¨®n econ¨®mica se abonar¨¢ a todos los militares que ahora no tienen vivienda o s¨®lo a los que en el futuro no la obtengan por la escasez de las mismas. Este punto habr¨ªa quedado pendiente de concreci¨®n, seg¨²n algunas versiones.

El decreto se basa en una disposici¨®n de la ley de Presupuestos del Estado de 1990, que quedar¨¢ derogada ma?ana, por lo que Defensa estaba obligada a aprobarlo antes d¨¦ esa fecha. El Consejo de Ministros del d¨ªa 21 aprob¨® formalmente el decreto, seg¨²n dijo la ministro portavoz Rosa Conde, aunque la referencia oficial repartida a los medios de comunicaci¨®n no hac¨ªa alusi¨®n al mismo. EL PA?S pidi¨® reiteradamente al departamento de Defensa informaci¨®n sobre el decreto y la respuesta que obtuvo fue que, tras las fiestas navide?as, se dar¨¢ cuenta de su contenido en una conferencia de prensa.

Seg¨²n el proyecto, las casas militares est¨¢n excluidas del ¨¢mbito de aplicaci¨®n de la ley de Arrendamientos Urbanos, que limita las posibilidades de desalojar al arrendatario. Esta pretensi¨®n ha sido ya anteriormente objeto de pol¨¦mica y ha provocado numerosas demandas judiciales, que podr¨ªan repetirse y ampliarse ahora.

En octubre de 1989, Defensa envi¨® un millar de cartas a militares en la reserva transitoria, inst¨¢ndoles a desalojar su vivienda. La medida, que provoc¨® una fuerte contestaci¨®n, fue finalmente paralizada.