Un concejal de Arganda del Rey, agredido por el grupo de los furibundos 'Blusones Negros'

Iv¨¢n Zalve, concejal de Juventud del Ayuntamiento de Arganda del Rey, fue agredido el pasado 23 de diciembre a la salida de un bar por varios integrantes de los Blusones Negros, un grupo que desde hace meses est¨¢ protagonizando hechos violentos en el pueblo. Tras la agresi¨®n, y debido a una enfermedad en los huesos que padece, Iv¨¢n tuvo una lesi¨®n que pudo haber sido muy peligrosa. "En Arganda se est¨¢ produciendo una espiral de violencia que se tiene que cortar ahora, o pronto ocurrir¨¢ un hecho de primera p¨¢gina en los peri¨®dicos", afirma Pedro Diez, diputado auton¨®mico de la Asamblea de Madrid por Izquierda Unida y ex alcalde de la localidad.

La violencia y el miedo impregnan el ambiente de Arganda. Desde 1987 se est¨¢n produciendo en la localidad peleas y agresiones. En un principio se trataba s¨®lo de gamberradas protagonizadas por los Blusones Negros durante las fiestas. Pero este tipo de hechos se producen ahora casi a diario, seg¨²n denuncia el consejo pol¨ªtico de IU en Arganda. Durante las pasadas fiestas patronales de septiembre, dos guardias civiles fueron agredidos por miembros de esta banda.Su ¨²ltima actuaci¨®n tuvo lugar el pasado domingo. Seg¨²n compa?eros del concejal herido, Zalve se encontraba en un bar de la localidad cuando Ricardo Horche, integrante de la banda, comenz¨® a insultarle. "Cuando sali¨® a la calle, Horche y otro individuo le agredieron", afirman. Zalve no quiere hacer declaraciones por el momento y lo deja todo en manos de Izquierda Unida, su grupo pol¨ªtico.

Los Blusones Negros son un grupo no organizado de unos 30 j¨®venes, entre los que hay 15 muy violentos, encabezados por cuatro hermanos. Seg¨²n Pedro Diez, "tienen trabajo y manejan dinero. La violencia procede de unas ra¨ªces ideol¨®gicas y de una actitud violenta ante la vida, en la que es esencial una paliza a la semana, y destaca la xenofobia a las gentes de fuera del pueblo".

Amenazas de muerte

Anteriormente fue amenazado de muerte otro concejal del mismo grupo, Pedro Garc¨ªa, por un miembro de los Blusones Negros y su padre. Tras la denuncia interpuesta por el concejal, el pr¨®ximo 14 de enero se celebrar¨¢ un juicio.Los vecinos tienen miedo. Nadie quiere hablar o denunciar. Y aquellos que se atreven a plantear el problema "no llegan a hacer efectiva la denuncia por culpa de las amenazas recibidas por sus propias familias", seg¨²n afirma Pedro D¨ªez.

"Supuestamente como culpable quedamos el equipo de Izquiera Unida, que estamos denunciando el asunto tanto ante la Delegaci¨®n del Gobierno como ante la Guardia Civil, declara Julio G¨®mez, alcalde de la localidad.

G¨®mez considera que el campo de cultivo para que los Blusones Negros se hagan fuertes son determinadas discotecas muy conocidas en la localidad, donde se les emplea como matones, y en ellas "se desata la violencia contenida".

Son discotecas y pubs sobre los que recaen numerosas denuncias por incumplimiento de normas y, sin embargo, no han sido cerradas u obligadas a cumplir aqu¨¦llas. De ellas han salido a golpes para llevarles al callej¨®n vecinos y visitantes que acuden a pasar un rato de ocio y acaban recibiendo una paliza.

Un segundo problema que se produce con la violencia de estos elementos es el mimetismo que estas acciones producen en los "chicos m¨¢s j¨®venes y con menos formaci¨®n, que juegan a imitarles sin analizar nada", afirma D¨ªez.

La espiral se desarrolla y no queda localizada en Arganda. Los pueblos de alrededor tambi¨¦n est¨¢n sufriendo esta violencia, como sucedi¨® en Mejorada del Campo en las fiestas de septiembre, cuando la plaza de toros se convirti¨® en una batalla campal, o en las localidades de Morata de Taju?a o Campo Real.

Son hechos que est¨¢n produciendo contestaciones de fuerza con intentos de crear patrullas vecinales o grupos organizados, que pueden provocar "una violencia mucho peor", seg¨²n D¨ªez.

El consejo pol¨ªtico de IU, ante el car¨¢cter que toman los hechos, ha decidido convocar a toda la poblaci¨®n para que tome conciencia de la realidad y del futuro que se puede producir.

Por ello, en un comunicado que lanza a todos los vecinos, exige a la Delegaci¨®n del Gobierno el cierre de todos los establecimientos que de una forma u otra amparan a todos estos elementos y piden a los vecinos que denuncien todo tipo de violencia para que ning¨²n acto quede impune.