Las cortadoras de cabezas
Gustaron por entonces las mujeres que cortaban cabezas de hombres: Salom¨¦, Judith. Las hero¨ªnas que alucinaban con su sexo y luego cog¨ªan por los pelos las cabezas sangrientas de sus v¨ªctimas. Wilde y Maeterlinck se acercaron a ellas con misterio, lenguaje profundo, pudor. A principios de siglo, Valle-Incl¨¢n escribi¨® la suya, que es esta Ginebra de Voces de gesta. Autor ya de algunas obras maestras y definitivas en la narraci¨®n, en este cuento bronco en el que la acci¨®n se sit¨²a en tribus montaraces de cabreros y carlistas -el "rey carlino", como figura triste y herida, pasa por escena y recibe el tributo horrible de la cabeza agusanada despu¨¦s de 10 a?os de estar guardada en una mochila- eligi¨® la cuaderna v¨ªa, del principio al final; meti¨® dentro de ella arca¨ªsmos y vocablos inventados pero de la misma sonoridad; repiti¨® algunas im¨¢genes conceptuosas de Rub¨¦n Dar¨ªo -hay versos muy iguales a otros de la Marcha triunfal-, y, con ello, cans¨® los o¨ªdos del p¨²blico; por lo menos los cansa con sus monorrimas y sus hemistiquios, marcados en esta reposici¨®n, que probablemente es la primera que se hace desde 1912. Por algo ser¨¢. Cuando otros cazadores de Valle-Incl¨¢n se han abstenido, sabi¨¦ndole tan rentable, tan Subvencionable, alg¨²n peligro ver¨ªan.Los tiene, y Emilio Hern¨¢ndez los desaf¨ªa gracias a una larga lista institucional de productores y, coproductores. Cae en ellos. La modernizaci¨®n de los parajes broncos por medio de rampas desnudas, uno de los m¨¢s feos decorados de Cytrynowski; los andamios para los m¨²sicos en vivo, con una partitura electr¨®nica del estilo new age bien compuesta por Pep Llopis, tratan de actualizar al gusto actual el texto. Disuenan. Los actores no entran bien en el misterio del verso ni en el, de la acci¨®n, aun siendo de la calidad de Mag¨¹¨ª Mira, Mejuto, Ricardo Lucia; se lesviene encima el pastiche doble (e que Valle hizo de la tragedia rural y el que ahora se hace de Valle), aunque se crezcan con la acci¨®n violenta: la sangre y la coyunda.
Voces de gesta
De Ram¨®n Mar¨ªa del Valle-Incl¨¢n (1912). M¨²sica. de Pep Llopis. Int¨¦rpretes: Ricardo Lucia, Mag¨¹¨ª Mira, Andr¨¦s Mejuto, Juan Gea, Antonio Dechent, Concha Hidalgo, Joaqu¨ªn Climent, Blas Moya, Reyes Ruiz, Paco Pe?a. Escenografia, vestuario e Iluminaci¨®n: Carlos Cytrynowski. Direcci¨®n: E . Hern¨¢ndez. Teatro Mar¨ªa Guerrero, 5 de febrero.
Valle ser¨ªa despu¨¦s uno de los mejores autores de este siglo, y escribi¨® la obra que yo creo mejor de toda la historia dram¨¢tica espa?ola, que es Luces de bohemia, y una prosa de pasmo. Pero entonces estaba todav¨ªa sin sabe cu¨¢l pod¨ªa ser su verdadera identidad teatral. Y Voces de gesta no le sali¨®, a pesar del generoso deseo de ennoblecer a gente tan brutal como la de su acci¨®n. Ni le sale ahora su reproducci¨®n a Emilio Hern¨¢ndez. Todo, sin embargo, reun¨ªa los suficientes m¨¦ritos de los llamados cultura les como para producir entusiasmos y gritos de bravo. Mejor as¨ª.
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