"Si atrapo a un piloto, le hago pedazos"
Irak muestra a los periodistas los efectos de los bombardeos en ¨¢reas civiles
Casas reventadas, calles cortadas por cr¨¢teres ... Para la veintena de periodistas extranjeros en Irak, el programa de ayer, bajo los auspicios del Ministerio de Informaci¨®n, era Hil¨¢, a 100 kil¨®metros al sur de Bagdad. En una plaza pr¨®xima al centro hay un dispensario, sobre el que ondea la bandera de la Cruz Roja, alcanzado por tres bombas o cohetes que han dejado enormes agujeros en las paredes y derrumbado un ala del edificio.Sami Ali Yasi , un pr¨®spero vendedor de muebles que sali¨® hacia Hil¨¢ en tanto llovieron las primeras bombas sobre Bagdad, relata que la noche del 26 de enero cayeron dos bombas al lado de casa. Las ventanas se hicieron a?icos, el techo se desplom¨® y todos los que estaban dentro salieron despedidos contra las paredes. Cuatro de las 17 personas que estaban en la casa resultaron
levemente heridas.
Yasim estima en 120.000 dinares los da?os en su vivienda. Explica que durante la guerra con Ir¨¢n el Gobierno iraqu¨ª pag¨® todos los da?os en las propiedades civiles, pero ahora "no nos importa si el Gobierno pagar¨¢ o no, lo que queremos es que nuestra ciudad est¨¦ a salvo". El ataque sobre Hil¨¢ del 26 de enero provoc¨® cinco muertos y 25 heridos.
Las autoridades militares intentan con estas visitas demostrar que la ofensiva a¨¦rea aliada es indiscriminada. Es imposible probario saber si objetivos militares est¨¢n cerca de los lugares donde han ca¨ªdo las bombas. Pero en Hil¨¢, las ruinas de viviendas , escuelas, hospitales y un molino de harina prueban que la bombas y misiles, aunque con m¨¢s tino que en la II Guerra M ndial o en Vietnam , no son, lo suficientemente precisas como para no herir o matar a civiles
En el camino de vuelta a Bagdad, varios cohetes, cuyo objetivo era
probablemente la carretera, cayeron a 135 metros del blanco sobre , un pueblo, sacudiendo sus casas y abriendo cr¨¢teres enormes, uno de ellos de 50 metros di¨¢metro. En la llanura mesopot¨¢mica el nivel fre¨¢tico de las aguas es de un metro y medio, de forma que los cr¨¢teres est¨¢n inundados.
Una cincuentena de kil¨®metros al norte, est¨¢ Al Hazwa, que estira sus casas bajas a lo largo de la carretera. Tres proyectiles de 500 kilos cayeron en las afueras y abrieron enormes cr¨¢teres de 30 y 15 metros de di¨¢metro,
respectivamente.
Tierra sacudida
En un radio , centenares de metros, la tierra est¨¢ sacudida. Las casas de muros de hormig¨®n han sido barridas como si fueran de papel . Hubo de 35 a 40 muertos y unos 50 heridos, cuenta un vecino envuelto en su larga t¨²nica negra. Su relato se entrecorta. Y estalla: "Si atrapo a un piloto norteamericano le corto en pedazos. ?sta no es forma de hacer la guerra, matando a mujeres y ni?os".
De todas formas, si alguna zona civil extensa hubiese sido alcanzada por los bombardeos masivos de los B-52, no hay duda de que las autoridades iraqu¨ªes hubiesen programado la visita. Lo efectos de los bombardeos han da?ado m¨¢s las instalaciones estrat¨¦gicas que causado bajas humanas. No hay electricidad en Irak.
En Hil¨¢, un generador de emergencia bombea agua durante algunas horas al d¨ªa. El mill¨®n largo de veh¨ªculos que hay en Irak hacen largas colas para aprovisionarse del combustible, racionado en 30 litros cada 15 d¨ªas.
Aparte de los alimentos racionados por el Gobierno, los precios son altos en los mercados. Un militar iraqu¨ª confirma que los precios han subido bastante desde que empez¨® la guerra. Teniendo en cuenta que el salario medio de un trabajador iraqu¨ª es de 150 dinares al mes, un paquete de ocho velas cuesta tres dinares.
Por otra parte, Radio Bagdad afirm¨® ayer que el Gobierno sirio ha entregado a la Embajada de EE UU en Damasco a siete pilotos norteamericanos cuyos aparatos fueron alcanzados.
?R The Independent / EL PA?S.
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