Final de partida

(...) Con la confirmaci¨®n del encuentro entre James Baker y Tarek Aziz el mi¨¦rcoles 9 de enero en Ginebra, la crisis del Golfo acaba de entrar en su ¨²ltima fase, la del desenlace. Sin embargo, nada permite todav¨ªa afirmar con certeza que se podr¨¢ evitar la guerra.Pocos son los que desean llegar a las manos; a pesar de su fanfarroner¨ªa incesante, Sadam Husein sabe que no tiene oportunidad alguna frente a la m¨¢s formidable concentraci¨®n militar desplegada por EE UU desde la Segunda Guerra Mundial. Ni su r¨¦gimen ni ¨¦l mismo sobrevivir¨ªan, ni aun cuando el conflicto sacudiera a m¨¢s de un pa¨ªs, sin olvidar a Israel, ya que es de prever que el l¨ªder de Bagdad intente transformar el conflicto en una guerra ¨¢rabe-israel¨ª. (...)

Los dirigentes israel¨ªes, saud¨ªes e iran¨ªes, as¨ª como el presidente Mubarak, desear¨ªan, sin duda, librarse del molesto Sadam, pero la decisi¨®n no depende de ellos. En cuanto al presidente Bush, ¨¦ste se esfuerza constantemente en manifestar su firmeza y, con la reelecci¨®n en juego, sabe que no puede permitirse errores. (...)

La preocupaci¨®n de la mayor parte de los dirigentes europeos es m¨¢s la de evitar la guerra que la de obtener para Kuwait, antes del 15 de enero, una vuelta a la situaci¨®n anterior a la invasi¨®n. (...) El final de la partida ser¨¢ duro para la coalici¨®n antiiraqu¨ª, cuyas debilidades y divisiones conoce bien el pertinaz Sadam Husein.

7 de enero