Que nadie se mueva, es la guerra
Vuelos cancelados, amenazas de bomba y malas perspectivas para el turismo, primeros efectos de la guerra en Espa?a
LOLA GAL?N / AMELIA CASTILLA.Alicia jugaba en el patio cuando son¨® la alarma. Pese a ser un sonido habitual, no pudo evitar pegar un bote, pero inmediatamente record¨® las instrucciones: recoger a toda prisa el abrigo y abandonar la escuela. Una maniobra mil veces repetida en el Colegio Americano en Madrid, donde abundan las alarmas de bomba. La situaci¨®n de este centro es s¨®lo un s¨ªntoma del p¨¢nico que vive Europa desde el d¨ªa 16. En Espa?a se ha concretado en decenas de vuelos suspendidos, reservas de hoteles canceladas y una crisis que parece responder a una consigna: que no se mueva nadie, es la guerra.
"Desde que estall¨® la guerra del Golfo las amenazas se han multiplicado en el Colegio Americano", asegura el padre de Alicia, un pacifista convencido que opt¨® por la educaci¨®n biling¨¹e para sus hijas.Los norteamericanos hab¨ªan preparado un sistema de alarma en el centro d¨ªas antes de estallar la guerra, ante las amenazas terroristas de Sadam Husein. El plan de seguridad incluye medidas especiales -con polic¨ªas y perros adiestrados- para recoger a los alumnos. Las medidas son m¨¢s extremas en el caso de los ni?os norteamericanos, a los que se ha pedido que no vayan en grupos.
La inquietud se ha extendido tambi¨¦n a otros colegios internacionales, especialmente el Liceo Franc¨¦s y el Colegio Brit¨¢nico, quiz¨¢ por la mayor implicaci¨®n de los respectivos pa¨ªses en el conflicto, que han reforzado las medidas de seguridad.
Los vientos de guerra han provocado un hurac¨¢n de suspensiones: congresos internacionales, carnavales y fiestas de gran lujo, como el anual baile de la Opera de Viena, se han anulado, y hasta los ejecutivos de las compa?¨ªas multinacionales, que habitualmente llenan aviones, trenes y hoteles, han recibido instrucciones de no moverse de casa. En algunos restaurantes de lujo de Barcelona achacan a la guerra del Golfo y no a la t¨ªpica cuesta de enero el descenso de clientela , informa Javier Mart¨ªn. Ya que, seg¨²n los restauradores, una parte importante de su clientela son turistas o empresarios que han interrumpido sus viajes.
El p¨¢nico es especialmente sensible a lo econ¨®mico. Fuentes del Banco de Espa?a reconocen que la cantidad de dinero en efectivo que circula en el pa¨ªs, como consecuencia de la retirada de fondos particulares en las cuentas bancarias, no ha dejado de crecer desde septiembre. "La cifras son espectaculares, aunque carecemos de datos de diciembre y de enero. Pero en noviembre el aumento del dinero en circulaci¨®n super¨® cuatro veces el producto interior bruto", admiten.
Tensa espera
Este extra?o impasse ha afectado especialmente a la industria tur¨ªstica espa?ola, pendiente de que las repercusiones econ¨®micas de la guerra en los principales clientes del pa¨ªs, los brit¨¢nicos, no sean demasiado graves.
"Los grandes operadores tur¨ªsticos europeos, como Thomson e Intasun, est¨¢n parados, hay una tensa espera, en la que nadie se mueve", asegura el representante de una gran cadena hotelera de la Costa Blanca, presente en la Feria Internacional de Turismo (Fitur). Las perspectivas no pueden ser m¨¢s negras, aunque algunos empresarios confiaban en que Espa?a pueda beneficiarse del miedo de los europeos a visitar pa¨ªses m¨¢s orientales, "siempre y cuando", a?ad¨ªan, "la guerra sea corta".
Pero, por corta que sea la guerra, nada impedir¨¢ que afecte a la feria de arte Arco 91, prevista para el 7 de febrero pr¨®ximo. Las indicaciones del Gobierno norteamericano y el p¨¢nico a viajar a Europa de sus ciudadanos mantienen los interrogantes sobre la asistencia a la feria de los 24 galeristas norteamericanos previstos. Apenas el 10% del total de asistentes, pero nadie duda que los m¨¢s importantes.
"Cruzo los dedos para que no pase nada", dec¨ªa el mi¨¦rcoles Rosina G¨®mez Baeza, directora de Arco. "Estamos en contacto con todos los galeristas, e insisten en que van a venir porque estar en Europa les interesa much¨ªsimo. Pero hasta el mismo d¨ªa 7 no voy a estar tranquila". En la misma confianza esperaron en vano la llegada a Madrid del codescubridor del virus del sida, el norteamericano Robert Gallo, los organizadores de un miniciclo de conferencias en el Museo de Ciencias Naturales.
Los estadounidenses -m¨¢s de 15.000 con residencia legal en nuestro pa¨ªs-, por motivos l¨®gicos, son los m¨¢s preocupados ante eventuales ataques terroristas. La residencia particular del embajador de EE UU en Madrid est¨¢ permanentemente vigilada por una tanqueta del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. En el Encinar de los Reyes, la urbanizaci¨®n de la ¨¦lite estadounidense en Espa?a, se ha puesto en marcha un dispositivo de alerta reforzado por la presencia de guardias civiles a caballo. Los controles en la zona son tan estrictos que ni siquiera los norteamericanos no adscritos a la base de Torrej¨®n pueden utilizar, como hasta ahora, las instalaciones deportivas.
"L¨®gicamente estamos muy preocupadas por lo que pueda ocurrir", dec¨ªa la esposa de un ejecutivo de Andersen Consulting destinado en la capital espa?ola. "No hemos recibido ¨®rdenes directas de Washington, pero tratamos de pasar inadvertidos", a?ad¨ªa la misma personal miembro de un club de norteamericanas.
La otra comunidad en el ojo del hurac¨¢n, la iraqu¨ª, que apenas cuenta con 800 miembros en Espa?a, vive otra clase de tensi¨®n. La preocupaci¨®n por la suerte de familiares y amigos en Irak. En la embajada de Husein, tambi¨¦n protegida por la polic¨ªa, la encargada de prensa resum¨ªa as¨ª la situaci¨®n: "No hay comunicaci¨®n de ning¨²n tipo con Bagdad. Y aqu¨ª, quedamos ya s¨®lo tres personas".
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