El Madrid pierde en su cancha con el Pamesa y complica su situaci¨®n
El Madrid tiene una abierte inclinaci¨®n a complicarse la vida. Hasta ahora le ha salvado su esp¨ªritu ag¨®nico, como ocurri¨® frente al Phonola Caserta hace escasos d¨ªas. Pero da la impresi¨®n de que Brabender y sus jugadores fuerzan demasiado su suerte. Frente al Pamesa, el Madrid perdi¨® y lo hizo en su cancha. Es la primera derrota de la temporada en el Palacio de los Deportes, y se podr¨ªa tomar como un peque?o desliz. Pero el resultado tiene miga.
El Madrid ocupa ahora la cuarta posici¨®n en la clasificaci¨®n global de la Liga, con una derrota m¨¢s que el Estudiantes, tercero y con un partido menos disputado. Hay que recordar que en caso de que estos equipos quedaran apeados en las semifinales de la serie final, ser¨ªa el Estudaintes el equipo que entrar¨ªa en la pr¨®xima Liga europea. Parece que el Madrid vive al d¨ªa y no termina de estudiar el futuro. Las consecuencias pueden ser funestas si el equipo no encuentra alg¨²n d¨ªa la ruta milagrosa que tom¨® el partido frente al Caserta. Y en el deporte profesional es casi imposible vivir al borde del abismo sin resbalar alguna vez.
El partido tom¨® muy mal cariz para los madrile?os desde el inicio. El resultado del primer tiempo es esclarecedor (2630), unos guarismos que mandaban el baloncesto a los a?os de los cestos de madera. Con esas cifras se pod¨ªa hablar de un encuentro tortuoso, dominado por los errores en los lanzamientos y por un juego muy espeso. En estas circunstancias, el Pamesa pareci¨® mejor adaptado a la situaci¨®n. El equipovalenciano sent¨ªa que un partido de este pelaje podr¨ªa colocarle en condiciones de intentar la victoria en lors momentos finales.La segunda parte tom¨® un aire diferente en sus comienzos. Tras la esterilidad anterior, el Madrid coloc¨® un parcial de 14-2 que se hac¨ªa definitivo a los ojos dela hinchada local. En aquellos instantes, Antonio Mart¨ªn y Stanley Roberts impusieron su capacidad ofensiva bajo los aros. Por un momento, todo volv¨ªa a la normalidad en el equipo: los pivotes hac¨ªan da?o y Biriukov marcaba un triple. Incluso hubo tiempo para un tap¨®n de Llorante a Micheaux, un lance infrecuente en una cancha de baloncesto.
La reacci¨®n fue muy breve. El Pamesa volvi¨® a recuperar terreno por medio de Branson en ataque y de Micheaux en los rebotes bajo el aro valenciano. Micheaux atrap¨® 14 bajo su canasta y dej¨® las cosas m¨¢s dif¨ªciles para un Madrid obtuso en ataque: 42% de aciertos. En esta cap¨ªtulo el Pamesa estuvo peor a¨²n: 37%. La ventaja de los valencianos lleg¨® por su superioridad reboteadora -46 frente a 36- y por su mayor punter¨ªa en, los tiros libres (25 de 32) frente a 12 de 22 por parte del Madrid.
Todos los n¨²meros indican que fue un partido a la baja, sobre todo por parte del equipo de Wayne Brabender. A su hinchada le qued¨® la sensaci¨®n de que el Madrid despierta poca confianza y pretende tener a sus seguidores con el coraz¨®n en un pu?o. No parece el mejor camino para un conjunto que deb¨ªa hacer las cosas con mayor raciocinio.
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