Scud, el parte de guerra diario de Sadam Husein
Ocho muertos y m¨¢s de 150 heridos es el balance provisional de las v¨ªctimas causadas por la veintena de misiles Scud que Irak ha lanzado sobre Israel (que cuenta sus bajas y aguanta los deseos de tomar represalias) durante los 10 primeros d¨ªas de la guerra, en seis andanadas cuidadosamente medidas. Seis de los muertos fallecieron por ataques cardiacos o accidentes relacionados con las m¨¢scaras antig¨¢s, de manera que la letalidad de los cohetes es m¨ªnima. Un muerto por cada decena de misiles, seg¨²n los datos oficiales, a veces dif¨ªciles de creer. "Es un milagro, y es que estamos en la tierra prometida", asegura sonriente un portavoz de las Fuerzas Armadas.Los efectos destructivos de los bombardeos comienzan a ser bien visibles en el ¨¢rea de Tel Aviv, donde 4.000 personas han tenido que ser ya evacuadas de sus casas destruidas. Unos 500 edificios han resultado afectados, en estado variable, seg¨²n un c¨¢lculo oficioso. Tras el quinto ataque del viernes, los hoteles de Jerusal¨¦n volvieron a recibir ayer a muchas familias acomodadas de Tel Aviv, que corren hacia una ciudad considerada segura.
Desde Israel resulta imposible negar que estos bombardeos indiscriminados dirigidos sobre una poblaci¨®n insuficientemente protegida sean actos terroristas. Pero su utilidad militar es igualmente evidente: el Scud de cada noche se ha convertido en el parte de guerra con el que Sadam Husein anuncia el estancamiento de la ofensiva aliada, y su capacidad para seguir provocando la entrada de Israel en el conflicto.
Con 10.000 objetivos felizmente atacados por la aviaci¨®n aliada, seg¨²n Washington, Sadam Husein demuestra a diario que conserva la ¨²nica arma que ha utilizado hasta ahora, con innegable habilidad militar y pol¨ªtica. El pasado martes, tras 48 horas de silencio, lanz¨® un Scud para tantear la eficacia de los Patriot reci¨¦n desplegados en Israel causando m¨¢s v¨ªctimas que nunca. El mi¨¦rcoles fue interceptado otro.
El viernes envi¨® siete, o probablemente ocho, y satur¨® las defensas, poniendo en evidencia que los Patriot no han sido pensados para defender ciudades ya que sus propias explosiones y desechos pueden resultar destructivos en zonas pobladas.
M¨¢rtires
[El l¨ªder iraqu¨ª dijo ayer, citado por la cadena norteamericana de televisi¨®n CNN desde Bagdad, que "la guerra va a cambiar de nivel". Esto se interpreta en Israel como un indicio de que Irak piensa atacar con armas qu¨ªmicas].
[Asimismo, las m¨¢ximas autoridades de Bagdad se?alaron ayer que todo iraqu¨ª, ¨¢rabe o musulm¨¢n, "que muera a causa de su participaci¨®n en el ataque de un comando contra las naciones que participan en la b¨¢rbara. agresi¨®n contra Irak, ser¨¢ considerado m¨¢rtir en la Madre de Todas las Batallas", informa Reuter].
Entre tanto, los movimientos proiraqu¨ªes proliferan en Jordania pero tambi¨¦n en Egipto, por hablar s¨®lo de los pa¨ªses de la zona. La amenaza de que Sadam se convierta en un nuevo Saladino era uno de los riesgos en esta guerra.
Washington sostiene que el problema de los Scud reside en los, lanzadores m¨®viles y afirma que los fijos fueron destruidos al inicio de las operaciones. Enfrentadas a un previo aviso de s¨®lo dos minutos para accionar sus defensas, las autoridades israqu¨ªes segu¨ªan asegurando ayer que Irak tiene todav¨ªa lanzadores m¨®viles y fijos. El arsenal iraqu¨ª de misiles tierra-tierra se calcula entre 400 y 1.000. Hasta ahora, han lanzado unos 60, la veintena de Israel y unos 40 sobre Arabia Saud¨ª. Los analistas no ven una salida clara a este punto muerto. Los estrategas norteamericanos se resisten al inicio de la guerra en tierra porque devolver¨ªa muchos muertos a casa.
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