El Barcelona deja al Madrid a 10 puntos
No fue la madre de todas las batallas futbol¨ªsticas, pero casi. Fue el relevo de la antorcha liguera en la ciudad ol¨ªmpica. El campe¨®n empez¨® a dejar de serlo entre sollozos. La gent azu1grana visti¨® anoche el Camp Nou con sus mejores guirnaldas con la intenci¨®n de recibir el testigo del Real Madrid. Todo lo bueno que tuvo el Madrid durante los ¨²ltimos cinco a?os, fue ayer propiedad del Barcelona. Todo lo bueno que le sucedi¨® al campe¨®n durante ese medio decenio, le ocurri¨® ayer al aspirante. Toda la mala suerte acumulada por el Bar?a durante esos 1.825 d¨ªas le fue traspasada en 90 minutos a su eterno rival. El campe¨®n empez¨® a dejar de serlo anoche, mientras el aspirante se consolidaba como l¨ªder.El Bar?a releg¨® ayer al Madrid a diez puntos de distancia justo en el ecuador de la Liga. El equipo de Di St¨¦fano se despidi¨® pr¨¢cticamente del t¨ªtulo mientras el de Cruyff reforzaba su liderato, puesto en cuesti¨®n tras la derrota en Oviedo. El partido, vibrante como es tradicional en estos duelos, result¨® bronco y de poca calidad. La victoria azulgrana, que empez¨® a tambalearse cuando Merino se trag¨® un penalti de Alexanco a Hugo nada m¨¢s iniciarse el encuentro (minuto 12), la acab¨® firmando Spasic con un remate de cabeza que hubiera firmado hasta el mismo Stoichkov. Al Barcelona, que part¨ªa por primera vez en muchos a?os en situaci¨®n ventajosa, le pes¨® el cartel de favorito, y el Madrid reiter¨® sus carencias.
El orden futbol¨ªstico empez¨® a invertirse anoche en el Camp Nou; pese al gran partido que hizo Jaro y gracias a Spasic. El Barcelona acab¨® apoder¨¢ndose de la situaci¨®n, del terreno de juego, de los puntos, casi del t¨ªtulo, pese a que Cruyff jug¨® como visitante -sent¨® a Julio Salinas y sac¨® a tres zurdos de golpe (Beguirist¨¢in, maniatado en la derecha; Goikoetxea, desasistido en la izquierda; y Soler, que s¨®lo funcion¨® cuando su equipo cobr¨® ventaja y jug¨® a la contra)-, pese a que el Madrid control¨® todo el primer tiempo con oficio, disposici¨®n t¨¢ctica y coraz¨®n -le falt¨® instinto asesino-, y aunque los blancos merecieron -por aquello del penalti- empezar con 0-1 a su favor.
Pero anoche qued¨® demostrado que quien est¨¢ acostumbrado a ganar pisa el campo sabiendo que acabar¨¢ venciendo, mientras que el que se acostumbra a perder parece resignado a su suerte. Al Madrid de los ¨²ltimos a?os le importaba muy poco que no le se?alasen penaltis como el de anoche. Ganaba y punto. El campe¨®n de antes ni pesta?eaba cuando uno de sus defensas cabeceaba contra los suyos. Remontaba el tanteo y listos.
Al Madrid de ahora, el de Toshack, Di St¨¦fano y Camacho; el de Hagi, Spasic y un desangelado Butrague?o: el del 0-4de Osasuna y no el del 4-1 de la Supercopa, cualquier cosa le hunde, le descorazona, le convierte en perdedor, lo que no era.
El Bar?a, que durante 19 jornadas ha demostrado haberse aprendido la lecci¨®n de las dos anteriores campa?as -es decir, que es imposible ser campe¨®n cometiendo tantas frivolidades-, puso ayer en pr¨¢ctica todas las cosas que le han convertido en favorito: aguant¨® el chaparr¨®n del primer tiempo; ech¨® el resto en el inicio del segundo cuando desarbol¨® al Madrid, agobiando a su defensa, avanzando sus l¨ªneas y presionando ofensivamente; se encontr¨® con el partido resuelto gracias a un gol de Spasic cuando los blancos volv¨ªan a recuperar el control del partido; y acab¨® perdiendo tiempo como todo aspirante al t¨ªtulo.
Puede que el Madrid notase la ausencia de Sanchis y Hierro, pero no hay que olvidar que el Bar?a jugaba sin Koeman y Stoichkov. Lo malo del Madrid actual no son las ausencias, sino las presencias como Spasic, la perdida de estilo -Buyo en el banquillo, Hugo en la ducha, Butrague?o escondido, Hagi de reserva, Michel sin rumbo- y la incapacidad para sobreponerse a goles como el que le derrot¨® anoche.
El nuevo Bar?a, por contra, es capaz de sacarse de encima al campe¨®n con tres pases, un golazo y hasta con tres zurdos.
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