Solo en las calles de Jerusal¨¦n
Un periodista de la SER narr¨® en directo el bombardeo iraqu¨ª sobre Israel
A la 1.10 de ayer (hora espa?ola), 2.10 en Israel, el corresponsal de la cadena SER en Jerusal¨¦n, Eric Frattini, se puso en contacto con la emisora para anunciarles que Israel estaba siendo atacado por misiles iraqu¨ªes. A partir de esa hora, Eric Frattini retransmiti¨® en directo el bombardeo que estaba sufriendo Tel Aviv y su paseo por las solitarias calles de Jerusal¨¦n, desobedeciendo las ¨®rdenes hechas p¨²blicas por Radio Tel Aviv diez minutos despu¨¦s del comienzo del ataque de que todos los habitantes deb¨ªan ponerse la m¨¢scara y quedarse en sus casas. Esto es parte del di¨¢logo en directo que mantuvieron Manuel Campo Vidal, que dirig¨ªa el informativo de la cadena radiof¨®nica, y Frattini, un periodista de 29 a?os de padre italiano y madre peruana.
Eric Frattini. Es impresionante, soy la ¨²nica persona que va por la calle. La ciudad tiene un aspecto fantasmag¨®rico. No hay nadie. La ciudad est¨¢ a oscuras.
Manuel Campo. Vete al hotel, retrocede, por favor.
E. F. Voy avanzando por la calle principal de la ciudad. Este bombardeo es la justificaci¨®n para que Israel entre en guerra. Voy yo solo. No hay nadie por la calle.
M. C. Estamos siguiendo tu testimonio; con emoci¨®n. Estamos parados. Nadie trabaja aqu¨ª, Eric. S¨®lo te o¨ªmos. Por favor, Enric, retrocede.
E. F. Est¨¢ pasando una escuadrilla de aviones. Sigo solo, soy la ¨²nica persona que pasea por Jerusal¨¦n. Pasan otra vez los aviones sobre nosotros. Esto s¨ª que generar¨¢ un conflicto.
M. C. ?No est¨¢s retrocediendo!
E. F. S¨ª, s¨ª. No hay luces. Est¨¢n pasando los veh¨ªculos militares israel¨ªes cerca de nosotros.
M. C. Eric, por favor, retrocede.
E. F. Un momento, que estoy consultando a las unidades militares. Los soldados est¨¢n verdaderamente nerviosos. Me confirman que s¨ª, que en Tel Aviv tambi¨¦n han ca¨ªdo misiles.
M. C. ?A cu¨¢ntos metros de la puerta del hotel est¨¢s?
E. F. Ya estoy en la puerta.
M.C. Sube a la habitaci¨®n, por favor, Eric. All¨ª estar¨¢s m¨¢s seguro. En los pisos altos. Desde la terraza.
E. F. Estoy intentando hablar con las unidades israel¨ªes. Est¨¢n pasando muy r¨¢pidas.
M. C. ?Llevan m¨¢scaras?
E. F. No. Lo que confirma que no son armas qu¨ªmicas, sino convencionales. Suenan nuevamente las sirenas. Los soldados me dicen que la carretera no ha ido cortada hacia Tel Aviv. Voy a intentar ir a Tel Aviv.
M. C. Quedate, Eric, qu¨¦date de momento en el hotel.
E. F. He entrado en el hotel. Est¨¢ desierto. Est¨¢ vac¨ªo.
M. C. Qu¨¦date, Eric.
E. F. Voy a perder la conexi¨®n un momento; mantenedme en l¨ªnea, porque voy a ponerme la m¨¢scara.
M. C. Preferirnos que cumplas las ¨®rdenes para toda la poblaci¨®n civil. Por favor, ponte la m¨¢scara.
E. F. Ya tengo la m¨¢scara colocada.
M. C. Descansa, Eric.
E. F. ?Me o¨ªs? Estoy en la puerta del hotel. Me voy a Tel Aviv. Tardar¨¦ 50 minutos en llegar. Llevo un letrero que pone prensa, en hebreo y en ¨¢rabe.
Frattini se dirigi¨® en coche a Tel Aviv, junto a dos compa?eros de televisi¨®n. M¨¢s o menos media hora m¨¢s tarde, Manuel Campo Vidal volvi¨® a conectar en directo con Eric desde la carretera que une Jerusal¨¦n con la capital israel¨ª.
E. F. Estoy a diez kil¨®metros de Tel Aviv, en una refiner¨ªa de petr¨®leo. Las llamaradas son inmensas.
M. C. Te escuchamos con mucha claridad, Eric. ?Llevas m¨¢scara?
E. F. No. Estoy al lado de varias unidades policiales y ellos no la llevan, porque dicen que los misiles eran convencionales.
M. C. ?Sabes si en el resto del pa¨ªs tambi¨¦n han sido convencionales?
E. F. S¨ª. Est¨¢n comunic¨¢ndose por radio y afirman que todos los misiles se han realizado con armas convencionales. Nos vamos a alejar de la zona, porque est¨¢n aumentando las llamas. Vamos a intentar pasar los controles militares para ir al centro de la ciudad.
Un cuarto de hora despu¨¦s, el di¨¢logo continu¨®, ya en la ciudad de Tel Aviv.
E. F. Manuel, nos encontramos en el centro de la ciudad. Al parecer, los ataques han sido con armas qu¨ªmicas. Estamos siguiendo a una ambulancia.
M. C. ?Os han dicho cu¨¢ntas personas han podido ser intoxicadas?
E. F. No. Es muy dif¨ªcil saberlo, porque no nos dejan entrar en el hospital.
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