Por los suelos

Con un ligero empuj¨®n, una se?ora se encarga de trasladar a otra unos cent¨ªmetros; nadie se queja. Han empezado las rebajas y todo es v¨¢lido para conseguir una bata de ¨¢spero poli¨¦ster que cuesta 2.995 pesetas o unas bragas acr¨ªlicas de 155 pesetas. Ayer, inicio de las rebajas en una popular cadena de tiendas de ropa, las colas para pagar eran de m¨¢s de media hora. A las tres de la tarde, las prendas sin vender estaban tiradas junto a perchas vac¨ªas en el suelo. Las dependientas comentaban: "No terminamos de recoger hasta las once de la noche".

Sonia y Noelia Rodr¨ªguez salieron ayer por la ma?ana temprano de su casa, en el barrio de Alcorc¨®n. Son hermanas. Tienen 14 y 17 a?os, respectivamente, y su padre las dej¨® en el centro de la ciudad, en la Gran V¨ªa. Entraron en una conocida tienda y despu¨¦s de revolverlo todo, guardar colas y gastarse todo el dinero que hab¨ªan ahorrado estas navidades parec¨ªan muy contentas. "Hemos venido a tiro hecho. Sab¨ªamos lo que quer¨ªamos. Por eso no hemos dado muchas vueltas. Con 10.000 pesetas hemos comprado un abrigo, una falda y dos jers¨¦is", afirmaron con emoci¨®n.Al contrario que Sonia y Noelia, Concepci¨®n, un ama de casa de 50 a?os, no sabe lo que quiere, pero quiere gastarse unas 5.000 pesetas. Ha entrado en unos grandes almacenes y busca "algo que merezca la pena", dice. Quiz¨¢ le ayude la voz sugerente que anuncia las oportunidades de estos almacenes: "En nuestra planta de oportunidades, una camisa de caballero por 2.495 pesetas, dos por 4.500 pesetas. Bolsos de se?ora a 1.695".

La voz olvida que por 125 pesetas se puede uno llevar libros como La construcci¨®n del socialismo, de Mao Zedong; Ensayo sobre la inteligencia espa?ola y La escritura underground. Por 2.000 pesetas, una Biblia encuadernada en piel. Y por 315 pesetas, el himno del Atl¨¦tico de Madrid, Lo mejor de la tuna de Madrid, Lo mejor... de Bambino, Los S¨ªrex, Roque Narvaja y Mar¨ªa Jes¨²s y su acorde¨®n. Aut¨¦nticas oportunidades para los rastreadores de objetos raros y curiosidades.

Las tiendas de barrio no tienen un sistema de megafon¨ªa para anunciar su variedad. La corseter¨ªa Lupe o la zapater¨ªa El Pisot¨®n, en la calle de Montera, s¨®lo cuentan con un peque?o cartel para que los vecinos, turistas, curiosos y compradores sepan que los precios han bajado. Las tiendas de lujo suelen tener su f¨®rmula: una carta a domicilio.