Juan Pablo I preparaba una profunda reforma del Vaticano

Juan Pablo I, llamado Albino el breve porque ejerci¨® s¨®lo 30 d¨ªas, uno de los pontificados m¨¢s breves de la historia de la Iglesia, hab¨ªa preparado reformas espectaculares y cuatro enc¨ªclicas que pod¨ªan cambiar el rostro del Vaticano. Lo ha revelado su amigo personal Camillo Bassotto, de 74 a?os, ex concejal de Venecia, quien ha recogido todas esas noticias de don Germano Pattaro, un te¨®logo ecum¨¦nico a quien el papa Luciani quiso a su lado para que le ayudase a navegar dentro del complejo mundo vaticano que el nuevo Papa, patriarca de Venecia, nunca hab¨ªa conocido desde dentro, y de confidencias y apuntes el entonces secretarlo de Estado el cardenal franc¨¦s Jean Villot.

Seg¨²n Bassotto, una persona de gran solvencia que hab¨ªa callado hasta ahora, es falsa la imagen del papa Juan Pablo I, "d¨¦bil e indeciso". El mismo Papa dec¨ªa: "Alguien me acusa de ser una figura insignificante. Yo, en cuanto Luciani, puedo ser una zapatilla rota, pero como Papa, Dios act¨²a en m¨ª. Un obispo aqu¨ª en el Vaticano ha dicho que mi elecci¨®n ha sido un descuido del Esp¨ªritu Santo. Es posible, pero entonces yo me pregunto c¨®mo se explica que en el c¨®nclave m¨¢s de 100 cardenales me hayan elegido por unanimidad".

Programa de cambios

Por vez primera, como public¨® ayer el semanario Panorama recogiendo las confidencias del amigo del papa Luciani, se ha podido conocer el programa que el nuevo Papa hab¨ªa preparado. En primer lugar hab¨ªa afirmado: "La Iglesia no debe tener poder ni poseer riquezas".Quer¨ªa reformar el banco vaticano y dec¨ªa: "Quiero que sean los obispos y los cardenales los que decidan la reforma del banco. Hay que llegar a la transparencia de las cuentas vaticanas. Debemos publicar los balances completos. El presidente del IOR (Instituto para las Obras de Religi¨®n, familiarmente conocido como Banco del Vaticano), el arzobispo Paul Marcinkus, debe ser sustituido en el respeto de la dignidad de la persona. Un obispo no debe presidir ni gobernar un banco". Y otra revoluci¨®n: "Los tiempos son maduros", dec¨ªa, "para que en el c¨®nclave que elije al Papa participen todos los obispos presidentes de las conferencias episcopales".

Hab¨ªa decidido que en los bastones pastorales desaparecieran el oro, la plata y las piedras preciosas. Pensaba ir a Israel para hacer de mediador entre jud¨ªos y palestinos y quer¨ªa sustituir al secretario de Estado Villot con el holand¨¦s Johannes Willebrands, el gran campe¨®n del ecumenismo durante el concilio.

Hab¨ªa pensado tambi¨¦n promulgar cuatro enc¨ªclicas: una sobre la unidad de la Iglesia y el di¨¢logo con las iglesias separadas; otra sobre la mujer que se titular¨ªa Dios quiso nacer de una mujer; una tercera sobre la pobreza mundial y otra sobre la colegialidad de los obispos.