Terroristas del grupo RAF ametrallan la Embajada norteamericana en Bonn
La Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF), el grupo terrorista alem¨¢n surgido de la banda Baader-Meinhoff, dispar¨® ayer al menos 60 balas contra la Embajada norteamericana en Bonn, 18 de las cuales alcanzaron el edificio, a la orilla del Rin. No hubo v¨ªctimas y los da?os materiales fueron m¨ªnimos.
Los disparos fueron hechos a las siete de la tarde desde el otro margen del r¨ªo. Cerca del lugar desde donde dispararon los terroristas, que utilizaron balas trazadoras, se encontr¨® una carta en la que la RAF reclama la autor¨ªa del atentado. Tras la unificaci¨®n alemana, la Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo hab¨ªa declarado la guerra contra lo que defini¨® como "el IV Reich".Entre tanto, la crisis del Golfo est¨¢ abriendo profundas fisuras en la coalici¨®n gobernante en Alemania. Las dur¨ªsimas cr¨ªticas que llegan, especialmente de Estados Unidos y del Reino Unido, a la tibieza y falta de entusiasmo alem¨¢n por el conflicto b¨¦lico han sido aprovechadas por el partido del cariciller Helmut Kohl (CDU) y por el del ministro de Hacienda, Theo Walgel (CSU), para lanzar un ataque en toda regla contra el ministro de Exteriores, el liberal Hans-Dietrich Genscher.
Waigel, cuyo partido, la CSU b¨¢vara, ha sido el m¨¢s perjudicado por el alza liberal en las ¨²ltimas elecciones, al haberse convertido en el tercer socio de la coalici¨®n y no ser ni siquiera necesario para alcanzar la mayor¨ªa absoluta en el Bundestag, critic¨® abiertamente (que Alemania "no hubiera dejado clara y sin ninguna duda desde el primer momento" su lealtad con la coalici¨®n antliraqu¨ª. "La pol¨ªtica exterior no puede ser el monopolio de un s¨®lo partido", a?adi¨®, refiri¨¦ndose a los 17 a?os que Genscher lleva en el cargo.
Aunque sin la virulencia de los socialcristianos b¨¢varos, en la CIDU de Kohl tambi¨¦n se alzan voces que piden al canciller que llame al orden al jefe de su diplomacia, al que consideran culpable de las cr¨ªticas de los aliados que defendieron al pa¨ªs durante la guerra fr¨ªa.
El secretario general de la CDU, Volker R¨¹he, habl¨® de "d¨¦ficit generales" y de "ciertas deficiencias", mientras que otros criticaron que, en sus m¨²ltiples viajes, Genscher no hubiera a¨²n pasado ni por Par¨ªs, ni por Londres, ni por Washington.
Entrada de refil¨®n
La oposici¨®n socialdern¨®crata, cuyo p¨¦simo resultado electoral le impide aprovecharse de la trifulca de la coalici¨®n y formar Gobierno con los liberales, no ha entrado en el asunto m¨¢s que de refil¨®n. Genscher, por su parte, a?ad¨ªa un elemento m¨¢s a la pol¨¦mica al sugerir abiertamente que Alemania desea un puesto entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Tras repetir que el Gobierno de Bonn quiere cambiar la Constituci¨®n alemana para poder intervenir militarmente bajo el mandato de la ONU, Genscher a?adi¨®: "Pero todo el mundo debe saber que si Alemanla asume mayores responsabilidades, habr¨¢ que encontrar un camino para que la voz de los alemanes suene de una manera m¨¢s fuerte en el proceso de tomar decisiones en las organizaciones mundiales y en el Consejo de Seguridad".
Seg¨²n Genscher, "eso es algo que les debemos a los ciudadanos de nuestro pa¨ªs que tendr¨¢n que llevar el peso financiero de una mayor responsabilidad. Y si los soldados alemanes tienen que ir a la guerra, debemos asegurarnos de que el Gobierno, elegido democr¨¢ticamente, tenga algo que decir en el asunto".
En medio de esta crisis interna se adivina la confusi¨®n en que la nueva Alemania vive el conflicto. El episodio de los misiles Roland destinados a Turqu¨ªa, que siguen a¨²n en el aeropuerto de Colonia a la espera de qLje EE UU preste un avi¨®n Galaxy para la operaci¨®n, ha puesto tambi¨¦n en evidencia las limitaciones militares de Bonn.
No s¨®lo constitucionalmente los alemanes est¨¢n impedidos a actuar m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de la OTAN, sino que log¨ªsticamente su Ej¨¦rcito est¨¢ incapacitado para desplegarse en territorio de la Alianza.
En el plano interno, algo apagado el movimiento pacifista, quien mejor ha sabido definir la situaci¨®n ha sido el presidente alem¨¢n. Entrevistado por Die Zeit, Richard von Weizsacker, rechazaba las cr¨ªticas llegadas del extranjero y a?ad¨ªa: "Pronto ser¨¢ evidente que el mundo no quiere redescubrir qu¨¦ buenos soldados pueden ser los alemanes".
La postura de Weizsacker, a fin de cuentas un hombre de la CDU, pero tambi¨¦n el hombre que mejor representa la conciencia moral alemana, demuestra a¨²n m¨¢s la profunda duda en la que se encuentra la nueva Alemania.
Por otra parte, la procesi¨®n de 100 carros de combate provenlentes de Alemania, que cruzan Italia de Norte a Sur para embarcarse en Brindisi rumbo al Golfo, ha levantado fuertes protestas y manifestaciones por parte de diversos grupos pacifistas, informa Juan Arias.
[Genscher manifest¨® ayer a su llegada a Damasco su apoyo "al papel desempe?ado por el presidente sirio, Hafez el Asad, para mantener la estabilidad en la zona y la defensa que lleva a cabo del derecho de los palestinos a su autodeterminaci¨®n". Genscher tratar¨¢ con Asad sobre la creacl ¨®n de estructuras de seguridad en la, regi¨®n tras la guerra, informa Efe.]
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