Israel vive el triunfo anticipado de sus tesis
ENVIADO ESPECIAL El Gobierno y el partido mayoritario de la oposici¨®n en Israel, el laborista, viven el conflicto del Golfo como un triunfo hist¨®rico por el que la comunidad internacional asume tesis israel¨ªes tan escasamente aceptadas como que el problema palestino no es el principal de la regi¨®n, que la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) no es un interlocutor v¨¢lido o que la paz depende sobre todo de las capitales ¨¢rabes.
"Si hace un a?o alguien nos hubiera dicho que la guerra contra el principal enemigo de Israel, el Irak de Sadam Husein, iba a ser luchada por otros, con un preaviso de cinco meses y medio para preparar cualquier eventualidad, le hu bi¨¦ramos llamado so?ador. Hubi¨¦ramos dicho que eran ilusiones, porque nunca tuvimos un modo tan f¨¢cil de desembarazarnos del enemigo potencialmente m¨¢s peligroso", declaraba la semana pasada Isaac Rabin, ex primer ministro y n¨²mero dos del Partido Laborista.
"Israel advirti¨® al mundo del peligro de Sadam Husein y nos dijeron que exager¨¢bamos", afirm¨® el lunes el ministro de Exteriores, David Levy. "Nosotros solos hubi¨¦ramos superado la amenaza, pero pagando un enorme precio".
Las autoridades israel¨ªes consideran que la guerra ha santificado incluso la pol¨ªtica de "ataques preventivos" en que se basa su defensa. El primer ministro Shamir alude, por ejemplo, casi a diario, a las cr¨ªticas sobre Israel, en 198 1, cuando su fuerza a¨¦irea destruy¨® el primer reactor nuclear iraqu¨ª. "Todo el mundo recuerda nuestra acci¨®n con gratitud", afirma. "Se nos ha acusado de querer invadir pa¨ªses, anexionarnos territorios y expulsar a sus pobladores. Pero ha sido Sadam el que lo ha hecho". dijo el domingo David Levy.
Sobre el problema palestino, los dirigentes y la oposici¨®n consideran que la guerra del Golfo ha dado un vuelco radical a la situaci¨®n que se planteaba hace s¨®lo meses, cuando, en el contexto del Plan Baker, Washington y Londres pres¨ªonaban a Israel para que dialogara con Yasir Arafat, quien hab¨ªa aceptado de modo impl¨ªcito el reconocimiento del Estado hebreo. La Intifada elevaba adem¨¢s el prestigie, de la OLP. "Yo dije no a la OLP y s¨ª a Baker, y lo sigo diciendo. Ahora es Baker el que dice no a la OLP", afirm¨® Levy.
En esas confesiones, los dirigentes israel¨ªes se comportan de un modo que refleja su convicci¨®n de que pueden permitirse casi todo. Excluven a Europa del futuro proceso de paz, por la memoria de responsabilidades hist¨®ricas en la persecuci¨®n del pueblo jud¨ªo, en la descolonizaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo y en el rearme de Irak, y sueltan promesas m¨ªnimas de negociaci¨®n por la puerta abierta a Estados Unidos.
"Israel quiere aplicar su propia miciativa a los habitantes ¨¢rabes de los territorios. Si la aceptan, habr¨¢ una oportunidad de paz", dijo el lunes el ministro Levy, refiri¨¦ndose a los cinco puntos trazados en 1989 por el Gobierno. Entre tanto, Israel mantiene una mirada atenta sobre Jordania, por si el desarrollo de los hechos aconsejara otras soluciones.
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