25 de los 92 presos militares en 1990 eran desertores

Al menos un tercio de los internos en las prisiones militares est¨¢n acusados o condenados por delito de deserci¨®n. En julio pasado, la poblaci¨®n reclusa militar ascend¨ªa a 92 personas, de las que 25 eran desertores, seg¨²n cifras del Ministerio de Defensa. A este n¨²mero hay que sumar cuatro internos por abandono de destino, nombre que recibe la deserci¨®n cuando la cometen oficiales o suboficiales, y otros cuatro por negativa a cumplir el servicio militar, delito conexo con el anterior. Algunos presos por deserci¨®n son objetores sobrevenidos; es decir, objetores de conciencia que han alegado tal condici¨®n despu¨¦s de incoporarse al Ej¨¦rcito, lo que no permite la legislaci¨®n espa?ola. La objeci¨®n sobrevenida s¨®lo est¨¢ admitida en Alemania, Holanda, Finlandia y Suecia.Seg¨²n un estudio efectuado en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), el 54% de los internos durante los cuatro primeros a?os de funcionamiento del centro, de 1979 a 1983, estaban acusados o condenados por deserci¨®n. Se da la circunstancia de que el 68,65% de los desertores (346 sobre 504) proced¨ªan de las unidades especiales del Ej¨¦rcito (Brigada Paracaidista, COES o Legi¨®n).

El n¨²mero de desertores ha crecido notablemente desde la muerte de Franco, pasando de 369 en 1975 a 767 en 1989. Los procedimiento por deserci¨®n instruidos por la justicia castrense en ese periodo se elevan a 7.633, seg¨²n la respuesta del Gobierno a la diputada de Euskadiko Ezkerra (EE) Koro Garmendia en julio pasado.

El informe de la Fiscal¨ªa General del Estado correspondiente a 1990 se?ala que la deserci¨®n es "el delito que con mayor frecuencia se comete en el ¨¢mbito militar" y que un tercio de las diligencias previas que se instruyen en dicha jurisdicci¨®n se refieren a la no incorporaci¨®n a filas. El informe reconoce que el a?o pasado se produjo un "incremento apreciable en los delitos de negativa a prestar el servicio militar" y agrega que "estas negativas o insumisiones coinciden con el nacimiento de determinadas asociaciones y movimientos pacifistas de toda ¨ªndole".

El Estado Mayor del Ej¨¦rcito public¨® en 1989 un libro denominado Psicopalog¨ªa del desertor en tiempo de paz, que analiza el problema de la deserci¨®n en cinco pa¨ªses europeos. Uno de los art¨ªculos, referido a la prisi¨®n militar de Alcal¨¢, asegura que "tras la deserci¨®n en tiempo de paz hay que buscar siempre una enfermedad mental subyacente en la que el hecho de la deserci¨®n es s¨®lo un s¨ªntoma". Un 43% de la poblaci¨®n de dicha c¨¢rcel ha recibido diagn¨®stico de enfermedad mental y un 25% ha recibido tratamiento farmacol¨®gico.