Los harapos suntuosos

El fracaso de la v¨ªa diplom¨¢tica en la crisis del Golfo se pag¨® muy caro. La diluci¨®n repentina de los valores sider¨²rgicos y cementeros dar¨¢ que hablar. En las firmas de inversi¨®n han empezado a rodar las cabezas de quienes tomaron decisiones precipitadas en la ¨²ltima quincena de 1990. E1 ajuste ya no basta.La costumbre t¨ªpicamente victoriana de dar buenos banquetes a los pobres en d¨ªa muy se?alado, con una escenografia de fondo que bien pudiera ser el brumoso Londres de Dickens, amenaza a la industria de valores como un temible e inmediato futuro. Despu¨¦s de Tarek Aziz, la pobreza de los ricos deja de ser un fantasma para empezar a ponerse de moda como ocurri¨® en Nueva York durante el siglo pasado, cuando las Fiestas de la caridad se hicieron cada vez m¨¢s espl¨¦ndidas hasta el punto de celebrarse el baile de los pobres, en el que los concurrentes aparec¨ªan cubiertos de harapos suntuosos.

Desde los departamentos de an¨¢lisis es f¨¢cil asumir que la incapacidad de las naciones ricas para reducir la pobreza mundial en altos de prosperidad ha sido el peor fracaso de la gesti¨®n econ¨®mica en la ¨²ltima d¨¦cada. Otra cosa es cuando la. moda de ser pobre amenaza tambi¨¦n a loi, mercaderes de activos financieros.