Implacables bombardeos sobre Kuwait anuncian el ataque terrestre

Los ca?ones de 406 mil¨ªmetros del acorazado Wisconsin se unieron ayer a los de su gemelo Missouri en un implacable bombardeo sobre las trincheras y refugios iraqu¨ªes en Kuwait, lo que parece presagiar una pronta y decisiva ofensiva por tierra. La aviaci¨®n, la Ylar¨ªna y la infanter¨ªa de la coalici¨®n antfiraqu¨ª preparan las armas y la munici¨®n adecuadas para el gran ataque. La mayor¨ªa de los marines agazapados en los pozos de tirador del frente, m¨¢s silenciosos y reservados que nunca, aseguran estar good to go, listos para entrar en combate.El marido central de Tormenta del Desierto contin¨²a evaluando informes, partes meteorol¨®gicos, posibles bajas y, sobre todo, el actual poder¨ªo de la Guardia Republicana iraqu¨ª. Los portavoces de las fuerzas brit¨¢nicas confirmaron ayer que las operaciones se encuentran en la "fase de transici¨®n" anterior al ataque terrestre. Un helic¨®ptero norteamericano se estrell¨® ayer en una zona no determinada de la frontera saud¨ª -con un piloto muerto y cuatro heridos-, mientras nuevos cazas iraquies eran abatidos, seg¨²n el coronel Richard Neal, portavoz estadounidense.

Refuerzos hacia la frontera

La movilizaci¨®n en la frontera con Kuwait prosigue con la llegada de nuevos carros de combate aparcados hasta ahora en la retaguardia; los cazas m¨¢s ligeros cargan misiles Maverick; los zapadores revisan los puentes que sortear¨¢n algunos campos minados, y en la principal base del Ej¨¦rcito norteamericano se distribuyen bombas antiminas. Tambi¨¦n se apilan explosivos que tras lanzarse sobre las tropas estallan en el aire y descargan una mort¨ªfera lluvia de combustible inflamable que adquiere la forma del hongo cl¨¢sico de una bomba nuclear.

Todo est¨¢ dispuesto para el momento en que el presidente George Bush d¨¦ la orden de asalto al emirato. Los marines escriben cartas a casa con m¨¢s frecuencia que al comienzo de la guerra y algunos mienten a sus familias asegurando que se encuentran c¨®modamente instalados en regimientos de intendencia. El correo de vuelta y el fusil de asalto son sus dos preciados tesoros.

En sus declaraciones a un grupo de periodistas estadounidenses que pudo visitar las l¨ªneas m¨¢s avanzadas de la frontera de Arabia Saud¨ª con Kuwait, el sargento Kevin Barret dice acordarse de su esposa e hijo cada minuto de su guardia en el desierto y tener algo claro: "La necesidad de eliminar al loco [Sadam Husein] antes de que haga m¨¢s da?o".