Empresarios, republicanos y dem¨®cratas, advierten a Trump sobre el desastre econ¨®mico de una deportaci¨®n masiva
L¨ªderes empresariales piden un acuerdo bipartito para reformar el sistema migratorio en lugar de expulsar del pa¨ªs a millones de trabajadores
Los planes que el presidente electo, Donald Trump, tiene en materia de inmigraci¨®n no asustan solo a los migrantes indocumentados y a los defensores de sus derechos; empresarios y economistas temen el da?o econ¨®mico que pueda causar una dr¨¢stica deportaci¨®n masiva de trabajadores que son parte fundamental de la fuerza laboral del pa¨ªs. L¨ªderes empresariales, republicanos y dem¨®cratas, se han juntado para pedir que Trump no lleve a cabo sus promesas de expulsi¨®n porque causar¨ªan una profunda crisis en la econom¨ªa, sobre todo en sectores como el agr¨ªcola y los servicios.
¡°Los datos muestran que m¨¢s del 54% de nuestros empleados son indocumentados. Si van a deportar a todos, estos restaurantes tendr¨¢n una p¨¦rdida masiva de ingresos y caer¨¢n. Es insostenible. Creo que el presidente Trump, como empresario, lo entiende¡±, afirma Sam S¨¢nchez. Mexicanoamericano, y casado con mexicana, es due?o de varios negocios de restauraci¨®n en Illinois y forma parte del consejo de la Asociaci¨®n Nacional de Restaurantes. S¨¢nchez fue uno de esos latinos que cambi¨® de bando el pasado 5 de noviembre. Dem¨®crata registrado durante los ¨²ltimos 40 a?os, estas elecciones dio su voto a Trump: ¡°Nos sentimos defraudados y abandonados¡±.
Esa es una de las razones que llev¨® a muchos hispanos a votar por el republicano, despu¨¦s de que la Administraci¨®n de Joe Biden incumpliera sus promesas de regularizar a los migrantes indocumentados. El ¨²ltimo rev¨¦s, sin embargo, no les lleg¨® del Gobierno, sino de los tribunales, cuando el juez J. Campbell Barker, designado por Trump en su primer mandato, anul¨® el programa Manteniendo a las Familias Unidas, que conced¨ªa la residencia legal a los c¨®nyuges de estadounidenses.
Pero si la econom¨ªa y el coste de vida fue la principal raz¨®n que llev¨® a los latinos a decantarse por Trump, la idea de una deportaci¨®n masiva traer¨¢ efectos devastadores, seg¨²n advierten hasta sus votantes. ¡°Estoy a favor de construir el muro y de deportar a los criminales¡±, se?ala S¨¢nchez, pero con la expulsi¨®n de trabajadores ¡°el pa¨ªs sufrir¨¢¡±. Despu¨¦s de la pandemia, muchos empleados de restauraci¨®n se dieron de baja para cobrar el desempleo, explica, y los que quedaron son indocumentados, que no pueden acceder a las ayudas.
Seg¨²n American Immigration Council, los hogares de inmigrantes indocumentados pagaron 46.800 millones de d¨®lares en impuestos federales y 29.300 millones en impuestos estatales y locales. Adem¨¢s, contribuyeron con 22.600 millones de d¨®lares a la Seguridad Social y con 5.700 millones de d¨®lares a Medicare, programas para los cuales no son elegibles.
¡°En este nuevo panorama, es vital que empleadores como nosotros interact¨²en y eduquen a esta nueva Administraci¨®n y al Congreso sobre la urgencia de adoptar pol¨ªticas que estabilicen la fuerza laboral¡±, dice Bob Worsley. Exsenador republicano en el Estado de Arizona y empresario, Worsley copreside American Business Immigration Coalition (ABIC), que re¨²ne a m¨¢s de 1.400 l¨ªderes empresariales de 17 Estados, rojos y azules, cuya labor es promover reformas migratorias que mejoren la fuerza laboral y la competitividad en los negocios.
Como empresario del sector de la construcci¨®n en Arizona, recuerda el da?o que supuso a la econom¨ªa la pol¨ªtica de ¡°Mu¨¦strame los papeles¡±, que llev¨® a que un 40% de los inmigrantes indocumentados dejaran el Estado entre 2007 y 2016, seg¨²n datos de Pew Research. Su salida redujo el PIB de Arizona un promedio del 2% anual y el empleo fue un 2,5% menor a lo que habr¨ªa sido de no producirse la expulsi¨®n, seg¨²n un estudio de Moody¡¯s para The Wall Street Journal. ¡°Afectar¨¢ al crecimiento del PIB en Estados Unidos, a las empresas y a todos los estadounidenses, que se ver¨¢n afectados por una hiperinflaci¨®n laboral y retrasos para conseguir cualquier trabajo rutinario¡±, opina Worsley, cuya organizaci¨®n promueve una soluci¨®n bipartidista.
Los economistas estiman que la deportaci¨®n causar¨ªa una ca¨ªda del Producto Interno Bruto (PIB) de entre un 2,6% y un 6%. A los niveles de 2023, eso supondr¨ªa una p¨¦rdida de entre 711.000 millones y 1,6 billones de d¨®lares al a?o.
En el sector servicios, las empresas que ofrecen cuidados ser¨ªan de las m¨¢s afectadas, ya que buena parte de sus empleados son indocumentados. Adam Lampert, director ejecutivo de la empresa texana Cambridge Caregivers, explica las ventajas que tendr¨ªa legalizar a los trabajadores indocumentados: ¡°Nuestra industria es un claro ejemplo de c¨®mo la modernizaci¨®n de las pol¨ªticas de inmigraci¨®n puede beneficiar a todos los estadounidenses, reduciendo potencialmente el costo de la atenci¨®n en todos los ¨¢mbitos¡±. Sin cambiar la legislaci¨®n para satisfacer las necesidades de la fuerza laboral, ¡°los estadounidenses corren el riesgo de perder el acceso a la atenci¨®n que necesitan a medida que envejecen, porque el costo de la atenci¨®n sigue aumentando¡±, asegura. Su empresa emplea a m¨¢s de 300 personas, de las que el 80% naci¨® en el extranjero.
Lampert explica que la industria de servicios de asistencia se resinti¨® mucho durante la pandemia, cuando 410.000 enfermeros dejaron su empleo por agotamiento. Los hospitales recurrieron a los cuidadores y los salarios aumentaron un 30%, repercutiendo en el precio cobrado a los clientes. La previsi¨®n de la industria es que la demanda de cuidadores aumente a medida que los baby boomers envejezcan, una necesidad que no se podr¨¢ cubrir si se expulsa a los indocumentados que ahora ocupan millones de puestos.
Otro de los sectores que m¨¢s se va a resentir es el agrario. ¡°Si los agricultores como yo perdemos la fuerza laboral de los que han nacido en el extranjero, la producci¨®n agr¨ªcola caer¨ªa entre 30.000 y 60.000 millones de d¨®lares¡±, estima Jenni Tilton-Flood, propietaria de una granja familiar de Maine. Aboga por un plan migratorio que legalice a los trabajadores del sector sin los cuales estar¨ªa en peligro la seguridad alimentaria del pa¨ªs. Dos tercios de los empleados de su empresa son extranjeros y es testigo del temor que est¨¢ expandiendo entre la comunidad. ¡°Hablo en nombre de granjas como la m¨ªa, que est¨¢n bajo el control de la CBP (Oficina de Aduanas y Protecci¨®n Fronteriza) debido a nuestra proximidad con una frontera internacional. Es muy posible que separen a las familias. Gran parte de mi equipo est¨¢ criando estadounidenses en casa. Hay mucha preocupaci¨®n y mucho p¨¢nico. Y lo escucho de gente en todo el pa¨ªs, sin importar a qui¨¦n voten¡±, asegura.
La abrumadora victoria de Donald Trump el 5 de noviembre alert¨® a las 6,3 millones de familias que tienen migrantes indocumentados. Estos hogares representan el 4,8% de los 130 millones de hogares estadounidenses. Los nombramientos anunciados esta semana por el republicano no han hecho m¨¢s que aumentar los temores; los arquitectos de las deportaciones que separaron familias en el primer mandato de Trump tomar¨¢n el mando de su pol¨ªtica migratoria a partir del 20 de enero.
¡°Todos los d¨ªas, mi familia se pregunta: ?Y si se ve obligado a irse? ?Qu¨¦ pasa si nos vemos todos obligados a irnos? ?Qu¨¦ pasa si nos quitan todo lo que tenemos?¡±, cuenta ?scar Silva, uno de los dreamers que llegaron de ni?os a Estados Unidos. Casado con una estadounidense, iba a aplicar para beneficiarse del programa DACA cuando un juez lo paraliz¨®, y estaba en proceso de legalizar su situaci¨®n con el programa Manteniendo a las Familias Unidas, cuando otro fallo judicial lo anul¨®. Ahora se teme lo peor, aunque no encuentra una respuesta razonable para justificar lo que se avecina.
¡°Es dif¨ªcil entender por qu¨¦ alguien querr¨ªa hacernos eso, sabiendo el impacto que tendr¨ªa no s¨®lo en nuestra familia sino en toda nuestra comunidad. Son pol¨ªticas como ¨¦stas las que perjudican el potencial de Estados Unidos para crecer e innovar. Los inmigrantes siempre han sido contribuyentes clave a la econom¨ªa, la cultura y la innovaci¨®n de este pa¨ªs¡±, sostiene.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.