La crisis mundial acelera un nuevo y espectacular auge del 'cine negro'
Edici¨®n de un diccionario de esta gran serie cl¨¢sica de Hollywood
No hay antenas m¨¢s sensibles a lo que la gente, sin saberlo, busca en el cine que las de los olfateadores de historias de Hollywood. De unos a?os a esta parte, y de manera creciente, estas historias olfateadas vuelven al Tedil de lo que en Europa se llam¨® g¨¦nero negro, una corriente vital del cine estadounidense. Las reposiciones y nuevas versiones de filmes negros cl¨¢sicos es constante, al tiempo que una parte de la producci¨®n m¨¢s autoexigente vuelve a remover el oscuro poema del submundo urbano, de los vericuetos del hampa, sus garitos, aceras y malas calles. Como anta?o, el auge del g¨¦nero coincide, y no por azar, ya que es una poderosa expresi¨®n metaf¨®rica de ella, con una gran crisis mundial.
El cine negro surgi¨®, procedente de las tradiciones del thriller y de la literatura policiaca popular de Estados Unidos, en los ¨²ltimos a?os veinte y primeros treinta. Esta literatura fue bautizada a principios de siglo como pulp, a causa del tosco papel de estraza o de pulpa en que se imprim¨ªan algunas revistas especializadas en relatos policiacos, como la legendaria Black Mask y otras que se convirtieron en laboratorio fundacional del g¨¦nero.En cine el g¨¦nero negro comenz¨® a definir sus leyes -como en el western, casi liturgias- en algunos filmes pioneros del periodo de la pantalla silenciosa. Ya en los a?os treinta, con la llegada del sonoro, esos rituales tomaron cuerpo, se fueron filme a filme autocodificando y el g¨¦nero se prepar¨® para su periodo de plenitud en la d¨¦cada siguiente, es decir, en medio de la m¨¢s grande crisis hist¨®rica ocurrida.
El cine negro fue as¨ª la m¨¢s inquietante expresi¨®n alcanzada por la pantalla del tenebroso fondo de estos a?os cr¨ªticos y lleg¨® a convertirse en su suprema met¨¢fora interior, indispensable para conocer los entresijos de aquel insondable derrumbe hist¨®rico. La reciente pel¨ªcula de los hermanos Joel y Ethan Coen Muerte entre las flores vuelve con energ¨ªa al intento de conservar en su pureza originaria estas im¨¢genes y leyes expresivas.
Pantallas y libros
Pero no todo es en este nuevo auge del cine negro mimetismo del pasado en forma de reposiciones (en Espa?a las m¨¢s recientes son, entre docenas, las de La dama del lago, Sed de mal y La dalia azul) y de remakes o nuevas versiones de viejos filmes de la ¨¦poca cl¨¢sica, que abundan pero no suelen apagar el recuerdo del modelo en que se inspiran.
En efecto, tambi¨¦n en este auge hay con igual o mayor empuje una b¨²squeda de cine negro espec¨ªficamente de hoy. Merece la pena hacer hincapi¨¦ en que dos de los m¨¢s solventes cineastas actuales del cine estadounidense, Francis Coppola y Martin Scorsese, dedican la mayor parte de su esfuerzo imaginativo a esta renovaci¨®n del g¨¦nero negro: La ley de la calle, El padrino, Cotton Club, del primero; Malas calles, Taxi driver, Uno de los nuestros, del segundo. Y uno y otro dan la pauta a una pl¨¦yade de viejos y nuevos cineastas que han aportado o se aprestan a aportar su grano de arena a esta no contaminante marea negra: Bob Rafelson, Spike Lee, Roman Polanski, David Lyneh, Arthur Penn, Walter Hill y otros muchos de la ¨¦lite del cine norteamericano.
Nada de esto ocurre por azar, sino como consecuencia de la existencia, antes larvada y ahora declarada, de una nueva crisis mundial, el actual derrumbe de una ¨¦poca en colisi¨®n silenciosa consigo misma y que ahora aflora con estruendo. Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada la demanda de estos filmes se mantiene y ahora hay evidencia de que crece: los cines acojen continuamente filmes negros de hoy, mientras las televisiones recuperan, alcanzando con ellas altos grados de audiencia, las grandes obras de la plenitud.
Mientras tanto, proliferan ediciones de relatos de esta especie. Un bello y riguroso libro de Javier Coma (editado por Plaza y Jan¨¦s), Diccionario del cine negro, responde con precisi¨®n a su ambicioso t¨ªtulo y ya est¨¢ en los escaparates de las librer¨ªas, redondeando aqu¨ª el c¨ªrculo de este fen¨®meno art¨ªstico: la b¨²squeda, a trav¨¦s de im¨¢genes del submundo urbano, de las claves que desatan y gobiernan los periodos hist¨®ricos tormentosos, como ¨¦ste que vivimos, que de tiempo en tiempo agitan al mundo.
Babelia
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