La Legi¨®n francesa, centinela del imperio perdido

Los militares franceses esperan. con impaciencia el momento en. que la guerra del golfo P¨¦rsico entre en la fase de masivos combates terrestres. Entonces la bravura de los legionarios devolver¨¢. al ej¨¦rcito una moral alica¨ªda por su modesta participaci¨®n en la, fase a¨¦rea de la Operaci¨®n Tempestad del Desierto.Esta guerra ha revelado que: Francia no estaba preparada, para afrontar un conflicto b¨¦lico, convencional lejos de sus fronteras.

Desde el pasado 16 de enero, los altos mandos militares franceses se esfuerzan para que no les sangre en p¨²blico la herida en su. amor propio causada por el hecho de que su aviaci¨®n. s¨®lo ha. efectuado un P/o de los ataques a¨¦reos aliados contra Irak. El propio Fran?ois Mitterrand tuvo, que hacer un llamamiento en la, televisi¨®n para que los sectores m¨¢s belicistas del pa¨ªs dejaran de autoflagelarse.

La modestia de la participaci¨®n militar francesa es el fruto de una decisi¨®n pol¨ªtica. Mitterrand ha medido con sumo cuidado la cantidad y la calidad de la aportaci¨®n francesa. Su objetivo es "cumplir" con Estados Unidos y la comunidad internacional, sin dar la impresi¨®n en el mundo ¨¢rabe de que Francia comparte por completo el entusiasmo belicista de los anglosajones.

Sin embargo, los mandos militares franceses se preguntan si Francia podr¨ªa haber aportado mucho m¨¢s al esfuerzo de guerra de la Alianza. La respuesta general es que para el Ej¨¦rcito franc¨¦s la guerra del Golfo ha llegado en un mal momento.

El Ej¨¦rcito franc¨¦s estaba preparado para dos hip¨®tesis: unenfrentamiento con armas nucleares entre el Este y el Oeste y una operaci¨®n rel¨¢mpago en el Tercer Mundo.

Cambio de previsiones

No ten¨ªa prevista, en cambio, la posibilidad de librar una larga guerra convencional a gran distancia de su territorio nacional. Para el tercer vendedor mundial de armas, la guerra del Golfo no est¨¢ resultando una buena propaganda de sus productos. Las debilidades del despliegue militar franc¨¦s en Arabia Saud¨ª pueden resumirse en la siguiente f¨®rmula: los aviones Jaguar tienen miedo a la oscuridad, y los helic¨®pteros Gazelle odian la arena.

Hasta ahora, los 28 cazabombarderos Jaguar han efectuado unas 300 misiones de combate, todas de madrugada, porque no est¨¢n dotados de los instrumentos que permiten a los aparatos brit¨¢nicos y norteamericanos volar de noche o con mal tiempo.

La ceguera nocturna de los Jaguar, de fabricaci¨®n francobrit¨¢nica y casi tres d¨¦cadas de vida, no les impide ser terriblemente destructores. En realidad, los Jaguar no son los mejores aviones del Ej¨¦rcito franc¨¦s para los ataques contra posiciones terrestres. Para esa tarea, Francia cuenta con sus mucho m¨¢s modernos Mirage F-1 CR, poco usados por temor a que se los confunda con sus pares de Irak.

Pero si el Ej¨¦rcito franc¨¦s ha perdido la ocasi¨®n de exhibir su poder¨ªo en la fase a¨¦rea de la guerra del Golfo, espera resarcirse en la batalla terrestre. Y ello pese a las noticias inquietantes sobre el estado del material galo y la moral de las tropas presentes en Arabia Saud¨ª.